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Gulumapu: Antecedentes del conflicto público de basurales en territorio Mapuche

09.07.03

“Antecedentes del conflicto público de basurales
en territorio Mapuche” (extracto del texto
basurales en comunidades mapuche: un conflicto latente
en la region de la araucanía) - julio 2003.-

Presentación:

Si bien es un conflicto latente, recién en el año
1992 la opinión pública se dio por enterada de
los problemas que podría generar a otras personas
la basura que día a día los citerinos depositan
como hábito normal en su vida cotidiana, cuando
numerosas familias de Boyeco se opusieron tenazmente
a la instalación del basural en sus tierras,
promovido por la Municipalidad de Temuco y
administrado por una empresa privada “Siles”. Hasta esa
fecha, nadie de Boyeco se había imaginado que iban a
ser el depósito de basuras de esta ciudad.

La oposición de las familias mapuche generó su
espontánea movilización, obteniendo como respuesta
por parte de las autoridades la represión y
detención de varios (as). Finalmente, el basural se
instaló de todos modos en el sector, el que había
sido trasladado de otra comunidad Mapuche en la
cantera de Metrenco, salida sur de la ciudad.

Tuvieron que pasar varios años para que el
conflicto volviera a estallar. En agosto del año 2000
fallece Aquiles Epul, un niño mapuche del sector
Boyeco, cuyos informes médicos determinaron que
había sido víctima de la temible “bacteria
asesina”, situación que se relacionó inmediatamente con
la existencia del basural. Nuevamente las familias
reaccionaron. Se presentó un recurso de
protección el que finalmente fue rechazado por la Corte de
apelaciones de Temuco en el 2001. Luego de esto,
varias familias lograron coordinarse para
insistir en la erradicación del vertedero y de esta
forma se enteraron que existía un nuevo proyecto para
la ampliación de su funcionamiento que pretendía
consolidarlo hasta el 2025.

Las familias opositoras al proyecto en Boyeco ya
no estaban solas, se habían sumado a los mismos
fines otras familias mapuche también afectadas por
basurales, como es el caso de Ancúe a causa del
vertedero de Gorbea y Quilaco a causa del
vertedero de Purén. Sus constantes protestas generaron
una mesa técnica y de diálogo, generando la visita
a las instalaciones con representantes de
distintos servicios públicos y observadores,
constatándose los impactos y consecuencias, con la idea de
obtener una salida pacífica al conflicto y su
pronta erradicación. Sin embargo, en diciembre del
2001 el proyecto que ampliaba el funcionamiento del
vertedero Boyeco a través de un estudio de
impacto ambiental fue aprobado por las autoridades
públicas, sin informar a los propios afectado(a)s y
nuevamente el diálogo se rompió.

La coordinación de comunidades y familias mapuche
afectadas por basurales en la Región se mantiene
plenamente vigente y desde sus denuncias han
dejado al descubierto una triste realidad: El 70 % de
los basurales en la llamada IX Región está en
tierras Mapuche…. A parte de la poca tierra para
las reducciones, de la histórica marginación, del
despojo territorial, del colonialismo y
atropellos a los Derechos fundamentales por parte del
Estado chileno, sus aparatos de poder habían
convertido las tierras de una gran cantidad de
comunidades en el depósito de basuras.
Al parecer, la vuelta de la supuesta “democracia”
desde 1990, consolidaba esa política racista que
ya existía en desmedro de las comunidades. Varios
Municipios, tanto de Derecha como
concertacionistas, bajo la complicidad de autoridades públicas y
aprovechándose que aún no entraba en circulación
la Leyes indígena y ambiental, rápidamente
crearon nuevos basurales. La mayoría en comunidades.
Son los casos de los basurales de Temuco, Gorbea,
Lumaco, Perquenco, Melipeuco, Pitrufquén,
Loncoche, Nueva Imperial, Vilcún, Cunco, Carahue,
Collipulli, Traiguén, instalados entre los años 1990 y
1993. Otros, posteriormente, ya con Leyes activas,
igualmente se instalaron, dejando en evidencia
los verdaderos sentidos y alcances de estos cuerpos
normativos que en nada sirvieron para resguardar
los Derechos de numerosas familias y de su
ecosistema.

Son varios los dirigentes (as) emblemáticos en
representación de diversas familias que en este
último tiempo han levantado su voz en un grito de
auxilio para exigir la erradicación de los
basurales, alguno de ellos (as): Pablo Matamala Lefimil,
Manuel Curilem y Sara Lefimil de Ankúe, comunidad
Antonio Millamán, vertedero de Gorbea; Elisa
Huenupi, Carlos Huenupi y Segundo Millapi de Kilako,
comunidad Pascul Huenupi II, vertedero de Purén;
Teresa Quinchileo, Kechuko, comunidad Ignacio
Huaiquimil, vertedero Pitrufquén; Pedro Cariqueo,
Gabriel Antiqueo, Sergio Epul, Teresa Boroa, María
Huenchún, entre otros (as), de las comunidades de
Boyeco, vertedero Temuco. A ellos (as) y a
todos(as) que de una y otra forma mantienen su lucha
por la dignidad quienes con entereza y sacrificio
han asumido activamente una causa absolutamente
legítima.

En el mismo contexto, importante ha sido aquellas
personas que han traspasado las cercas de la
ignorancia desde la sociedad chilena y han entregado
su apoyo incondicional a las demandas de las
familias, como también, los espacios y difusiones
hechas para desenmascarar esta realidad por algunas
organizaciones e instituciones locales; junto con
aquellas que ayudaron a denunciar desde el
extranjero. Estos respaldos han sido vitales para las
comunidades en su fuerza y moral, quienes se han
dado cuenta de que no están solas en sus
problemas.

1.- Basurales en Tierras Mapuche: Síntesis del
conflicto Público.

En la IX Región, existe un gran número de
basurales sin cumplir en lo más mínimo las normas del
servicio de salud o de la Comisión Nacional del
Medio Ambiente CONAMA, como asimismo, la relación
con otras disposiciones legales que competen a
otros órganos públicos desde el punto de vista
social, económico y particularmente con componentes
culturales en relación a las comunidades Mapuche.

En el año 2001 comunidades Mapuche de Boyeko, en
Temuco; de Kilako en Purén y de Ankúe en Gorbea,
inician diversas gestiones y acciones con la
finalidad de exigir a las autoridades la erradicación
de basurales que se encuentran en sus tierras,
descubriéndose así un potencial conflicto debido a
que ellas mismas, junto a la agrupación
Konapewman, denuncian la existencia de un 70 % de
vertederos en tierras mapuche en la llamada novena
región.

En dicho año, se inició un proceso de reuniones a
través de la constitución de una mesa con
diferentes actores públicos (Servicio Salud, Gobierno
regional, Conadi, Asociación Municipalidades,
Municipalidades involucradas, CONAMA, Serplac y las
propias comunidades). Sin embargo, con
posterioridad a una serie de encuentros y salidas a terreno
en conjunto, el gobierno regional a través de la
COREMA (Comisión regional del medio ambiente),
presidida por la ex intendenta Berta Belmar, se
aprobó un día antes de su salida de dicho cargo, el
Estudio de Impacto Ambiental (E.I.A) para la
ampliación del plazo de funcionamiento del basural
Boyeco de la comuna de Temuco, el 26 de diciembre
del año 2001. Cabe mencionar que el basural Boyeco
viene funcionando desde el año 1992 y podrá
mantenerse hasta el 2025 con un depósito de basura
sobre las 7.000 toneladas mensuales.

Desde ahí, diversas acciones impulsaron la
coordinación de familias de comunidades afectadas por
los basurales para a dar a conocer su situación:
campañas internacionales, denuncias, encuentros y
hasta una demanda por daños y perjuicios contra
la Municipalidad de Temuco y la empresa
concesionario por sus responsabilidades en el caso del
vertedero Boyeco.

Al respecto, la información de los servicios es
sumamente precaria y limitada, esto debido a que
su competencia se regula exclusivamente en lo que
respecta el funcionamiento interno de los
basurales y no los impactos externos, quedando en
evidencia las limitaciones legislativas y
administrativas.

Tampoco existe un diagnóstico oficial de estos
servicios en los componentes territoriales que
conviven alrededor de los recintos basurales como en
los casos de Escuelas públicas, viviendas,
esteros, ríos, manantiales, condiciones
socio-económicas familiares, lugares patrimoniales (religiosos,
culturales, etc.), entre otros aspectos. Las
propias comunidades han insistido en señalar la
gravedad que enfrentan en sus territorios, denunciando
entre otros aspectos: Contaminación ambiental,
contaminación de las aguas, alteración de los
sistemas de vida, empobrecimiento, violación a los
patrimonios culturales, entre otros.

2.- Diagnóstico: Impactos Generales:

Los problemas visibles que han sido detectados y
que se mencionarán más adelante con detalles y
por sector, han provocado según los propios
dirigentes innumerables consecuencias “irreparables” en
perjuicio de las Comunidades. Al respecto
mencionaremos algunos impactos generales y comunes que
han sido señalados frecuentemente:

a) Empobrecimiento de las Comunidades: En la
actualidad, no solamente la falta de tierra o
limitaciones para la subsistencia son preocupaciones
permanente de las familias mapuche que conviven con
basurales en la Región de la Araucanía, además,
deben sufrir la existencia y consecuencias de un
basural en sus tierras. La sola presencia de un
vertedero limita cualquier posibilidad de
desarrollo ¿Qué posibilidades hay en una zona latente de
concentración contaminante?. El sólo hecho que las
poblaciones urbanas depositen sus basuras en
estas tierras atenta contra su autoestima; altera su
sustentabilidad; productividad agrícola y
comercialización. Es importante señalar, que la gran
mayoría de las familias mapuche de comunidades
afectadas, están actualmente consideradas en programas
sociales o de desarrollo por parte del Estado.

b) Alteración de sistemas de vida, cultura y
costumbres: El funcionamiento de basurales ha
provocado en muchos lugares y de manera progresiva la
alteración de sus sistemas de vida, ya que son
muchos los que han debido cambiar radicalmente sus
actividades de subsistencia. Las posibilidades de
desarrollo agrícola, ganadero y turísticos son
absolutamente limitados en estos lugares. Asimismo,
también es preocupante la dependencia de
subsistencia que ha generado estos basurales en algunas
familias, con toda la peligrosidad que conlleva,
como es el caso de Boyeco y la recolección que se
hace ahí por algunos (as) en medio de la basura.
Otro factor a considerar, son las emigraciones.
Si bien a la existencia de basurales en
Comunidades Mapuche se agregan otros problemas, también es
cierto que un basural contribuye a que muchos
Mapuche decidan emigrar y buscar nuevas
posibilidades, principalmente a zonas urbanas, ante la
carencia de desarrollo y sustentabilidad. Son varios
los que han preferido vivir en un medio libre de
contaminación y buscar otras alternativas de
supervivencia que se les ha negado en sus lugares de
origen.

Sin entramparse en análisis romanticistas o
fundamentalistas, es un hecho que para las
Comunidades, como parte de la cosmovisión del Pueblo
Mapuche, su relación con el entorno territorial es de un
equilibrio entre las fuerzas de la naturaleza y
su forma de vida. La existencia de basurales en
tierras Mapuches trae graves consecuencias a esto,
con irreparables daños a la cultura territorial.
Los mismo dirigentes se han referido a su
territorialidad no como un pedazo de suelo, sino a
espacios que tienen sus propias fuerzas (gnen) en la
tierra, ríos, esteros, bosques, animales,
personas, las que se interrelacionan entre si y permiten
un equilibro. Sin embargo, estas fuerzas
desaparecen por la transgresión y contaminación de los
ecosistemas como consecuencia de los basurales. La
violación y contaminación de menokos (pantanos),
árboles como el Foye (canelo), plantas
medicinales y espacios sagrados donde habitan los
antepasados (cementerios y gillatuwe), trae graves
desequilibrios por la ruptura de los elementos de la
territorialidad.

c) Riesgo latente a la salud de la población: Los
riesgos de infecciones y enfermedades no solo es
un peligro para quienes colindan con los recintos
vertederos, cuya localización de la basura se
ubica en las proximidades de numerosas familias,
mayoritariamente mapuche, las que presentan un alto
riesgo para su salud. La existencia de perros
vagos en varios de ellos, han provocado la muerte de
decenas de ganado menor, causando un enorme daño
a los activos familiares y el peligro de
transmisiones de enfermedades . De igual forma, las aves
de rapiña y la incalculable existencia de plagas
de moscas e insectos, como una situación
frecuente, son potenciales peligros de transmisión de
enfermedades, causando además molestias y peligros
constantes para muchos hogares.

Como ya se ha dicho, en Boyeco, un niño Mapuche
(Aquiles Epul), según informes médicos habría
muerto por la bacteria asesina en el año 2000. En el
mismo sector, principalmente niños (as) han sido
víctimas de brotes de enfermedades como la
hepatitis o la sarna, lo que se ha relacionado con la
existencia del basural. Cabe consignar, que el
recinto se encuentra cercano a la Escuela pública
con más de 120 niños (as) de origen mapuche.
Situación similar se ha denunciado en Ancúe (Gorbea).
Evidente fue el caso en Pilimapu (Lumaco), donde
las casas cercanas al recinto están plagadas de
moscas, lo que se suma a la falta de agua en
temporadas estivales, donde se secan pozos y aguas
superficiales por la existencia de plantaciones
forestales en el sector.

d) Contaminación de Recursos Naturales: Un gran
porcentaje de basurales existen próximos a aguas
superficiales, siendo en algunos casos notoria la
contaminación en causes que comúnmente
suministran a los animales y se aplican en regadío o
microregadío para sembrados. Algunos de los casos a
mencionar, son por ejemplo el del lugar Ancúe,
vertedero Gorbea, cuyo recinto se ubica a 50 mts. del
río. En Boyeco, al interior del vertedero, al
lado de la basura, nace el estero tromen y se
encuentra cercano también al estero Cuzaco pelahuen,
los que son utilizados por un amplio sector
poblacional. Con respecto al basural de Pitrufquén, este
se ubica a 50 mts. de un canal llamado faja
Maisa, encause de unos 17 kmts., proyecto reciente
para un programa de regadío. Otro ejemplo, es el del
basural de Loncoche en el lugar Penchucón, cuyo
recinto colinda en declive con quebrada donde
fluye un manantial, del que varias familias mapuche
consumen agua. En el basural de Vilcún, también
adyace a un estero que suministra agua a los
predios agrícolas y ganaderos colindantes. En Lautaro,
en temporadas de lluvia, se ha denunciado que el
recinto basural ha colapsado por el agua,
inundando predios agrícolas y ganaderos colindantes. En
Villarrica, uno de los basurales (son 2) que se
conoce como el antiguo, se ubica a unos 600 mts.
del río; por su parte el otro (el nuevo) adyace a
un estero. En perquenco, el vertedero se ubica a
unos 900 mts. en línea recta de la piscina
natural que es Municipal y que presenta en temporada
veraniega una alta asistencia de público que se
baña en sus aguas. La gran mayoría de las familias
mapuche que conviven con los basurales utilizan
agua de pozo para su consumo y en algunos casos más
extremos aguas superficiales que adyacen a estos
recintos. Las consecuencias al respecto son
absolutamente insospechadas ante el peligro de
contaminación de las napas, esteros, ríos o manantiales.

Otro grave problema de contaminación a los
recursos naturales y de riesgo a la población, son la
existencia de microbasurales. Al respecto, se
puede mencionar como ejemplo el de Boyeco que es uno
de los más afectados en este sentido, ya que la
presencia de basura en caminos cercanos y
terrenos, botados por particulares que vienen
principalmente desde Temuco, fuera de los horarios de
depósito del recinto vertedero, han convertido el
amplio sector mapuche de Boyeco en depósitos de
desechos de todo tipo. Por otra parte, catastrófica es
la situación que enfrenta el lugar pelahuenco,
comunidad Curihuentro a causa del vertedero de
Galvarino. Si bien, dicho recinto se encuentra
oficialmente cerrado, el que dejó de funcionar el año
2002 a causa de un litigio de propiedad con una
familia mapuche, la que finalmente ganó, el sector,
principalmente en las inmediaciones de dicho
recinto, en pleno camino público, se ha convertido en
un basural clandestino donde transitan
obligadamente, día a día, numerosos niños (as) y adultos.

La quema de basuras al interior de los recintos
es otra práctica común que se hace. La
incineración aumenta los malos olores y la amplia
contaminación del aire de las familias que colindan.

e) Impactos a los valores paisajisticos: La
existencia de los basurales ocasiona graves impactos a
los valores paisajisticos que contaban los
lugares. La importancia histórica, cultural y
paisajistica que la mayoría presenta, se ve absolutamente
disminuida con su funcionamiento, empañando las
características propias de la zona. Hoy. Muchos
sectores son conocidos exclusivamente por el
funcionamiento de un “Vertedero” y no por sus variadas
riquezas y pertinencias. La casi totalidad de los
basurales, colindantes con caminos públicos,
presentan precarias infraestructuras, con plena
visión hacia su interior, incluso varios de ellos con
basura a exposición sin que se hayan rellenado.
Los malos olores y la frecuente quema de basura
son situaciones frecuentes que alteran ampliamente
las zonas.

f) Disminución del valor patrimonial: Junto a los
daños en la calidad de vida y prejuicios morales
que han debido soportar numerosas familias,
también se han visto desvalorizadas comercialmente sus
tierras. De acuerdo a estimaciones de peritos
topográficos, las propiedades en Boyeco por la sola
existencia del vertedero en sus cercanías, han
tenido una disminución patrimonial de cada
hectárea, de unos 2 millones de pesos, situación que
motivó a la presentación de una demanda por daños y
perjuicios en contra la Municipalidad de Temuco y
la empresa responsable a fines del año 2002 en
representación de unas 40 familias mapuche.
Idéntica ituación se replica a todos los terrenos que se
encuentran próximos a los recintos de basurales.

3.-.- Basurales en Tierras Mapuche: Racismo
ambiental

No solamente existe la deuda histórica en el
sentido territorial con el Pueblo mapuche, hoy está
la Deuda ambiental con los derechos económicos,
sociales y culturales, los que se han provocado,
como ejemplo, entre otras consecuencias, a causa de
la instalación de basurales. En este último
tiempo, distintos gobiernos, amparando a empresas
privadas, han adoptado medidas que tienen efectos
negativos en el medio ambiente y perjudican a
comunidades Mapuche, condición que se ha convertido en
una forma contemporánea y habitual de
discriminación.

Basta sólo con fijarse dónde viven las
comunidades Mapuche y luego identificar donde están los
problemas de impacto ambiental: La existencia de
plantaciones de monocultivos en especies exóticas
forestales con sus inevitables consecuencias
(sequía de recursos hídricos, contaminación por
plaguicidas, etc.); megaproyectos como carreteras y la
construcción de la represa Ralco y sus impactos a
los ecosistemas; la contaminación de monocultivos
de salmones; la instalación de basurales, entre
otras tantas realidades de daños y contaminación,
son situaciones que generalmente se mantienen en
desmedro de una vasta cantidad de personas
mapuche de comunidades.

Dentro de las discusiones sobre Racismo ambiental
a nivel del Derecho internacional, se ha
sostenido que…. “El racismo ambiental es una violación
a los derechos y es una forma de discriminación
causado por gobiernos y políticas del sector
privado, practicas, acción o inacciones, que
intencionalmente o no intencionalmente apuntan
desproporcionadamente y agreden el ambiente, la salud,
biodiversidad, la economía local, la calidad de vida y
seguridad en comunidades, trabajadores, grupos e
individuos basado en raza, clase, color, género,
casta, etnicidad y/o su origen nacional”…..

Considerando esta definición, la existencia de
basurales en comunidades mapuche en la región de la
araucanía, no es una coincidencia ni acción
fortuita, por el contrario, forma parte de un
comportamiento social e ideológico político que establece
una jerarquía al interior de los grupos de poder
del Estado y que se ha replicado al conjunto de
la sociedad chilena, como práctica colonialista y
de asimilación al Pueblo Mapuche y que hoy se
traducen en nuevas formas de discriminación, como es
este racismo ambiental.

En la región, latifundistas y empresas que
controlan grandes extensiones de terrenos, siendo el
caso de muchos que ni siquiera viven ahí, nunca en
sus terrenos han recibido el depósito de basuras
u otros proyectos con algún tipo de impacto, a
pesar de que en sus alrededores prácticamente no
hay existencia demográfica, pero las redes
políticas y económicas corrompidas por grupos fácticos,
controladores del poder, hacen que las
consecuencias sean recibidas por amplios sectores
desposeídos. Los basurales se sitúan mayoritariamente en
medio de comunidades mapuche, y en algunos casos,
en sectores cercanos a poblaciones de campesinos
pobres, donde habitan numerosas familias,
soportando la contaminación al lado de sus viviendas, al
lado de sus caminos, al lado de los predios
agrícolas y ganaderos, al lado de sus escuelas, al
lado de sus recursos naturales, como el agua y
bosques.

Basurales como los de Galvarino, Gorbea,
Imperial, Loncoche, melipeuco, Perquenco, Pitrufquén,
Pucón, Saavedra, Teodoro Schmidt, Temuco, Vilcún,
Villarrica, Ercilla, Los Sauces, Lumaco, Purén,
Lautaro, se sitúan al interior, adyacente o muy
cercanos a comunidades Mapuche. Otros, como los de
Cunco, Freire, Traiguén, por ejemplo, se sitúan
cercanos de poblaciones de campesinos chilenos
pobres. Esto deja en absoluta evidencia la práctica de
racismo ambiental sostenida y en algunos casos,
evidencia el clasismo, atentando contra sectores
vulnerables y desprotegidos en sus Derechos.

Alcaldes y autoridades de servicios públicos, son
reproductores de una ideología racista y con
consecuencias etnocidas al atentar contra Derechos
individuales y colectivos, por ser responsables
directos en la existencia y funcionamiento de los
basurales en comunidades mapuche y otros sectores
vulnerables.

Los antecedentes de basurales en comunidades
Mapuche, confirma que el 70 % de ellos funcionan en
comunidades Mapuche, lo que transgrede diversas
normas de Derecho internacional que versan en la
materia (medio ambiente, pueblos indígenas y
racismo) y que son varias las reconocidas por el Estado
chileno. Como ejemplo: La Declaración de Río de
Janeiro sobre Medio Ambiente y Desarrollo (en
particular el principio 22), el Programa de Acción
sobre Desarrollo Sostenible (en particular,
capitulos 11 y 26), El Convenio sobre Diversidad
Biológica ( en particular, articulos 8j y artículos
conexos), la Convención Internacional para la
Eliminación de todas las Formas de Discriminación
Racial, El Convenio 169 de la OIT sobre Pueblos
Indígenas y otros instrumentos principios y programas de
las Naciones Unidas y de sus agencias
especializadas.

En relación al derecho a ser consultados en todos
los asuntos que conciernen ; el derecho al
consentimiento previo e informado, el derecho a que las
opiniones y decisiones sean respetadas,
contempladas en el Derecho internacional en asuntos
indígenas y señalado en la Ley chilena para Indígenas
Nº 19.253, artículo 34º, inciso 1º, nunca han sido
considerados para las comunidades afectadas por
los basurales y en realidad en ningún conflicto.
Por el contrario, las comunidades mapuche han
debido soportar las políticas de imposición y
divisionismo.

4.- Consolidado: Basurales en la Región de la
Araucanía y Comunidades Mapuche afectadas

**vertedero por comuna – IX Reg.
**Comunidad Mapuche afectada
**Distancia aproximada
**Año aprox. funcionamiento.

1) Vertedero Temuco
Varias Counidades Mapuche de Boyeco
Distancia de comunidades: interior
Año inicio funcionamiento: 1992

2) Vertedero Gorbea
Com. Antonio Millaman
Distancia de comunidades: interior
Año inicio funcionamiento:1993 (2º etapa)

3) Vertedero Purén
Com. Pascual Huenupi
Distancia de comunidades: interior
Año inicio funcionamiento:1996

4) Vertedero Lumaco
Com. Pililmapu
Distancia de comunidades: interior
Año inicio funcionamiento:1992

5) Vertedero Perquenco
Com. Llancamil
Distancia de comunidades: interior
Año inicio funcionamiento:1995

6) Vertedero Melipeuco
Com. Juan Meli
Distancia de comunidades: interior
Año inicio funcionamiento:1993

7) Vertedero Pitrufquén
Com. Cleonardo Pilquimán y Com. Ignacio
Huaiquimil
Distancia de comunidades: interior
Año inicio funcionamiento:1993

8) Vertedero Villarrica II
Com. Pedro Ancalef
Distancia de comunidades: A -1 Km. Aprox.
Año inicio funcionamiento:2000 (nuevo)

8) Vertedero Villarrica I
Com. Pedro Ancalef
Distancia de comunidades: A - 1 Km. Aprox.
Año inicio funcionamiento:S/A (Antiguo)

9) Vertedero Loncoche
Com. María M. Quilacán
Distancia de comunidades: Interior
Año inicio funcionamiento:1996

10) Vertedero Imperial
Com. Hueche Huinca
Distancia de comunidades: Adyacente
Año inicio funcionamiento:1992

11) Vertedero Freire
No hay en radio cercano
Año inicio funcionamiento:2001

12) Vertedero Galvarino
Com. Curihuentro
Distancia de comunidades: Interior
Año inicio funcionamiento:S/Antecedentes

13) Vertedero Carahue
No hay en radio cercano
Año inicio funcionamiento:1992

14) Vertedero Lautaro
Com. Juan Millape
Distancia de comunidades: A - 1 Km. Aprox.
Año inicio funcionamiento:1996

15) Vertedero T. Schmidt
Com. Francisco Quilaqueo
Distancia de comunidades: adyacente
Año inicio funcionamiento:1996

16) Vertedero Saavedra
Com. Marcelo Nahuelcoi
Distancia de comunidades: adyacente
Año inicio funcionamiento:1996

17) Vertedero Vilcún
Com. José M. Millaleo
Distancia de comunidades: A - 1 Km Aprox.
Año inicio funcionamiento:1994

18) Vertedero Cunco
No hay en radio cercano
Año inicio funcionamiento:1991

19) Vertedero Toltén
No hay en radio cercano
2001

20) Vertedero Victoria
No hay en radio cercano
Año inicio funcionamiento:1982

21) Vertedero Pucón
Com. Pascual QUENUPI
Distancia de comunidades: A - 1 Km Aprox.
Año inicio funcionamiento:1995

22) Vertedero Collipulli
No hay en radio cercano
Año inicio funcionamiento:1990

23) Vertedero Traiguén
No hay en radio cercano
Año inicio funcionamiento:1991

24) Vertedero Ercilla
Com. Epuleo Conamil
Distancia de comunidades: interior
Año inicio funcionamiento:1996

25) Vertedero Lonquimay
No hay antecedentes directos – según CONAMA no
hay.-
Año inicio funcionamiento:2002

26) Vertedero Curacautín
No hay antecedentes directos – según CONAMA no
hay.-
Año inicio funcionamiento:1997

27) Vertedero Los Sauces
Comunidad José Loncomil - No hay antecedentes
directos – según fuentes públicas:
Distancia de comunidades: A - 1 Km Aprox.- según
fuentes públicas
Año inicio funcionamiento:1997.-

28) Vertedero Angol
No hay antecedentes directos – según CONAMA no
hay.-
Año inicio funcionamiento: S/antecedentes

*Interior: Cuyo recinto basural se encuentra en
medio de reducciones Mapuche.-
*Adyacente: Cuyo recinto basural colinda en
alguna de sus partes con terrenos de comunidad
*A - 1 Km.: Comunidad Mapuche más próxima al
recinto basural a menos de 1 kilómetro.
*No hay en radio cercano: Se constató que un
radio de más de un 1 km. No habían terrenos de
reducciones mapuche cercanos al recinto basural.-
*No hay antecedentes directos: Que no se pudo
constatar en terreno la existencia de comunidades
cercanas a los recintos basurales – Fuentes
utilizadas según registros públicos e información
CONAMA.-
5.- Demandas y propuestas en el Marco del
conflicto:

Entre los años 2000 y 2001, importantes fueron
los planteamientos emitidos por los dirigentes en
representación de las familias mapuche afectadas
por los basurales, junto a la agrupación
Konapewman, con la idea de resolver los conflictos que les
afectaban. A continuación, en extracto,
señalaremos las demandas y propuestas generales al
respecto, las que en su mayoría se mantienen hasta la
fecha:

a).- Evaluación técnica de los riesgos e impactos
en las Comunidades:

Como ya se ha mencionado, por consecuencia de las
constantes protestas y a propuesta de las
familias Mapuche de Boyeko (Temuco), Ankúe (Gorbea) y
Kilako (Purén), a mediados del 2001 se inició una
mesa de diálogo que generó una comisión técnica de
diversos servicios públicos, observadores y los
propios afectados, para constatar los riesgos e
impactos en terreno, visitando las instalaciones.
Su idea era recoger las denuncias, que se
hicieron, tales como: Lugares visiblemente expuestos a
contaminación (ríos, esteros, menokos,
microbasurales, quema de basura); viviendas cercanas a los
recintos a menos de 300 mts; la existencia de
lugares patrimoniales, culturales y religiosos de las
comunidades cercanos a los basurales
(cementerios, canchas de gillatuwe, paliwe); plagas de moscas
y la existencia de manadas de perros vagos;
Escuelas públicas cercanas, entre otras situaciones. A
su vez, se pretendía iniciar un estudio
científico sobre las actuales condiciones ambientales y
sanitarias a las que estaban expuesta las familias,
cuyos compromisos fueron adoptados por los
servicios públicos, principalmente el Servicio de salud
y CONAMA, tales como: mediciones de contaminación
de las aguas cercanas y de los pozos de las
familias para el consumo; calidad de vida y de salud
de la población expuesta. Pues bien, ninguno de
esos compromisos finalmente fueron asumidos y las
familias mantienen la incertidumbre de la
verdadera condición que enfrentan en la actualidad. Para
más el diálogo se rompió con la aprobación en
secreto del estudio de impacto ambiental para
ampliar el plazo de funcionamiento (2025) del basural
Boyeco en diciembre del 2001.-

b) Erradicación de los basurales:

Una de las demandas principales de las familias,
es obviamente la erradicación de los basurales y
no su mejoramiento. La existencia de basurales,
en la mayoría de los casos llevan más de 10 años
funcionando, sin cumplir en lo más mínimo siquiera
las propias exigencias sanitarias y ambientales.
La contaminación ya se ha provocado de manera
irreversible y su sólo perfeccionamiento en
infraestructura no garantiza la seguridad e integridad de
las familias que están expuestas. Ante esto, la
posición de las familias es intransable:
“Erradicar los basurales. Velar por la salud y los
ecosistemas. Terminar con la contaminación y el racismo
ambiental imperante”.-

c) Tratamiento de la basura que queda:

Considerando el principal objetivo: su
erradicación ¿qué ocurre con la basura que por años se ha
acumulado, que por años viene contaminando y
continúa con sus procesos de descomposición?. La sola
salida de los basurales, tampoco garantiza la
seguridad e integridad a la salud y al medio
ambiente. la basura que queda, continúa con su
inevitable avance de impactos. Los residuos sólidos,
domiciliarios e industriales, los percolados
continúan.

Por lo mismo, el Estado a través de sus órganos
públicos debe hacerse responsable en el
tratamiento de la basura que queda y elaborar, en conjunto
con los afectados, nuevas estrategias que
intenten revertir dichas condiciones, una vez que los
basurales se hayan erradicado. En Galvarino por
ejemplo, el año pasado el recinto basural se cerró,
sin embargo la basura queda, los impactos quedan
y ningún órgano público se hace responsable, por
los demás se mantiene el depósito de basura
clandestina en todo el sector, situación que tampoco
es sancionada. Idéntica situación se replica a
todos los basurales que han cerrado y se han
trasladado a otros lugares. En Temuco, lugar la cantera
de metrenco; En Freire, Lonquimay, y en general
en la mayoría de las comunas donde nunca ha
existido un tratamiento para la basura que queda.

d) Compensaciones y mitigaciones: Ya se ha
descrito las consecuencias de los basurales para las
familias cercanas: prejuicios morales, disminución
de la calidad de vida; prejuicios a la
productividad; alteraciones a las formas de vida;
prejuicios pecuniarios, mayor empobrecimiento, en fin, sin
embargo resulta inconcebible, que en la gran
mayoría de los sectores afectados no existen
programas sociales y de desarrollo por parte del Estado,
no existe conciencia al respecto, por el
contrario, se encuentran en el absoluto abandono y
desamparo. Una de las preocupaciones, junto con el tema
de fondo: la erradicación de los basurales, ha
sido el diseño de una política de desarrollo para
estos sectores, pero de acuerdo a la idea de
desarrollo de las propias familias y comunidades
afectadas, con sus verdaderas prioridades y con la
finalidad de mejorar la calidad de vida desde su
perspectiva y no por imposición de los proyectos y
programas del Estado, siendo esto una forma
indispensable de compensación y mitigación a los daños
que han sido ocasionado directamente por
responsabilidad de órganos públicos.

Ya en mayo del año 2002, la comunidad Ancúe a
través de un comunicado público, señalaba su
dirigente Pablo Matamala Lefimil: “Hoy el
empobrecimiento es peor en la comunidad y las emigraciones van
en aumento, ante la falta de tierra y la
contaminación que vivimos”. …. agregaba …. “junto con
enfrentar los graves impactos ambientales que
enfrentamos por el basural, también nos ha
ocasionado irreparables consecuencias socio-económicas.
¿quién se atreve a sembrar estando al lado de un
depósito de basura, estando con la tierra y el agua
contaminada?; o mejor dicho ¿quién nos compraría
productos agrícolas?, señaló el
dirigente…..continuaba diciendo ….. “No solamente se nos ha
negado una solución a las demandas para erradicar
el basural con el que convivimos, sino también se
nos ha negado aspectos básicos del
asistencialismo estatal. Hemos postulado al saneamiento de
títulos a través de Bienes nacionales y Conadi para
poder postular a viviendas; estamos fuera de
programas de desarrollo, como el de orígenes. Nuestra
capacidad está para crecer, nuestras propuestas
están, sin embargo, estamos en el abandono,
marginación y discriminación por parte de instituciones
públicas del Estado”…. Hoy, Pablo Matamala
Lefimil, Presidente de la Comunidad Ancúe, es uno de
los tantos emigrantes que desde sus tierras ha
tenido la obligación de emigrar a Santiago para
buscar fuentes de trabajo y poder alimentar a su
familia.

e) Proyectar una política modelo ambiental en
materia de basurales:

Las propias familias han señalado que no
pretenden replicar lo vivido a otros sectores
poblacionales, mapuche o no mapuche.

“Lo que mi familia ha vivido no se lo doy a
nadie” “Queremos que nos devuelvan el respeto, pero
también exigimos el respeto a los demás”, señalaba
María Huenchún, quien vive a menos de 200 mts. de
la basura de Boyeco, con sus aguas absolutamente
contaminadas, recibiendo diariamente los olores y
las plagas generadas por la basura.

Traslado y disminución de recintos basurales:
….“No se trata de tapar un hoyo para hacer otro y
seguir con los mismo, traspasando los problemas a
otras personas”, señalaba Pedro Cariqueo de
Boyeco en una reunión técnica de la fallida mesa mesa
de diálogo en el 2001. “Está bueno que terminen
con la discriminación, nuestras tierras no son
basura de nadie”, agregaba Sara Lefimil de Ancúe.

El seguir manteniendo las actuales políticas
sanitarias y ambientales sobre los basurales es
seguir causando un abierto ecocidio y etnocidio. La
erradicación de los recintos desde comunidades
Mapuche, no pasa simplemente por su traslado, pasa
por las transformaciones que en este sentido deben
ocurrir. Una de ellas es terminar con el racismo
ambiental y la discriminación conexa a sectores
poblacionales no mapuche desprotegidos en sus
Derechos.

En el mismo contexto, es injustificable la gran
cantidad de recintos basurales que existen en la
actualidad en la Región de la araucanía,
perfectamente es viable la disminución de recintos,
agrupando a varias comunas para la concentración de la
basura, con recintos modelos donde no haya
demografía y recursos naturales expuestos; a la par de
una política ambiental de educación cívica, cuyo
fundamento sea el de reducir, reciclar y re-usar
al interior de las ciudades y pueblos urbanos.
Tampoco pasa por la privatización de la
administración de la basura, como se pretende, los órganos
públicos no pueden trasladar su responsabilidad
ambiental y sanitaria a entes privados que solo
buscan lucrarse sin considerar en lo más mínimo los
impactos que se puedan generar.

Educación sobre la basura: Una de las grandes
prioridades debe ser la disminución de la basura que
es depositada en los recintos. La gran mayoría de
ella puede evitarse si existe una política para
reciclar y re-usar. Las pilas, las baterias, los
vidrios, el plástico, los papeles, pueden ser el
motivo de una nueva política económica, fuente de
trabajo y de ingresos, siempre y cuando los
grupos de poder económico lo permiten, ya que el
reciclaje atentaría a varios en sus activos.

En este sentido y reproduciendo la experiencia
que tienen varias localidades en distintos Países,
el diseño de una nueva estrategia debería apuntar
a los siguiente:

a) La Promoción en la comunidad sobre Educación
Ambiental.

b) La promoción de alternativas económicas y
comerciales a través del reciclaje y de re-usar
desechos sólidos domiciliarios.

c). Investigar y promover el aprovechamiento de
los desechos sólidos, con participación
comunitaria.

d) Capacitación cívica con respecto al
tratamiento adecuado de los desechos sólidos y su
recuperación, promoviendo la recogida selectiva, en su
origen, para la separación de los residuos.

e) Especial énfasis de una educación de
conciencia con respecto a los desechos de pilas y
baterías, las que científicamente comprobado presentan
sustancias peligrosas que tienen efectos adversos
inmediatos o retardados en el medio ambiente y las
personas. En la mayoría de los Países Europeos de
occidente, está prohibido enterrarlas o
depositarlas en rellenos sanitarios; en otros ya no se
fabrican con tanto contenido de mercurio; o en el
caso de Japón, donde se reciclan. ¿Cuántas pilas y
baterías existen actualmente en los recintos
basurales? ¿cuántas personas, familias, comunidades y
sus recursos naturales están expuestas hoy día a
causa de las sustancias peligrosas de estas, como
el mercurio, litio, óxido de plata, zinc-aire,
etc.?

**Por Alfredo Seguel, extracto del texto
basurales en comunidades mapuche: un conflicto latente en
la region de la araucanía - Agrupación Konapewman
/ Comité técnico coordinación de comunidades en
conflictos ambientales (región de la araucanía) -
Gulumapu julio 2003.

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