Extraño perfil de la política francesa a través del resultado de la primera vuelta presidencial

23.Abr.12    Análisis y Noticias

Nota del Profesor J
Veamos la noticia y hagamos algunos comentarios intercalados:

Françoise Escarpit
Especial para La Jornada, y agencias
Periódico La Jornada
Lunes 23 de abril de 2012, p. 25

Burdeos, 22 de abril. El socialista Francois Hollande conquistó 29.2 por ciento de votos en las elecciones presidenciales celebradas hoy en Francia, seguido por el actual gobernante, el conservador Nicolas Sarkozy, de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), con 27 por ciento, por lo que ambos disputarán la jefatura de Estado en una segunda ronda el próximo 6 de mayo.

En tercer lugar quedó Marine Le Pen, del ultranacionalista Frente Nacional (FN), con 17.3 por ciento; el izquierdista Jean-Luc Mélenchon obtuvo 11.5 por ciento; el centrista Francois Bayrou 8.8 por ciento, la ecologista Eva Joly 2.5 por ciento, Nicolas Dupont-Aignan 1.8 por ciento, Philippe Poutou, 1.2 por ciento; Nathalie Arthaud 0.5 por ciento y Jacques Cheminade 0.2 por ciento.

Comento:
El nacionalismo fascista sube de 14 a 17.3% lo que no es sorprendente si recordamos que ante la crisis de pre guerra los nacionalistas alemanes alcanzaron importante mayoría de votos entre obreros y juventud, La gente busca mano dura para sostener lo que hay y evitar profundización de la crisis, que ya afecta muchos más bolsillos y estómagos europeos que tres años atrás. Lo mismo ha sucedido en España. Las especulaciones analíticas forman un abanico impresionante, sin embargo la cruda realidad es simple, no hay electorado ideológico, sino gente necesitada. En Euzkal Herria (País Vasco), sucede lo contrario, hay una disminución de la derecha y un notable aumento de la izquierda independentista, ya que esa sociedad ha ido aprendiendo que la movilización y lucha social debe ser coherente y sistemática, a diferencia de la izquierda europea, cuyos vaivenes oportunistas de un lado a otro, los descalifican como interlocutores políticos para buena parte de la población.

La izquierda francesa recibió un duro golpe al contabilizar solamente 11.5% de los votos, cuando esperaban un 15% y poco menos que disputar espacio al nacionalismo fascista. Su discurso y noticias enviadas a través de los medios izquierdistas a todo el mundo (Rebelión, medios cubanos y otros) reflejaban una euforia poco creible. Que se viene la izquierda, que en fin, cuando en realidad se trata de un fenómento muerto y enterrado. La constancia y consecuencia en la lucha social y el cambio que soluciona problemas (no el “cambio” de algún futuro), ya no son patrimonio de la izquierda tradicional, salvo en lugares donde la demagogia y la mentira son las armas utilizadas para atraer incautos preocupados por la “liberación” que nunca llega y sólo coloca burócratas y ladrones en los gobiernos progresistas. Tanto en Grecia como en España, se habla de un antes y un después desde los movimientos de indignados que, partiendo del centro, se desplegaron por decenas y cientos de barrios donde se implementan micro experiencias de autoorganización y empoderamiento.

Sigue la noticia:
“Esta noche me convierto, gracias al voto francés, en el candidato de todas las fuerzas que quieren cerrar una página y comenzar otra. Gracias a ustedes, esta noche el cambio está en marcha y nada, absolutamente nada, lo detendrá”, dijo Hollande en un discurso en su casa de campaña en Tulle, suroeste de Francia.

“El 6 de mayo quiero una gran victoria digna de Francia, de su historia y de su futuro”, afirmó ante simpatizantes. Al presentarse como el mejor candidato para llegar al Palacio del Elíseo luego de los resultados de hoy, Hollande llamó a la multitud a “ser tan amplios como sea posible” en la ronda decisiva.

Sarkozy retó hoy a Hollande a participar en tres debates públicos antes de la segunda vuelta. “Propongo que se organicen tres debates. Los franceses tienen derecho a la verdad y a la claridad”, señaló.

La elección presidencial siempre ha sido el terreno predilecto de la extrema derecha francesa, representada por el FN. Su candidata, Marine Le Pen, es la hija-heredera de Jean-Marie Le Pen (quien dijo hace unos años que las cámaras de gas –de los campos de exterminio– eran “un detalle de la historia”), el candidato que sacudió en 2002 al mundo político al llegar a la segunda vuelta eliminando al candidato socialista Lionel Jospin. Y, sobre todo, por alcanzar 4.8 millones de votos. Diez años después, este domingo, el FN ha conseguido el sufragio de más de siete millones de franceses.

Ya no se puede decir que sólo votan por Marine le Pen los obreros sin empleo, los jóvenes desesperados o los viejitos temerosos por su seguridad. Ya existe un voto de extrema derecha que se está enraizando. La ola racista y xenófoba es arrasadora. Crece en Europa y Francia parece haberse contaminado de manera duradera gracias a la crisis.

Comento:
Débil análisis hace el periodista, aunquen interesado, pues nunca es posible el enraizamiento del fascismo, ya que siempre es dirigido desde arriba y no de la contidianeidad, además que requiere permanentemente una inversión en publicidad, como los nazis o aún Berlusconi. Diferente del enraizamiento es la hegemonía ideologica y política que va alcanzando el fascismo ante la crisis. Por eso el fascismo siempre es piramidal, ya que prioriza la “satisfacción” de necesidades a los sctores más próximos a las cúpulas arrastrando otras en las que se siembra la espectativa. Por lógica la izquierda que sólo promete decae frente a la ofensiva fascista y sólo crece la izquierda que “hace”, como la izquerda vasca o la izquierda zapatista.

Sigue la noticia:
Conocidos los resultados, la candidata ecologista, Eva Joly, que apenas alcanzó 2.5 por ciento de los votos, comentó: “El resultado del Frente Nacional es una mancha indeleble para los valores de nuestra democracia, una amenaza para la república… Les quiero decir a los que se dejaron engañar por el FN que se están equivocando de ira. Quiero denunciar a los aprendices de brujo de la identidad nacional, quienes, gracias a sus discursos de división y odio, permitieron a la extrema derecha alcanzar su más alto nivel en una elección presidencial.”

Jean-Luc Mélenchon, pasada la desilusión de su 11.5 por ciento cuando esperaba 14 y hasta 15 por ciento, también puso énfasis en el alto resultado del Frente Nacional: “tuvimos toda la razón de concentrar nuestra campaña en el análisis y la crítica radical de las propuestas de la extrema derecha…” En alusión a la tibieza de los socialistas, añadió: “también es el momento de decir cuán solos nos sentimos… en esa batalla: uno imitaba, el otro ignoraba… ¡Vergüenza a los que prefirieron dispararnos en vez de ayudarnos! Acuérdense para siempre de los nombres de los que se negaron a esa lucha o, más aún, que prefirieron hacerse eco de argucias calumniosas y anticomunistas de la extrema derecha en nuestra contra”.

A pesar de todo, Jean-Luc Mélenchon, al igual que Eva Joly, llamó, sin ambigüedad, a derrotar a Sarkozy en la segunda vuelta. Recordó que el Frente de Izquierda tenía en sus manos el resultado final y llamó a sus simpatizantes a no venderse, pero a movilizarse primero para las manifestaciones del 1ºde mayo y, después, para que no falte un solo voto en contra de Sarkozy.

Comento:
Igual que el Chile de la Concertación, donde el Partido Comunista, en vez de unirse a la izquerda, se ha aliado al bloque partidos neoliberales de la Concertación. Llevan candidato propio con muy pocos votos (7%) y a quienes han arrastrado invitan a votar en la segunda vuelta por aquel que más ofrezca.

Abstención de 21 por ciento

Las encuestas, que se equivocaron ampliamente para la primera vuelta, tanto en la estimación de la abstención (prevista hasta 30 por ciento y que se quedó en un clásico 21 por ciento) como en los porcentajes de los candidatos, ven a Francois Hollande futuro presidente con 56 por ciento de los votos.

Desde su municipio de Tulle (Correze), el candidato socialista se dirigió al país con un discurso prudente, destinado tanto al centro como a las izquierdas, e incluso a los que votaron por Marine Le Pen no por ideología, sino por desesperación. Aludió al resultado del FN con un llamado a “una reacción de la república”. Afirmó que, de aquí en adelante, se consideraba “el candidato de todas las fuerzas que quieren dar vuelta a la página y abrir otra nueva…, el candidato de todos los ciudadanos apegados a una república por fin ejemplar, preocupado de la imparcialidad del Estado. También precisó sus retos: “lograr una alternancia que vuelva a dar confianza a la gente, responder a las preocupaciones legítimas y a las numerosas cóleras (desempleo, precariedad, amputación del poder adquisitivo, inseguridad…), reorientar Europa hacia el camino del crecimiento y el empleo.” Y pidió a sus seguidores “una bella victoria para Francia y su futuro”.

También Sarkozy habló a sus simpatizantes. El actual presidente tiene que resolver una difícil ecuación: cómo atraer al electorado del Frente Nacional sin ahuyentar los votos centristas. Su discurso fue escueto. “Estas dos semanas –dijo– deben permitir a cada uno de ustedes escoger con toda claridad. Se trata de elegir a quien tendrá la responsabilidad de proteger a los franceses. Le dedicaré toda la energía de la que soy capaz… Llamo a todos los franceses que colocan la patria por encima de todo a juntarse conmigo.”

No hubo fiesta esta noche. La campaña para la segunda vuelta va a ser dura y, a pesar de las encuestas, el resultado es incierto. Sarkozy y Hollande emprenderán mañana nuevas giras por el país. Los dos tienen una cita importante el próximo 2 de mayo, en un debate televisivo en el que enfrentarán sus programas. El día anterior, primero de mayo, los trabajadores estarán en las calles de Francia para manifestar su fuerza, su rechazo a la extrema derecha, y recordar al futuro jefe del Estado francés las urgencias económicas. El mismo día, Marine Le Pen organizará un acto en la Plaza de la Ópera, en París, en el cual anunciará si apoya oficialmente, o no, a Sarkozy.