Cumbre de indígenas amazónicos


El 15 de agosto 2011, en la ciudad de Manaus, capital del Estado de Amazonas, Brasil, inicia la “Primera Cumbre Regional Amazónica: Saberes Ancestrales, Pueblos y Vida Plena en armonía con los Bosques”, convocada por la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA).

En este Año Internacional de los Bosques, declarado por Naciones Unidas, la Cumbre propone “ofrecer una plataforma de diálogo proactivo que permita intercambiar conocimientos y experiencias sobre saberes ancestrales, conservación y uso sostenible de los bosques”, según la convocatoria. Diálogo que pondrá en escena a pueblos indígenas, gobiernos, organismos internacionales y sociedad civil “para definir acuerdos, compromisos políticos y acciones prácticas por la conservación y los usos que ofrecen los bosques”.

El temario incluye el cambio climático; los proyectos REDD+; biodiversidad; derechos colectivos; saberes ancestrales; territorios, “economía verde” y vida plena e incidencia y comunicación en derechos indígenas, entre otros. Se espera consensuar propuestas de cara a los próximos procesos multilaterales como la reunión de la COP17 en Durban, Sudáfrica, en diciembre, sobre cambio climático, y la Conferencia Mundial Rio+20 sobre desarrollo sustentable (Rio de Janeiro, junio 2012).

Para el día 16 está previsto un gran acto público en defensa de la vida y de los pueblos, contra la represa Belo Monte y otros grandes proyectos en la Amazonia.

Según información de la COICA, la cuenca amazónica abarca más de 10 millones de km cuadrados en nueve países amazónicos, donde están asentados unos 390 pueblos indígenas.

Sin duda las propuestas en torno a la REDD+ (Reducción de Emisiones de la Deforestación y la Degradación de Bosques) constituirán uno de los temas de debate central de esta Cumbre. Se estima que la destrucción de los bosques es uno de los primeros factores generadores de gas carbónico a nivel mundial. No cabe duda que los conocimientos y prácticas ancestrales de los pueblos indígenas, y su motivación por conservar su hábitat, ofrecen una clave de solución frente a este gravísimo problema, que avanza con paso precipitado en la Amazonia.

La REDD+ es una de las respuestas formuladas en el marco de las negociaciones globales de reducción de las emisiones de carbono, que prevé incentivos financieros para conservar los bosques. No obstante, es un tema polémico que no hace consenso en el seno del movimiento indígena. Si por un lado, varias comunidades ya están participando en los llamados programas de servicios ambientes, por otro, hay sectores que temen que el apoyo de los países ricos a estos programas es una estrategia para eximirse de la obligación de reducir sus propias emisiones industriales. Además, se los cuestiona por subvertir los derechos tradicionales y convertir los bosques tropicales en un commodity.

Frente a este debate, la COICA ha formulado una propuesta de condiciones y garantías para una REDD+ en comunidades indígenas, que contempla, entre otros aspectos:

- El principio de acción colectiva, desde la cosmovisión de los pueblos indígenas, encaminada a proteger el suelo, el bosque, el oxigeno y el agua.

- El desarrollo de los derechos a la consolidación jurídica de los territorios indígenas; el ordenamiento territorial y la zonificación económica y ecológica; y el fortalecimiento de las formas de gobernabilidad en los territorios.

- La no aceptación en los territorios indígenas: de proyectos de monocultivos; de intermediarios del mercado de carbono; de concesiones de bosques superpuestas bajo la figura del mercado de carbono y los proyectos privados o estatales que pretendan desarrollar un rubro de carbono a causa de los bosques.

- La aplicación por los Estado de los procedimientos de consulta para lograr un consentimiento previo, libre e informado de los pueblos indígenas, según el convenio 169 de la OIT, respectando el sistema y las estructuras de representación de las organizaciones indígenas en cada país; en su idioma y sin intermediación de terceros.

La Cumbre es organizada conjuntamente con la organización indígena amazónica brasileña COIAB.