Lima, 14 Junio 2009, (PL).- la Asociación Nacional de Periodistas (ANP) y la Confederación General de Trabajadores de Perú (CGTP) condenaron hoy la clausura de una radio de oposición en la ciudad norselvática de Bagua.
El secretario general de la CGTP, Mario Huamán, dijo que la clausura de Radio La Voz “es una muestra más del autoritarismo de este régimen” que intenta acallar a la prensa opositora con pretextos.
La licencia de operación de la radio, otorgada en 2007 por 10 años, fue revocada por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, según este organismo, porque la estación no cumplió los requisitos técnicos de la misma, lo que niegan los propietarios.
La emisora informó ampliamente sobre los disturbios iniciados con una operación policial de despeje de una carretera y fue acusada de fomentar la violencia por miembros del gobierno que adelantaron que merecía ser sancionada.
Para la ANP-filial Bagua, el cierre de Radio La Voz es una medida que afecta a la libertad de expresión, por lo que debe ser revocada.
El director de la emisora, Carlos Flores, declaró telefónicamente que el retiro de la licencia es una maniobra del gobierno para acallar a una estación que informó amplia y objetivamente sobre las protestas de los indígenas amazónicos.
Precisó que, tras ser notificada la clausura y para evitar mayores represalias, las transmisiones de Radio La Voz fueron cortadas, supuestamente por no tener sus equipos en regla para una inspección.
Según Flores, la acusación es falsa, pues la emisora instaló los equipos requeridos y solicitó una inspección oficial, pero el Ministerio indicó haberlo incluido en un cronograma, pero no lo atendió.
El periodista agregó que los abogados de la estación preparan una demanda contra la decisión oficial.
De otro lado, el abogado de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, Víctor Álvarez, afirmó tras una visita a Bagua y otras poblaciones selváticas, que recogió allí denuncias de amenazas a los periodistas para que no difundan versiones ajenas a la del gobierno.
El primer ministro Yehude Simon aseguró ayer a la prensa extranjera que el gobierno respeta a los medios de comunicación y la libertad de expresión, aunque él y otros ministros fustigaron a emisoras selváticas a las que acusaron de mentir.
La molestia oficial se debe principalmente a que las estaciones difundieron denuncias sobre numerosos indígenas muertos en los disturbios de la semana pasada, mientras la información oficial afirma que son sólo 24 policías y nueve civiles los caídos.