La Hermana Dorothy Stang, de 73 años, de la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT), de nacionalidad estadounidense y naturalizada brasilera
Asesinato de defensora de derechos humanos consterna al Brasil
El asesinato a tiros de una religiosa ligada a la lucha por la tierra consternó al Brasil este fin de semana. El crimen ocurrió el sábado 12 de febrero, en Anapu, sudoeste de Pará. Exactamente tres días después que la monja hubo entregado las denuncias de amenazas de muerte, que sufre desde 1999, al titular de la Secretaría Especial de Derechos Humanos, ministro Nilmário Miranda; al vocero Agrario General, Gercino Filho, y a las autoridades del gobierno del Estado de Pará. Y sólo nueve días después de la instalación, en Pará, del primer grupo de trabajo estatal del Programa Nacional de Protección a los Defensores de Derechos Humanos, que apunta a garantizar el trabajo de estos agentes sociales.
La Hermana Dorothy Stang, de 73 años, de la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT), de nacionalidad estadounidense y naturalizada brasilera, de la Congregación de las Religiosas de Notre Dame, fue asesinada a las 9 horas de la mañana, a sangre fría, por dos hombres y delante de una testigo. Hoy, el velorio en Altamira y la sepultura en Anapú fue acompañada por el ministro Miranda. Al igual que él están en Pará la ministra Marina Silva, de Medio Ambiente; el presidente del Instituto de Colonización y Reforma Agraria (Incra), Rolf Hackbart, el procurador de la República en Pará, Felício Pontes Júnior y diversos parlamentarios para seguir las investigaciones de cerca a pedido del presidente Luiz Inácio Lula da Silva. Además a pedido del presidente, la Policía Federal ya reforzó su presencia en el lugar. Pará es considerado por el Gobierno Federal uno de los estados donde hay más conflictos a causa de la tierra del País y problemas por cuestiones ambientales.
La CPT, a su vez, pide que las investigaciones sean conducidas por la Policía Federal. Lo que se sabe hasta el momento por la única testigo es que los autores del crimen fueron dos pistoleros conocidos como Eduardo y Pogoió, que habrían actuado al mando de un hombre conocido como Tinair. La Hermana Dorothy estaba en el asentamiento Esperança, discutiendo la situación de violencia y la constante invasión de los asentamientos por los pistoleros comandados por el mandante. Por la mañana, cuando salían de la casa, la monja y la testigo, fueron cercadas por los dos pistoleros que les hicieron provocaciones, las cuales ella respondió sacando una Biblia, en seguida recibió el primer tiro. La testigo huyó, se escondió en la floresta y dijo que escuchó otros dos disparos.
La Hermana Dorothy participaba de la CPT desde la época de su fundación, hace 20 años. En carta abierta, la pastoral afirma que Dorothy ha apoyado con firmeza y pasión, la vida y la lucha de los trabajadores del campo, sobre todo en la región de la Transamazónica en Pará. Y además, lamenta que el acto trae para nosotros a la memoria un pasado que juzgábamos cerrado. Es la primera muerte de un agente de la Comisión Pastoral de la Tierra en este gobierno del presidente Lula. La saña de los terratenientes y madereros de la región no respeta nada, y hasta la acción de una religiosa anciana se vuelve para ellos un obstáculo para la consecución de sus objetivos. ¡Si la vida de una religiosa indefensa es masacrada de esta manera, como no lo serán los trabajadores y trabajadoras del campo!
Dorothy está siendo considerada otra mártir de la Pastoral de la Tierra, en este comienzo de la Campaña de la Fraternidad, que tiene como tema solidaridad y paz y el lema felices los que promueven la paz. La Campaña de la Fraternidad es una iniciativa ecuménica del Consejo Nacional de Iglesias Cristianas de Brasil (CONIC), del cual también la Iglesia Católica es parte, en la que las iglesias convocan al pueblo brasilero a la superación de toda violencia e injusticia.
História
El año pasado, la Hermana recibió de la Asamblea Legislativa de Pará el título de Ciudadana de Pará. Según informaciones de la asesoría de prensa de la CPT, en la ocasión resaltó el reconocimiento que el poder legislativo daba a la lucha del pueblo por sus derechos. Y fue a esta lucha que la Hermana Dorothy se dedicó, denunciando a madereros y grileiros (escrituradores ilegales de tierra). En una de ellas, realizada en marzo de 2004, Dorothy reveló que un área de 140 mil hectáreas estaba siendo grilada (apropiada ilegalmente) en la región de Anapú por madereros y terratenientes, que objetivaban la explotación de caoba, cedro y jatobá.
En 1999, ella comenzó a organizar en Anapú un Proyecto de Desarrollo Sustentable, que beneficia hoy a 600 familias. A causa del proyecto, la misionera y otras ocho personas estarían recibiendo amenazas de muerte de un grupo de terratenientes y madereros de la región. Debido a las amenazas, la Hermana pidió protección al delegado de la Policía Federal José Sales.
En febrero del año pasado, la Hermana Dorothy fue acusada de formación de banda en un proceso en que cuatro trabajadores rurales fueron detenidos arbitrariamente. Ursulas Araújo de Souza, Cláudio Bezerra da Costa, José dos Passos Rodrigues do Santos y Junior Alves Carvalho fueron acusados de la muerte del empleado de la Hacienda Santa Maria, José Antônio Nascimento, de 36 años, y por las heridas en Douglas Formiga, gerente de la Hacienda. Los cuatro fueron detenidos y llevados a la Superintendencia de la Policía Civil de Altamira, sin al menos tener la chance de ser escuchados. Permanecieron detenidos hasta septiembre de 2004.