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Nina Chiara: Teatro con memoria
Christian Pino: “Obras, tengo muchas en mente, pero hay que madurarlas, escribirlas, reescribirlas, soñarlas. Siempre hay que tener un proyecto andando, así la muerte no te lleva”.
-¿Dónde y cuándo comienza Christan Pino su experiencia en el teatro?
-Si mal no recuerdo, partí haciendo teatro con la compañía La Esfera, en 1994-95, montando una obra de Andrés del Bosque llamada “Don Segismundo de la Estrella”. Luego, entré a La Patogallina, a la obra “A sangre ´e pato”, también participé en el “Húsar de la Muerte” y en “1907”. Después trabajé en el Teatro del Silencio, en la obra Purgatorio, para finalmente armar mi propia compañía llamada Nina Chiara, donde ya hemos creado tres obras: Raymi, Pequeños Cuentos Precolombinos y Memoria al Fuego.
-En lo musical: ¿Cuál es tu formación y en qué agrupaciones tocas actualmente?
-Mis estudios musicales fueron con Jorge Rodríguez, Jorge Campos, Marcelo Aedo, Marcelo Córdova y mi maestro, Ernesto Holman, en bajo. También estudié música precolombina con José Pérez de Arce y Claudio Mercado, del Museo Chileno de Arte Precolombino; y con Jean Jacques Lemetre, del Theatre du Soleil, en Francia, sobre música para teatro y la música en el cuerpo del actor. ¡Y escuchando a la Violeta Parra, por supuesto!
Actualmente toco en la banda Seidú, mezcla de ritmos latinoamericanos con rock, electrónica y una gota de alucinógeno…, más que una gota, diría yo, mezclado con mucho poder. También toco en la Pichimuchina, grupo de rescate de sonidos y texturas con origen precolombino, es la continuación del mítico grupo La Chimuchina.
-¿Qué opinas sobre la industria cultural chilena. Los fondos concursables y las asignaciones directas?
-Lo que se ha conseguido en cuanto a fondos es rescatable. Pero ¿Dónde quedó el público que consume cultura? Chile continúa siendo un país mediocre, donde la gente no tiene una necesidad de teatro, de arte. Para cambiar esa mentalidad, se debería haber partido por ahí: Por fondos para la construcción de salas de teatro, exposiciones, para más programas de artistas en poblaciones, para trabajar con las personas que realmente se quedan viviendo en los lugares, …en convenio con municipalidades para que lleven gente que nunca va al teatro. Nosotros tuvimos una función de Memoria al Fuego en La Granja, donde ese público te regala algo mucho más grande de lo que tú puedes entregarles, …se te devuelve por mil. El aplauso de pie fue una inyección de energía.
En cuanto a las asignaciones directas, …si el grupo o la compañía se lo merece porque lleva un trabajo de años, lo encuentro bien, …la constancia merece ser premiada. Ahora, si es por compadrazgo, como suele ser, pésimo.
-¿Qué visión tienes de la sociedad chilena?
-Pienso que en Chile la gente vive aturdida en el televisor, con programas imbéciles y no son capaces de darse cuenta cómo les meten el dedo en la boca. Creen todo lo que la TV les dice, se encierran y no salen, no disfrutan.
La gente ya no lee, no se informa. Les suben el pasaje a cada rato y no están despiertos a reclamar.
-Sobre la ‘escena dramática’ del Gobierno actual, ¿Cómo se para el teatro frente al Estado?
-Igual que siempre….trabajando.
El teatro es una misión, hay que tener claro lo que se quiere decir, el resto es luchar y luchar, pasar hambre y soñar, la satisfacción te la dan las personas, el espectador.
Pienso en época de dictadura, cuando la gente del Ictus tenía que salir en caravana porque los estaban esperando para matarlos. Ahora no es tan terrible. Ahora te matan de a poco.
Lo importante es tener presente la memoria, porque ellos se van a preocupar (igual que siempre) de pasar todo a la rápida, de ocultar. Ya hicieron anuncio de celebraciones para el bicentenario. Muy poca cultura en los recuerdos, nada de las víctimas de la dictadura y mucho de marchas militares, …y reconstrucción de la Esmeralda. ¿Estaré muy equivocado, que encuentro que esas son estupideces y que realmente eso no es lo que la gente necesita? En fin ¿Cuándolos fascistas han tenido idea de cultura? El teatro es vida, el fascismo es muerte.
Otro mundo es posible, dicen los zapatistas, yo quiero creer.
-Una visión de las artes en regiones…
-Hay un grupo de personas, en Achupallas, que organizan un festival de teatro popular maravilloso, La Mandrágora. También he sabido de un grupo de teatro en Talca, los Teatropello, que hacen un trabajo social increíble, armaron un teatro en un cerro, donde llegan los campesinos a ver las obras (esa es la esencia del teatro creo yo). Me gustaría que tuviéramos más contacto entre regiones, intercambios sobre todo.
-Memoria al Fuego…
-Memoria al Fuego nace de la necesidad de sacar fuera un poco de mi niñez, es más o menos como viví la dictadura cuando pequeño. También en un momento apareció la historia de Diana Aron. Historia que me sorprendió profundamente: Joven mujer, de 24 años, que estaba embarazada cuando fue detenida y asesinada. Ella no habló y no delató a nadie, se mantuvo firme hasta su muerte. Esa mujer empezó a aparecer en mi vida. Un día, en una marcha por los detenidos desaparecidos, empiezan a repartir los carteles con los rostros de víctimas, miro la foto y el nombre Diana Aron. Prometí de una vez por todas hacer esta obra que estaba escrita y guardada desde hace unos años.
Es un humilde homenaje a esas personas que Chile ha olvidado, a los familiares que aún esperan a sus seres amados, un pequeño recuerdo para que las nuevas generaciones sepan que hubo un tiempo gris en este país, de mucha sangre y muerte.
También es un reconocimiento a mi abuelo, Juan Vergara, dirigente sindical aún, a sus 89 años de edad, y un regalo para mis hijos, para que entiendan que hay personas que hemos tratado, durante años, de entregarles un poco de color.
-Cuéntanos sobre el trabajo colectivo como herramienta de comunicación social/artística.
-El trabajo colectivo es una pieza fundamental dentro del teatro.
Esta obra y esta compañía no serían posibles sin el trabajo colectivo, cada miembro aporta sus conocimientos y su energía para que los proyectos lleguen a puerto. Yo soy un agradecido de cada uno de mis compañeros y espero que ellos sientan lo mismo por mí, esta creación ha sido realizada con mucho amor y creo que eso queda demostrado en el escenario. Hay un esfuerzo gigante en cada uno de los Nina Chiara; hace meses que trabajamos sin dinero y ahí están todos en pie de guerra… Y aunque a veces las fuerzas se vengan abajo, siempre hay por lo menos uno que te recibe y te da un empujón. El mundo está tan individualista, que el trabajo en colectivo también es una forma de decir que no te parece como funciona la sociedad actual.
-¿Qué viene ahora? Fechas, nuevas obras, música.
-Agosto: Memoria al Fuego, teatro Finis Terrae (Bilbao con Pedro de Valdivia), sábados y domingos a las 20:00 horas + exposición de fotografías de Alexis Díaz + vinito navegao, algo para comer y la conversación con la gente, nos interesa mucho poder comunicarnos. Queremos grabar la música del Memoria al Fuego, y con los Seidú estamos en proceso de grabación de un disco.
Siempre hay en mente tocatas con la Pichimuchina, en estos momentos tenemos un concierto llamado Popol Vuh, con imágenes que hice en las pirámides mayas de Palenque, en México, más los dibujos de José Pérez de Arce y en el video Arturo Quezada. También El documental Sentimiento Sikuris será subido a la página web del Museo de Arte Precolombino para ser descargado.
Por último, tenemos un trabajo con Nina Chiara en el barrio La Piscina, en Rengo. Y algún día haré una obra sobre Pablo De Rokha, ¡De eso estoy seguro!
Por Pía Sommer Catalán
Cultivos Chilenos (segunda quincena julio 2010)
El Ciudadano N°84