Colombia tiene que despertar
[ 10/14/2009] [ ] [ Autor: Tejido de Comunicación ACIN]
En cambuches improvisados después de esta marcha que este martes nos permitió llegar a la Ciudad de Cali, descansarán las comunidades hasta el próximo viernes, sin importar las incomodidades, seguirán caminando la palabra que se teje desde su pensamiento y su sentir, desde las enseñanza de sus mayores para defender la agenda de la Minga Social y Comunitaria que comenzó con el Mandato Indígena y Popular en el 2004.
Con carpas y plásticos desafiando el aguacero a paso de charango, flautas, tabores, chirimías y consignas, salieron del municipio de Jamundí a la ciudad de Cali los nasas, los guambianos, los yanaconas, los totoróes, los coconucos y los awas.
A las 11 de la mañana cruzaron por la autopista sur de la ciudad de Cali los mensajeros de la vida, los luchadores de pensamientos, de palabra y de acciones pacíficas.
Los guardias indígenas como ejemplo de orden controlaron el recorrido de miles de personas que marcharon hasta el Coliseo del Pueblo.
“Con sol o con agua tenemos que salir de nuestros territorios por que Colombia tiene que despertar” fueron las palabras Antonio Escué, presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda Potrerito, resguardo indígena de Toribío.
Hoy nuevamente los indígenas de Colombia y los sectores sociales salen a contarle al país que tiene una agenda que construir.
El trabajo de la Minga está creciendo, este proceso tiene que convertirse aquí en Colombia en un tejido social así como en otros países, donde la gente se apropió de los puntos que tiene la minga y los replica a otros y los defiende.
Las personas que hacen Minga en otros países es porque creen que otro mundo sí es posible. Porque en este mundo en el que vivimos ya no aguantamos tanta guerra, tanta imposición del régimen.
Estamos cansados de vivir en medio de la guerra. “En mi comunidad por ejemplo ya los niños no pueden ir ha estudiar por los fuertes combates entre la fuerza publica y la guerrilla” dijo un guardia indígena mientras descansaba junto aun árbol.
Mientras tanto un joven del resguardo de San Francisco decía: “la Minga es donde todos ponen sus manos para lograr algo propuesto, por eso llegue aquí mojado y con los pies que me ardían del cansancio, pero eso no es nada para lo que queremos lograr con esta movilización”.
¿Joven que quieren lograr usted? – a lo que respondió: “ yo sé que la Minga tiene unos puntos que fue por los que marchamos la otra vez a Bogotá, no me los se en orden, pero si se que no estamos de acuerdo con la seguridad democrática, porque está diseñada solo para los ricos”.
En ese momento le complementó un compañero que estaba con él : “en mi vereda algunos comuneros ya no pueden entrar a sus cultivos porque la guerrilla los tilda de informantes, y la fuerza pública les dice que son guerrilleros. Allá en el campo nos toca vivir esa realidad”.
Entonces el joven replicó: “todo esto tiene un objetivo de desplazarnos de nuestros territorios para apoderarse de los recursos naturales y eso no lo vamos a permitir, por eso estamos contándoles que los pueblos indígenas resistimos con la palabra”.
La conversación se hacía cada vez mas interesante al saber que me había sentado con personas que llevan en su corazón problemas que no sólo afectaban a los pueblos indígenas si no también a toda la gente pobre de este país.
Me contaron que les preocupaba la ocupación de las multinacionales y la privatización del agua. Me decían que habían visto videos sobre el daño que se le hace a la tierra cuando se explotan los minerales, yo también se que el oro grueso se encuentra en las lagunas pero para nosotros las lagunas son sagradas y no las vamos a excavar por sacar un mineral que sirve solo para demostrar el poder.
El agua también nos la quieren quitar, esto quiere decir que a los grandes impositores no les importa la vida de nosotros. He escuchado experiencias de ciudades aquí de Colombia que a la gente le quitan el agua porque no pueden pagarla.
Que decir de ese libre comercio que lo único que quieren es quitarnos nuestras semillas y ponernos a comer transgénicos. Esta fue una de las conversaciones que tuve con un mayor y un joven del resguardo de San Francisco.
Por eso estamos aquí, porque Colombia tiene que despertar. Hoy a los camioneros, a los estudiantes uno les escucha decir que ellos son sólo mandaderos, pero yo me pregunto ¿hasta cuándo vamos a seguir así?. “La tarea de nosotros los humildes los que le ponemos la espalda al agua y al sol tenemos que llegar con ese mensaje esperanzador de que si es posible construir un mundo diferente para nuestros nietos sin disparar una bala como lo decía el video de anoche.” ratificaron los comuneros.
En cambuches improvisados después de esta marcha que este martes nos permitió llegar a la Ciudad de Cali, descansarán las comunidades hasta el próximo viernes, sin importar las incomodidades, seguirán caminando la palabra que se teje desde su pensamiento y su sentir, desde las enseñanza de sus mayores para defender la agenda de la Minga Social y Comunitaria que comenzó con el Mandato Indígena y Popular en el 2004.