Penal de Marcos Paz , lunes 22-06-09
Querido Luis:
Acabo de terminar de leer “El Vuelo” de Horacio Verbitsky y no sé por qué (?tiene que haber un porqué?) me invadieron grandes ganas de escribirle. La lectura de este escalofriante libro donde se narra alguno de los vuelos sistemáticos durante la dictadura, desde donde se arrojaban cuerpos vivos y sedados a la inmensidad del océano, me hizo inmediatamente pensar en Ud y en el dolor que habrá intentado maquillar con rango, al irse enterando cómo sus compañeros y compañeras, amigos y amigas iban cayendo en masa frente al secuestro iban desgarrándose en la tortura para posteriormente ser condenados a la desaparición. Su devastadora angustia en el inevitable exilio, al ver como ese sueño por el que estaban dispuestos y decididos a sacrificar sus vidas, iba siendo vencido por una pesadilla de la cual todavía no terminó de despertarse el pueblo argentino. Porque es fácil de descifrar que la mayoría lo que más , o lo único que cuestionó es el hecho que se haya empleado el método atroz de hacer desaparece gente y nada más. Ahora yo me pregunto: ?Y si los militares hubiesen optado por darles una tumba con nombre y apellido a cada guerrillero asesinado? ?Qué nos estaríamos cuestionando? O mejor dicho ?Nos estaríamos cuestionando algo? Mi optimismo me dice que no.
En una sociedad - por dar un ejemplo - donde se adopta como verdad a los medios de comunicación que “informan” que la mitad de la juventud argentina se encuentra en condiciones de pobreza o peor y a los diez minutos frente a la “información” de que un menor - es decir un joven - es decir alguien que es parte de la juventud argentina - cometió un homicidio en un intento de robo, comienzan con sus discursos que piden de la manea más fervorosa que se encarcele, se enjuicie, se humille y se condene al niño asesino. Niños que salen a robar por una dosis de pasta base o que hechizados - como todo globoterráqueo - por el consumo y el “tengo, luego existo”, lo hacen para poder comprarse las últimas zapatillas Nike (se lo dice alguien que sabe, un niño de esos)
En una sociedad, en una civilización, en una humanidad como esta, absolutamente NO. En este mundo siempre facilmente manipulado, tan hechizado, tan egoista, tan orgulloso del odio, tan ciego y materialista, desgraciadamente NO. En esta Argentina tan falsa y tan falta de identidad y tan desunida, aunque unida frente a la inseguridad y ante la exaltación del castigo como solución de la violencia; menos que menos!!!
Acaso Luis? Ud cree que algunos de nosotros, los seres humanos que trabajamos voluntariamente para que esta farsa nos maquille la realidad, podría penetrar por el culo al todo el periodismo, al gobierno y a su bandera de los Derechos Humanos (a media asta) a todos lo inofendibles partidos de izquierda, a los estudiantes, a los obreros , a las señoras champagne y country, en fin…a mi también y salir a reivindicar la lucha , las estrategia, la decisión, los anhelos y los sueños de aquella inigualable generación? Reivindicar todo, hasta las balas empleadas. Pero sin caer en los fríos sermones marxistas que pronunciaron siempre los fríos profetas marxistas . Quizás debe de haber algún libro donde se les brinde ese homenaje, pero yo no lo leí, y por eso desde mi subversiva ignorancia, escribo esto. Porque quiero escuchar a alguien en las escuelas hablando a sus alumnos de que ustedes el más lindo modelo de hombre nuevo y pioneros en eso de sentir cada injusticia como propia. ? Análisis político Luis? No, ya basta de hipocresías . La sensibilidad no se analiza, se siente, y ustedes la tuvieron.
Yo puedo estar escribiéndole acostado en la tarima de una celda, cumpliendo una condena por secuestro extorsivo, puedo ser el pibe chorro y el negro de mierda culpable de la inseguridad del país para la gente normal, pero yo Luis, cuando leo sobre la persecución y la monstruosa tortura que sufrieron muchos de ustedes, no puedo menos que entristecerme y llorar, como me pasó con este libro y con otros tantos , también porque incansables veces me he preguntado cuál hubiese sido el destino de mi generación si hubieran triunfado y el pueblo hubiese entendido al alternativa que proponían.
Le dije que suelo llorar frente a esos relatos . Pero a la vez no dejo que estas lágrimas sean un simple y pasajero síntoma de la impotencia, sino que segundo a segundo busco la manea de transforma ese llanto en lucha y resistencia, no con un FAL en la mano, porque eso seria un suicidio ilegítimo en estos tiempos que corren (y en todos los tiempos lo fue también) sino con esta que va bailando al compás de mis ideas , y que es la tinta. Escribir y leer no me hizo nacer de nuevo, directamente me hizo nacer. Si no escribiera creo que esta herida que sangro desde mi nacimiento se transformaría en gangrena y me haría morir frente a la resignación, esa que tiene todos los pibes, mis colegas de calvario, que están en la cárcel. La resignación que el futuro no nos traerá otra cosa que cárcel o balazo policial. No sé de que pero mantengo la esperanza. Quizás la esperanza de mostrar con mi ejemplo a los demás pibes, que se puede transformar la resignación en Arte, en Amor, en Felicidad o en Verdad y me creo capaz porque vengo viendo a los largo de estos eternos años encerrado; cuando un pibe que el juzgado dice que es un delincuente o un asesino, se pone a dibujar, a cantar a escribirle una carta a su novia, se le forma una sonrisa diferente en su alma, los vi, lo veo y lo veré mañana también.
Bueno Luis, era sobre eso. Decirle que yo con mis sueños reivindico sus sueños, su lucha , su entrega y su anhelo de un mundo mejor. Que me dolerá siempre imaginar su dolor e impotencia en la derrota, el desconcierto suyo y el de tantos que al final del camino encontraron un mundo peor que el que intentaban cambiar. Sepa claramente que aca no hay ni un militante ni alguien que aspira a ser dirigente. Simplemente en mi tiene un poeta que lo admira. Un soñador que los considera y lo necesita como amigo
Me despido con un fuerte abrazo imaginario a la distancia.
César. Camilo Blajaquis
P.D.: “No sigo el camino de los antiguos, busco lo que ellos buscaron”.