Autor: “Horacio Machado Aráoz”

Recrear la comun-idad del pan; el desafío geológico-político para una nueva Era

Este texto nos invita a pensar que, si aprender a compartir el pan fue clave para construirnos biológica y políticamente como especie, desaprender por completo esa práctica fundacional sería, con toda certeza, una vía ruin hacia nuestra propia extinción. La degradación de las prácticas de comensalidad, de nuestros modos contemporáneos –hegemónicos- de producir y consumir los alimentos, es la degradación misma de nuestros cuerpos, de nuestros suelos y nuestros cielos».


Es hora de reformular el concepto de revolución

Revisar y reconceptualizar la idea de revolución. Ésta no puede ya ser pensada como un proceso que se hace desde arriba, y que precisa primero “la toma del poder del Estado”. Necesitamos imaginar el cambio revolucionario, como una profunda migración civilizatoria, que nos permita deconstruir y abandonar el patrón de poder colonial-patriarcal-capitalista en el que, no ya sólo como pueblo o región, sino como especie, estamos sumidos. Un cambio que implica salir-nos de las matrices antropocéntricas, productivistas, urbanocéntricas, de la modernidad/colonialidad hegemónica, a la que una vieja izquierda (y por cierto, el progresismo) sigue apegada.
Me parece que la potencia política de los sectores populares organizados está en última instancia proporcionalmente relacionada con su autonomía y su creatividad. Desde ese lugar, creo que hay una diversidad de movimientos sociales y populares que han venido construyendo una agenda política realmente valiosa en términos de su radicalidad transformativa. Creo que estos movimientos -a diferencia de las opciones partidarias tanto progresistas como de la izquierda clásica- vienen haciendo aportes sustantivos en la prefiguración de un horizonte postcapitalista, postcolonial y postpatriarcal.