Lula da luz verde a represa en Amazonia, pese al desplazamiento forzado de 50.000 personas
Menos de dos meses antes de las elecciones presidenciales del 3 de octubre, en que se espera que gane su Partido de los Trabajadores, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva firmó su aprobación a una enorme represa en la Amazonia que desplazaría a 50,000 personas.
La represa de Belo Monte, un proyecto de más de US$11,000 millones en el río Xingú, uno de los principales tributarios del río Amazonas, se convertiría en la tercera represa más grande del mundo después de la represa Tres Gargantas en China y la represa de Itaipú en la frontera entre Brasil y Paraguay.
Al inundarse la región, una decena de pueblos indígenas y numerosas comunidades de la zona se verán obligadas a marcharse, una perspectiva que ha creado una creciente y cada vez más expresiva oposición al megaproyecto, en la que figuran defensores de derechos humanos, grupos indígenas y hasta celebridades estadunidenses, como James Cameron, director de la película Avatar.
“Lo que está sucediendo aquí es una cosa que hace años se creía imposible”, dijo Lula después de firmar el 26 de agosto el acuerdo con la empresa constructora, formada por la estatal Compañía Hidroeléctrica de São Francisco y la privada Queiroz Galvão. “El proyecto que estamos iniciando hoy es menos agresivo que el original”, agregando que “es una victoria del sector energético”.
Survival International, organización defensora de los indígenas, dijo que el proyecto significaría “la destrucción de los medios de sustento de miles de miembros de tribus que dependen del bosque y del río para procurarse alimento y agua”.
“El ingreso de inmigrantes al área durante la construcción de la represa amenaza introducir la violencia y traer enfermedades a estos indígenas, con el consiguiente riesgo para sus vidas”, expresó la organización en reciente informe. www.ecoportal.net
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