Continúa la ocupación indígena de las obras de la faraónica hidroeléctrica Belo Monte en Brasil


Más de 150 indígenas ocupan represa de Belo Monte en la Amazonia brasileña

Terra
26 de junio de 2012

Más de 150 indígenas afectados por la construcción de la gigante represa de Belo Monte, en el corazón de la Amazonia brasileña, ocupan desde hace cinco días uno de los cuatro canteros de la obra y exigen la presencia del director de la empresa responsable de la construcción.

“Los indios ocupan el cantero de Pimentel, donde el río ya se ha secado y esperan la llegada -prevista para el jueves- del director del Consorcio Norte Energia (público), Carlos Nascimento”, dijo a la AFP el lunes, Ribeiro Cleanton, portavoz de los nativos del Consejo Misionero Indígena (Cimi) local.

“Ellos ya no creen en las promesas y dicen que saldrán de allí cuando se concreten los compromisos” de la empresa, añadió Ribeiro, que indicó que la protesta indígena se produce “después de más de un año” de promesas de Norte Energía.

“Requieren principalmente la demarcación de sus tierras y la expulsión de invasores, además de un mejor sistema de salud, agua potable y saneamiento básico”, precisó el portavoz.

El grupo indígena está compuesto de las etnias Xicrin, Juruna, Aarara, Aawete, Assurini y Parakanawa.

La represa de Belo Monte, en construcción sobre el río Xingú a un costo de casi 13.000 millones de dólares, tendrá 11.233 MW de potencia (cerca de 11% de la capacidad instalada del país) e inundará 502 km2, prácticamente duplicando el espacio que ocupa ahora el río.

Las tierras indígenas no se verán afectadas, pero la construcción de la represa puede influir en las comunidades que viven cerca, que ya no podrán pescar en el río.

Norte Energía afirma que 117 proyectos socio económicos y ambientales se desarrollan en la región a un costo de 117 millones de dólares, según publicó el diario económico Valor este lunes.

Paralelamente, el gobierno prevé inversiones por 1.200 millones de dólares hasta 2019 –cuando las 24 turbinas estén en funcionamiento– para reducir el impacto negativo de la construcción en la zona.

El cacique Raoni, de 82 años y conocido en el mundo por su lucha por la conservación amazónica y los pueblos indígenas, exigió la semana pasada en Rio de Janeiro la paralización de la construcción de la hidroeléctrica, a propósito de conferencia Rio+20 sobre el desarrollo sostenible.