Autor: “Arturo D. Villanueva Imaña”

Bolivia: La candidatura de Añez y el retorno del separatismo fascista

A no dudarlo, la candidatura de Jeanine Añez es totalmente reprochable y cuestionable desde el punto de vista ético y de principios, porque los rompe para favorecer mezquinos como inadmisibles intereses personales y político-empresariales que desean continuar medrando de su alianza con el poder circunstancial, sólo que esta vez no con el masismo.


Bolivia: Transición democrática bajo asedio conspirativo y parcialización política

Dicen que “el diablo nunca duerme”, y eso es precisamente lo que sucede actualmente con el corto y perentorio periodo de transición democrática que vivimos. Y es así porque en contrario de lo que la mayoría de los bolivianos quiere (que es el establecimiento de mínimas condiciones de pacificación para unas elecciones nacionales finalmente limpias, transparentes y libres), cada día comprobamos el permanente asedio conspirativo orquestado por la camarilla confrontacional del MAS y su jefe de campaña. Ellos buscan desestabilizar la democracia (no solo al gobierno provisional), crear nuevamente un vacío de poder y establecer condiciones de inestabilidad nacional que propicien el retorno de su caudillo como “salvador”.


Bolivia: Propuestas para no desandar lo avanzado y convertir en alternativa la incertidumbre

Lo que corresponde es construir una alternativa independiente y claramente diferenciada del neoliberalismo y del masismo, que adopte las principales demandas y preocupaciones populares referidas por ejemplo a: deshacerse del modelo extractivista y desarrollista imperante; construir una forma de relacionamiento armónico con la naturaleza, en concordancia con un enfoque antisistémico y anticapitalista que permita establecer un nuevo paradigma alternativo; atacar estructuralmente el machismo, la violencia y el patriarcalismo.


Bolivia: el invento del golpe de estado como coartada

La “teoría” del golpe de Estado para todos los que vivimos en Bolivia y hemos luchado en las calles para recuperar la libertad y la democracia de manera pacífica, siempre ha significado una invención fantasiosa pero esperable de quién permanentemente ha optado por victimizarse e indilgar a otros sus propios despropósitos.


Bolivia: El cabildo de Santa Cruz

Tamaña expresión de rechazo y repudio acumulado no alcanzó para dar la talla nacional que todo el país esperaba, y prefirió replegarse a la atención de los problemas urgentes que le agobian. Es decir, que antes de encarar el liderazgo nacional que se perfilaba en defensa y la recuperación de la democracia, Santa Cruz decidió encapsularse para priorizar los asuntos que les aquejan.
Parece claro que las elecciones nacionales que es donde finalmente el Cabildo de Santa Cruz ha dirigido y señalado como el momento donde se podría dilucidar la encrucijada en la que nos encontramos, no parece ser el lugar donde se cumpla dicho propósito, habida cuenta (entre otros factores), de aquella descarada maquinaria de fraude montado que ellos mismos se encargan de denunciar. En otras palabras, las elecciones no muestran en absoluto las condiciones básicas mínimas que se necesitan para dilucidar las fuerzas en conflicto que se encuentran enfrentadas, y que NO son precisamente las candidaturas en disputa.


Bolivia: Deconstrucción y reinvención de la democracia nacional

Nuestra democracia ya no es la misma. Mucho menos se parece a aquella recuperada con tanto sacrificio y anhelo a inicios de los años 80, que nos devolvió la esperanza y los instrumentos de decisión usurpados. Tampoco es la de comienzos del nuevo siglo que, habiendo sido conquistada otra vez por la fuerza de la insurgencia y la rebeldía popular, abría las compuertas de la refundación del país, a tiempo de deshacerse y expulsar aquel poderoso señor, el neoliberalismo, que quiso enajenar el país entero. Es decir, ya no está aquella democracia que acercaba al país un poco más al ideal de ejercer en los hechos “el gobierno del pueblo” (demos; kratos).
Hoy, secuestrada y violada como está, ha perdido todos aquellos atributos que la hacían uno de los más preciados ideales buscados, para pasar a convertirse nada menos que en un pretexto y coartada para alcanzar y/o perpetuarse en el poder. Está secuestrada porque ha sido usurpada del dominio de la sociedad y el pueblo, para ponerla al servicio del poder y el gobierno circunstancial. Y está violada, porque ese mismo poder circunstancial delegado, se niega a cumplir y acatar la Constitución política del Estado, así como el expreso mandato soberano refrendado en referéndum nacional.


Bolivia: Radiografía cuestión agraria y territorial

Las revoluciones agrarias, lo mismo que las revoluciones sociales, han tenido y se les ha otorgado un fuerte contenido económico y clasista muy excluyente, asociado exclusivamente a la lucha por el control y apropiación de la tierra que disputan sectores y clases sociales en conflicto. Siempre ha destacado el énfasis materialista, posesivo y clasista. Es decir, en la generalidad de los casos, se ha ignorado y despreciado las connotaciones culturales, étnicas y territoriales, bajo el argumento que, casi por definición, las revoluciones agrarias tenían que dejar de lado y superar viejos, inútiles e inservibles resabios históricos que impedían el avance, el progreso y la modernidad social, económica e histórica. Lo indio, sus culturas y la forma de relacionamiento territorial y con la naturaleza, siempre fueron vistos con desdeño y hasta con una fuerte carga racial, excluyente y discriminadora; como una rémora y una carga inútil para el progreso de tipo occidental y capitalista.


Bolivia: La cuestión agraria y territorial

Las revoluciones agrarias, lo mismo que las revoluciones sociales, han tenido y se les ha otorgado un fuerte contenido económico y clasista muy excluyente, asociado exclusivamente a la lucha por el control y apropiación de la tierra que disputan sectores y clases sociales en conflicto. Siempre ha destacado el énfasis materialista, posesivo y clasista. Es decir, en la generalidad de los casos, se ha ignorado y despreciado las connotaciones culturales, étnicas y territoriales, bajo el argumento que, casi por definición, las revoluciones agrarias tenían que dejar de lado y superar viejos, inútiles e inservibles resabios históricos que impedían el avance, el progreso y la modernidad social, económica
e histórica. Lo indio, sus culturas y la forma de relacionamiento territorial y con la
naturaleza, siempre fueron vistos con desdeño.


Bolivia: Balance del autoritarismo del gobierno, de la lamentable oposición política partidista y las tareas democráticas

A las dictaduras no se las saca con votos y el electoralismo solo sirve para convalidar el fraude y el desacato a la Constitución.


Bolivia: Ley colonial y reaccionaria de organizaciones políticas

Los análisis y la atención de la opinión pública nacional sobre la ley de organizaciones políticas (Nº 1096 de septiembre de 2018), se han concentrado principalmente en las razones que precipitaron su rápida aprobación, como en los efectos y consecuencias inmediatas de su aplicación y puesta en vigencia.
La razón más obvia y descarada para su rápida aprobación, ha sido que esta norma es la nueva excusa y el más oportuno instrumento encontrado por el oficialismo para legitimar su candidatura anticonstitucional y antidemocrática. Pero al mismo tiempo, ese mismo instrumento le permitió anular, deshacerse y dejar fuera de juego al movimiento ciudadano movilizado que, como un actor protagónico emergente (vía plataformas, colectivos y grupos ciudadanos autoconvocados), se había convertido en una gran pesadilla para el gobierno por su defensa del 21F y la democracia. Tanto así que paralizaron el país en varias ocasiones.


Bolivia: Las primarias son el señuelo

Sabiendo perfectamente y estando totalmente concientes de que la democracia se encuentra seriamente afectada y se corre el riesgo de perderla (junto a las libertades, el respeto a la Constitución y las normas, e inclusive la voluntad soberana del pueblo); no es un acto extraño preguntarse: ¿por qué mucha gente (y especialmente los partidos políticos que han entrado en el simulacro electoralista), prefieren actuar, inclinarse y respaldar ese proceso viciado como si sus esperanzas e ilusiones pudiesen borrar la situación real de la democracia?.
Y es que embelesados por unas candidaturas que les hacen soñar con un nuevo gobierno inexistente, sucede que se dirigen insensiblemente a legitimar unas elecciones tramposas y un candidato trucho. Actúan y contribuyen a convalidar la candidatura viciada de nulidad, como si ello no sucediese y la democracia no hubiese sido secuestrada. En fin, solo se limitan a cuestionar la realización de las elecciones primarias, sabiendo perfectamente que ello no hace al fondo del asunto.


Bolivia: la (mala) distribución de la tierra en tiempos de cambio

El bloqueo de la carretera internacional y la vía férrea que conecta con el Brasil; la brutal represión ejercida y la posterior quema de las oficinas del comando de la policía nacional en Roboré (incluido un bus que trasladó contingente policial extraordinario); no solamente actuaron como catalizador y detonante de la enorme furia que se apoderó de la población, sino que puso en evidencia ante los ojos del país, un problema grave de asentamientos consentidos e ilegales, y el avasallamiento de tierras que se había ido acumulando los últimos años.
El avasallamiento, los asentamientos ilegales y el tráfico de tierras en áreas de extrema vulnerabilidad que se efectúan inclusive con el consentimiento de las instituciones encargadas, no solo implican el despertar de una codicia indetenible que contribuye a la rápida y creciente pérdida de biodiversidad, áreas estratégicas de conservación y protección, y zonas fundamentales para la vida; sino que suponen la agudización del modelo extractivista y destructor de la naturaleza.


Bolivia: el legado de Evo Morales, el masismo y las tareas nacionales

Las plataformas y colectivos han tenido la virtud de prescindir de la manipulación, las presiones y el adueñamiento del movimiento por los partidos tradicionales y sus líderes; pero ahora vuelven a ser presa de sus intereses y convocatoria. Lo más probable es que poco a poco vayan cediendo frente a uno u otro candidato y, lo que es peor, al establecimiento de aquellas junt’uchas despreciadas y despreciables, que bajo el argumento de la “unidad”, volverán a imponer las viejas mañas, intereses y pactos (no precisamente de carácter nacional-popular, o con visión de futuro).


Bolivia: la candidatura de Carlos Mesa y la clase media

La noticia ha provocado gran alborozo, sobre todo en aquellos sectores de la clase media que ha salido masivamente a las calles y se ha movilizado para impedir la inconstitucional como antidemocrática postulación de Evo Morales. En ella, él mismo se encarga de anunciar que lo hará de la mano del Frente Revolucionario de Izquierda (FRI), cuya desvergonzada alianza con el conservadurismo más reaccionario es por todos cuestionada y motivo de recelo.


Bolivia: La agenda oculta y el futuro de la nación

No solo urge, sino que es estratégicamente importante abrir la agenda de debate y discusión pública (no cerrada ni exclusiva de grupos iluminados), para construir la visión de país que queremos y el proyecto nacional que sustituya la farsa e impostura actuales. De eso sí depende el futuro de la nación, y no de candidatos elegidos a la topa tolondra.


Bolivia: Estado de situación, riesgos y perspectivas de la democracia

Tan dinámica y cambiante es la democracia, que a pesar de percibirse alguna estabilidad y la relativa vigencia de libertades y derechos que dan una sensación de calma y orden social; éstas se ven frecuentemente resquebrajadas, sea por la emergencia coyuntural de crisis y conflictos que ponen en jaque el orden establecido, o sea por la acumulación de medidas y formas de gobierno que, amparados en el poder circunstancial, deciden adoptar comportamientos y decisiones autoritarias que conculcan derechos, restringen libertades y, a título de efectuar reformas necesarias (muy en consonancia con el modelo salvajemente desarrollista y extractivista tan en boga), atentan contra la naturaleza, el estado de derecho y las conquistas sociales. Ver al efecto lo que sucede actualmente en países como Argentina o Nicaragua. En el caso de Bolivia por ejemplo, y en el afán de perpetuarse inconstitucional y antidemocráticamente en el gobierno, inclusive pretenden burlarse y desconocer decisiones mayoritarias del soberano expresadas en las urnas.


Bolivia: El síndrome del autoconvencimiento errado. Oteando entre una “izquierda” que no lo es y un izquierdismo conservador

Nosotros en Chile podemos comparar la “izquierda” que no lo es de la Concertación y Nueva Mayoría con el izquierdismo conservador del Frente Amplio. Las reflexiones entre izquierda que no lo es y los diferentes discursos modernizados y camuflados de la vieja izquierda confunden y enredan tanto, que la gente los traga como ruedas de carreta, incluso sectores de la izquierda revolucionaria que caen en la copia feliz del Edén llegando a la dictadura estalinista con gran facilidad


Evo Morales, los derechos de la naturaleza y el territorio indígena protegido Tipnis

La comparecencia del gobierno de Evo Morales nada menos que ante el Tribunal Internacional de los Derechos de la Naturaleza que se reunió en Bonn, Alemania, a inicios de este mes de noviembre de 2017; es resultado de su larga como tozuda intención de construir “quieran o no quieran” una carretera por medio del TIPNIS. La ironía es que se produce nada menos que paralelamente a la realización de la Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP23), que el mismo gobierno (en anteriores versiones), contribuyó a que se instalen y definan principios que ahora se vuelcan contra su propio accionar. Es decir, que no se puede argüir que se trate de un boicot o de algún acto de conspiración que el gobierno de Evo Morales suele utilizar como argumento para explicar estas embarazosas situaciones.


Bolivia y la Agenda 21F: ¿Una transición para ir hacia atrás?

El contenido del documento destaca que su principal propósito programático radica en lograr “la transición del actual Estado autoritario corporativo, hacia un Estado democrático que garantice los derechos de las personas, los pueblos y la naturaleza”. Es decir, se propone transitar hacia un tipo de democracia diferente y un nuevo Estado de derecho, cuyo impulso emerge de la indignación nacional que rechaza el inconstitucional como obcecado intento para prorrogar en el poder al actual gobierno de Bolivia.
Para ello se propone un cambio de régimen, cuyo resultado sería “la vigencia plena del Estado social y democrático de derecho” que Bolivia tuvo en el pasado solo de una manera embrionaria.
Dicho tipo de Estado estaría basado en la independencia de poderes, una institucionalidad que garantice el cumplimiento de derechos y “en el principio republicano de la igualdad de todos frente a la ley y la limitación de los poderes públicos al derecho”.
Como se puede apreciar claramente, dicha caracterización corresponde al modelo liberal y republicano, consustancial con el sistema capitalista y la democracia burguesa. Es decir, un tipo de Estado y una forma de democracia, que supondría un retorno al pasado para cumplir un ansiado (como conservador) proyecto burgués que siempre quiso desarrollar plenamente el ciclo capitalista en el país.


Legado y riesgo regresivo para la transición democrática en Bolivia (r)

lo que ha permitido es sentar las bases para desarrollar el capitalismo de Estado extractivista y desarrollista en lo económico, y un sistema de gobierno caudillista y autoritario en lo político.
Si efectivamente se busca superar las actuales limitaciones y la flagrante traición que ha sufrido el proceso de cambio y transformación, se hace indispensable contemplar e incluir los aspectos económicos, políticos, sociales y ambientales.
La alternativa consiste en construir un programa económico y productivo que adopte como prioridad una relación armoniosa con la naturaleza y el potenciamiento de las relaciones ecológicas, comunitarias y asociativas.