Coyuntura internacional: Crisis económica y crisis política
Jaime Yovanovic Prieto
Profesor J
Uno por aquí, otro por allá, como conejos escapando del humo, dando saltos de agujero en agujero, así parecen andar las finanzas internacionales, o más bien el capital financiero internacional, entremezclado con agentes especiales que buscan y asesinan líderes o finjen acciones terroristas para culpar a los árabes o extremistas de todos los colores, que no faltan en ninguna parte.
El mapa de la geopolítica mundial últimamente se estremece no sólo con los grandes terremotos y temporales que han sacudido a Chile, la India y otras zonas del planeta, sino por la secuencia de las crisis que parecen migrar de Estados Unidos, luego de la debacle de las instituciones financieras de crédito y préstamos resuelta con parches mediante la rápida ayuda en dinero contante y sonante del gobierno, a Grecia que se desmoronó y se infló su economía con gigantescas sumas monetarias de “apoyo” por parte de la Unión Europea, que hace de supergobierno y … bueno, veamos este asunto desde un principio.
Qué está sucediendo y por qué. Los orígenes y características de la actual cadena de crisis y golpes que sacuden los cimientos del capital globalizado:
Israel. Bloqueo de regiones palestinas, desbloqueo de organizaciones solidarias y asalto iaraelita con asesinatos masivos a los barcos que traían esa solidaridad.
Honduras. Institucionalización del golpe militar.
Colombia. Sale al paso del candidato oficial una alternativa que va a disputar la segunda vuelta.
Kirguistán. La región antiguamente sometida por la URSS, colindante con Afganistán y territorio donde Estados Unidos cuenta con bases militares para la intervención masiva en ese último país, ha estallado nuevamente con fuertes choques entre kirguises y la minoría uzbeka qie vive allí originaria del país vecino Uzbekistán, otro territorio también aplastado por la URSS en su época. Por lo que se ve que no sólo en África o Balcanes se cuecen habas y se demuestra nuevamente que los estados en todas partes están siendo utilizados para subordinar naciones e identidades que buscan formas de expresión, como Chile ocupa el país mapuche, España y Francia ocupan el País Vasco, y la minoría poderosa francófona dominaba a la mayoría flamenca de Bélgica, que ha sorprendido a Europa y el mundo con los últimos resultados electorales que han otorgado un tercio de la votación y transformado al partido independentista flamenco en el principal actor político de ese país.
Grecia. El Partido Socialista, tan neoliberal como su homólogo chileno, alemán o español, con las riendas del gobierno en sus manos, no ha podido generar medidas o acuerdos económicos o políticos que permitan un mínimo de estabilidad y paz social para la continuidad de la ganancia, las bolsas se han venido abajo, las empresas se han caido, el estado se ha paralizado, la población está en la calle y se prepara una poderosa huelga nacional. Hace días atrás era la juventud la que llenaba las calles y sumaba diferentes sectores de población, hoy día son los trabajadores, cuyas organizaciones más politizadas se plantean abiertamente otro modelo político económico, dejando de lado que no es hora de otro modelo de sociedad ni de dominación, sino hora de la descentralización de las instituciones y organización de la autonomía de barrios y localidades, lo que se había iniciado de manera aún muy incipiente en la revolución de los claveles de Portugal y su ausencia permitió que la burocracia traicionara la dinámica que se veía venir para negociar espacios institucionales tradicionales con los partidos del poder porque debían respetarse aún! los acuerdos de Yalta que entregaban algunos países a los soviéticos y otros a los aliados. Veamos si ahora, ausentes los soviéticos, los griegos pueden desarrollar formas alternativas de autoorganización barrial y comunitaria que permita el empoderamiento territorial, otra economía de autosustentación local y el redireccionamiento de los recursos humanos, materiales y naturales de cada región o localidad hacia economías locales autogestionarias que permitan volcar los esfuerzos y capacidades de la población y su entorno ya no más hacia la centralidad del estado, sino hacia si mismos, generando potentes nódulos específicos de economía territorial que se pueda articular con las demás regiones balanceando y equilibrando horizontalmente las ventajas comparativas de cada localidad. El enorme flujo de recursos hacia el estado y las grandes empresas sólo es posible vaciando y debilitando la potencia local, lo que obviamente va a permitir la eternización de la dominación y subordinación de las formas capitalistas a las llamadas dinámicas de acumulación desde las cuales irradiar beneficios a la población, la que debe sacrificar su libertad para poder contar con salud y educación, o sea, volver a la experiencia soviética que se devoró a si misma. Hay gente que todavía no aprende!
Por eso no es casual que junto a las fuertes crisis económicas y de los estados, emerjan desde y hacia diversas direcciones las identidades, culturas, naciones y pueblos oprimidos que hacen denodados esfuerzos por sacarse de encima la camisa de fuerza de las instituciones del poder, algunas de ellas para administrarlas en su propio beneficio, ya que esas dinámicas no pueden soltarse plenamente de los valores, prácticas y necesidades establecidas por las relaciones de ganancia y de poder y algunas se niegan a organizar a sus bases en localidades autónomas y autosustentables que desarrollen la vida comunitaria como asentamiento humano esencial desde el cual emitir comunicaciones y relaciones fraternas y de equivalencia hacia otras comunidades. Sin una práctica de respeto y reciprocidad interna de la vida cotidiana, difícilmente se alcanza el respeto y la reciprocidad entre grupos, identidades y localidades, de allí que más que nuevas organizaciones o instituciones sociales, hace falta el establecimiento de las formas de vida comunitaria en cada barrio y localidad.
Para reforzar lo que comentamos, veamos otros ejemplos.
Jamaica. Esa antigua colonia inglesa llena de nietos de esclavos traidos de Etiopía, se encuentra convulsionada por la lucha callejera entre policías y bandas de narcotraficantes en los principales barrios periféricos de Kingston, la capital, siendo que las instituciones oficiales son las que pasan las drogas en contenedores ante las narices de los subordinados que deben mantener la boca callada, a veces con una migaja de billetes que le tranquilizan la conciencia. La aceptación y masividad del uso de la marihuana por las comunidades rastafari ha sido astutamente aprovechada por los gobiernos para atraer turistas, pudiendo leerse hace pocos años atrás en folletos oficiales que la ganja (se pronuncia ganlla, es la marihuana) está muy difundida, pero que las autoridades la mantienen bajo control. Las actuales embestidas del gobierno contra el liderazgo del narcotráfico no es más que una disputa por el reparto de las ganancias, quedando en el medio las comunidades y agrupaciones de rastas que no podrán seguir aguantando esa contradicción tan fuerte en contra de su cultura y tradicionaes seculares. Es demasiado obvio que así como Papá Doc, el tirano Duvalier de Haití, manipulaba y sometía a la población utilizando las tradiciones del Vudú, los empresarios y autoridades jamaiquinas se usan también de forma desvergonzada del componente cultural de la marihuana en los rituales y ceremonias rastas.
Las dos Coreas y el mundo árabe. Cada cierto tiempo, según las necesidades geopolíticas del capital mundializado, se abre fuego desde el sur hacia Corea del Norte y en estos días se ha establecido un estado de tensión que se puede comparar con pocas situaciones del pasado, llegándose al punto de la ruptura de las conversaciones y negociaciones entre ambas partes en que ha quedado dividido ese territorio después de la llegada de las tropas yanquis que derrotaron a los japoneses en la Segunda Guerra, historia que quisieron repetir en Vietnam y les salió el tiro por la culata, lección de la que aún no se recuperan, como demuestran las películas catárquicas (de catarsis, explosiones de desahogo) de Rambo, Forrest Gump, The Hunter (El Cazador, con Robert De Niro) y tantas y tantas otras que buscan reorientar los sufrimientos y reflexiones que cruzaron por las mentes y corazones de millones de ciudadanos estadounidenses que se levantaron en contra de la masacre que hacían sus tropas en lejanas tierras, lo que hoy no sucede con el genocidio del pueblo árabe por parte de las mismas tropas, debido a la ausencia de las corrientes de vida comunitaria que en aquella época levantaban los hippies. Hay sectores que todavía creen que esas multitudinarias manifestaciones fueron resultado del mensaje ideológico que habría alcanzado a miles y millones de personas aisladas las unas de las otras, comenzando recién a abrirse camino la comprensión de que el fenómeno de la protesta se extendía inicialmente entre aquellos que comenzaban a vivir una cotidianeidad de respeto y afectos en la forma de vida comunitaria en comunicación interactiva con la naturaleza. Fue una escuela práctica. Mucho se habló del egoismo y aislamiento de los hippies, sin embargo fueron cientos y miles de ellos los que encabezaron las luchas contra el militarismo yanqui, realizaron el Woodstock, organizaron marchas de protesta y se enfrentaron valientemente con flores en las manos a las fuerzas policiales que les agredían con toda la potencialidad de la máquina estatal represiva. Estaban dispuestos a dar la vida por la vida. Si eso es aislamiento, bien lo quisiéramos hoy día, más que aquellos que no se aislan apareciendo en marchas, debates, periódicos hablando de la “lucha” convenciéndose entre ellos mismos o haciendo propaganda para ganar prosélitos sin conseguir mover un pelo del sistema, sino más bien integrándolo.
Ecuador. Los analistas de la vieja guardia ven en Correa un representante del socialismo del Siglo XXI, amigo de Chávez y parte de la corriente progresista continental, aceptando su discurso demagógico y cerrando los ojos ante las siniestras medidas gubernamentales en contra de los territorios indígenas, las nuevas leyes de explotación minera y de hidrocarburos, de pesca industrial y últimamente de aguas, llegándose a la aberración de atentar gravemente contra los intereses y necesidades de la población que se movilizó de diferentes maneras consiguiendo interrumpir la votación parlamentaria, a lo que la institucionalidad hizo el viraje de plantear una consulta o plebiscito nacional sobre el agua, que por no tener carácter vinculante (nótese la astucia de los dirigentes del partido de Correa, el PAIS, que se aseguraron de aparecer como demócratas al aprobar en la nueva Constitución el plebiscito o consulta, pero retirándole el carácter vinculante, o sea, puede o no ser considerado por el gobierno y el parlamento), ha sido rechazado por las principales organizaciones sociales, barriales, comunitarias e indígenas ecuatorianas.
En estos días está llegando a Quito, la capital, una multitudinaria marcha convocada por el movimiento indígena, lo que coloca en la mesa de análisis y reflexiones la vigencia o validez de los principios que se han levantado del llamado socialismo del Siglo XXI, que está resultando peor que el anterior por su fuerte relación dependiente del capital internacional. Los procesos de acumulación del capitalismo de estado, llamado socialismo, ya no se plantean como antes mediante la autonomía, la industrialización y el desarrollo de una fuerte clase obrera, sino esta vez acentuando el carácter dependiente de monoexportación integrada a los requerimientos del capital mundializado, ya que esta corriente ha tenido que aceptar que ya no es posible dicha acumulación por vía del trabajo asalariado, que cada vez es más precario debido a la modificación de la relación orgánica del capital por la tecnología y maquinización que llega a niveles casi fantásticos o de ciencia ficcion por los elevados grados de automatización y dirección cibernética de los procesos de transformación industrial, lo que ha disminuido grandemente el papel de la fuerza de trabajo creadora de plusvalía. Hoy día la plusvalía está saliendo de la depredación de la naturaleza y hacia allá dirigen su artillería pesada las empresas, sean capitalistas concurrenciales, sean estatales, sean nacionales, sean extranjeras.
Las antenas de los teléfonos celulares estan contaminando el ambiente y las empresas no pueden obtener beneficios si alejan esas antenas para hacerlas más grandes y potentes en cima de montañas, lo que requeriría niveles de inversión por fuera de los márgenes necesarios de ganancia, o sea, plusvalía, que ya no proviene del trabajo de los empleados y vendedores, sino del deterioro del medio ambiente y de la salud de los vecinos de las antenas enquistadas en los barrios de las ciudades pagando millones a los bomberos, empresas y ambiciosos propietarios de terrenos.
Las empresas eléctricas hoy día sólo pueden obtener sus grandes masas de ganancia destruyendo ríos, comunidades y los territorios adyacentes, o sea, lo mismo, obtener la plusvalía de la destrucción de la naturaleza.
Las empresas mineras se anotan otro tanto en la misma dirección, aniquilando glaciales, envenenando ríos y matando trabajadores o enfermando vecinos de las comunidades inmediatas.
Las empresas de modificación genética de semillas y animales no lo hacen mejor, entrándole a la vida natural y transformándola en máquinas subordinadas a los laboratorios transgénicos, envenenando las tierras y el organismo humano.
Las grandes tiendas compran tierras para establecer sus propias siembras y manejo de animales hacinados, cortando el agua de los pequeños agricultores y vendiendo productos modificados genéticamente que deterioran progresivamente la salud, lo que se ha demostrado con estudios del aumento de las alergias en menores de edad en las regiones de implantación de esos cultivos.
La empresas de hidrocarburos no se quedan atrás, penetrando selvas y mares arrasando con la vida y contaminando los mares, como sucede en estos días en el golfo de México gracias a la sed que rompió el pote de la British Petroleum, asustando a la población norteamericana y obligando al presidente Obama a viajar varias veces a la región para hacer show de preocupación por el tema, después que se dieron el lujo de bloquear los avances del protocolo de Kioto para el mejoramiento de las condiciones ambientales del planeta.
Las empresas de la pesca industrial también tienen su parte, aniquilando la biomasa por donde pasan con la pesca de arrastre limpiando de especies y deteriorando las condiciones naturales de reproducción.
Las empresas que pasan a controlar el agua que bebe la población consiguen que las legislaciones les otorguen también la concesión de las aguas subterráneas, evitando que la gente pueda hacer pozos para suministrarse ellos mismos el preciado líquido, así como el control de los mecanismos de distribución del agua para la agricultura.
A eso se oponen las comunidades organizadas, ya que las ONGs y muchas agrupaciones de defensores de la naturaleza se han transformado en mera conciencia crítica y de lobby hacia los parlamentos, muchos de ellos con la idea de hacer campaña para sus candidatos que esos si que van a defender el ambiente, ocultando que los estados no pueden ni van a contener la agresión a la naturaleza que hoy por hoy es la única manera de obtener las grandes masas de ganancia que nutren la voracidad del imperio del capital y los llamados procesos de acumulación interna que podrán garantizar la salud y la educación, tapando el sol con un dedo respecto a la destrucción del medio ambiente y con ello de la vida misma. Si es así, prefiero seguir ignorante y que se cierren todas las escuelas privadas y estatales para abrir las escuelas de la vida comunitaria, donde las propias comunidades formen a sus hijos con los conocimientos ancestrales y aquellas nociones científicas que no signifiquen la intervención ni la destrucción de la madre tierra.
Los indígenas ecuatorianos nos están dando una lección, ya que no se tragan el discurso progresista que esconde nuevas modalidades de acumulación sobre la base de destruir la vida. Por lo tanto, la situación no es para suicidarse y menos para transformarse en oveja subordinada, así como tampoco para levantar jornadas de protesta o encuentros de esclarecimiento donde sólo se reunen burócratas políticos y sindicales con funcionarios de gobiernos y de ONGs, todos ellos ansiosos por encumbrarse a los puestos del poder.
Está claro que sólo la reunión y acción cotidiana de vecinos que se empoderen de sus propias vidas en común y del territorio donde se encuentran, en barrios de las ciudades o regiones rurales, podrá generar las formas de vida compartida entre ellos y de interacción equilibrada con la naturaleza para producir alimentos, generar energía alternativa, desarrollar el trueque con otras comunidades productoras y una economía expansiva basada en la reciprocidad, desprenderse de los lazos ideológicos y materiales del estado y del mercado que les permitan la autonomía alimentaria y de toma de decisiones basándose en sus intereses y necesidades, que ellos tienen más claros que todos los políticos juntos.
Que eso algunos lo llamen comunitarismo, comunismo sin estado, utopía, anarquía, vida natural, rebeldía, hippismo, socialismo cotidiano, vuelta a las raíces, primitivismo, socialismo comunitario, etcétera y etcétera, nos tiene sin cuidado, pues se trata de un bebé recién nacido al que no se le pone nombre ni etiqueta, sino que se espera su mayoría de edad para que lo invente por si mismo, pues de otro modo estaremos reproduciendo la práctica de control, el poder de unos sobre otros.
Es hora de desnudarse, quitarse toda la ropa y los pesados fardos de las ideologías, paradigmas y utopías predeterminadas, para nadar en las aguas puras del encuentro, el afecto, el instinto de lo común, el abrazo, la mirada, el respeto a la naturaleza, la producción autogestionaria de los alimentos y el trueque de reciprocidad entre unos y otros, donde no sea la equivalencia la que determine cuanto te doy por recibir lo tuyo, sino que te doy sabiendo que ahora o después tú me vas a dar a mí, sin condiciones, pues tú eres yo y yo soy tú. Seamos un nosotros. De esa manera nosotros les damos y ustedes nos dan, así producimos bienes, saberes y servicios para nuestro propio uso y para el uso de ustedes, con la convicción de que ustedes están produciendo bienes, saberes y servicios para ustedes y para nosotros.
Una vez establecida esa práctica, aunque sea en fases iniciales, nosotros podemos asumir bajo nuestra dirección las instituciones locales y comunales, tales como juntas de vecinos, cooperativas, centros de estudiantes, sindicatos y municipalidades, en tanto ustedes pueden hacer lo mismo y así cambiamos el mundo sin tomar el poder central, un mundo donde quepan muchos mundos. Es claro que en nuestros y vuestros territorios no podrán entrar las empresas depredadoras o tal vez sobre nuestros cadáveres, como los hippies poniendo flores contra fusiles. Tal vez si nosotros y ustedes estamos intercambiando productos, alimentos, servicios, saberes, actividades culturales, visitantes, etc. descubramos que el estado y la propiedad son obstáculos para nuestro desarrollo, cosa que muchos dicen tener clara por teoría o comprensión y se agrupan entre ellos para convencernos a nosotros y ustedes de que hay que tumbar el gobierno, sin embargo esa es una noción que sólo circula entre sectores inteligentes, astutos y organizados al estilo vanguardia, o sea, que quieren dirigirnos y decirnos por donde caminar, lo que no es más que otra forma de poder de unos sobre otros, cuando nosotros y ustedes sabemos que no hay camino, pues, como dice el poeta, se hace camino al andar.
Vamos a conversar sobre estos temas en nuestro correo o manden ustedes el suyo, el nuestro es redciprocidad@gmail.com y nuestra página web http://clajadep.lahaine.org ¿Y de ustedes?
Abrazos
Jaime Yovanovic Prieto
Profesor J
profesor_j@yahoo.com