El Buen Vivir y el socialismo cotidiano del Che

06.May.12    Autonomía comunitaria

El Buen Vivir y el socialismo cotidiano del Che

Por el Profesor J

El Buen Vivir implica un sistema de relaciones comunitarias que se expresan en asuntos cotidianos que normalmente son exclusividad del individuo aislado o de la familia distante del resto. Esas relaciones son horizontales, es decir no hay estructuras verticales institucionales, sino solamente las derivadas del acuerdo común para el ejercicio de determinadas funciones por determinado tiempo, como el lonko o el werkén, que son electos por la democracia directa del lof, conjunto de familias que constituyen una comunidad. La tierra y los instrumentos son de propiedad común, así como el producto, con el cual se realiza el autoconsumo, el trueque y el comercio, que para el caso que nos preocupa, se trataría de un comercio separado de las redes mercantiles capitalistas y de la normativa hegemónica del estado, ya que responde a otras reglas y principios derivados de estas relaciones que hacen del compartir un predominio por sobre el competir.

El Che entendió que no bastaba dirigir el estado y desarrollar el proceso de acumulación capitalista de manera mecánica, a lo que oponía como contrapartida el que denominó socialismo cotidiano, es decir un conjunto de principios y prácticas que daban nueva forma a la cotidianeidad, el día a día, ya que constató que en definitiva se mantenía la práctica de reproducción de valores individualistas en lo personal y familiar, aunque en el contexto de las ideas todos compartieran o dijeran compartir la propuesta de avanzar a la sociedad sin clases, sin embargo nadie vio por donde iba ese camino, sino que más bien se verificaba que sólo había cambiado la atención de bienestar del estado, más educación y más salud. De esa manera, cuando cayó la URSS no quedó nada, pues no había nada para quedar, nada nuevo, nada diferente. Ya había dicho Marx en el Manifiesto que lo que nos diferencia a los comunistas de los demás partidos socialistas es que tenemos el comunismo en mente. Los socialistas tienen por meta el capitalismo de estado, los comunistas la utilización de ese proceso de acumulación de capitales para avanzar a la sociedad de la igualdad, la sociedad libre, el comunismo o la anarquía, que como prototipos sociales, vienen siendo lo mismo, sin embargo, en tanto no se avance decididamente en esa dirección, obviamente estaremos reproduciendo el capitalismo con todas sus secuelas e insistiendo en la ideología para que se instale en la gente la meta del comunismo, lo que es imposible si no se transforma la cotidianeidad de personas separadas hacia el compartir comunitario, base de la sociedad de los iguales.

El Buen Vivir comunitario ha incorporado al debate y a la práctica emancipadora del continente Abya Yala las formas de vida en común preexistentes a la invasión hispana. No fueron los gobiernos de Morales en Bolivia y Correa en Ecuador los que propusieron el Buen Vivir como precepto constitucional, sino las mismas comunidades, la CONAIE en Ecuador y Conamaq con Cidob en Bolivia. No ha sido una concesión de los gobernantes ni una prueba de su lucidez y liderazgo, sino una demostración de la correlación de fuerzas reales y dinámicas concretas que llevaron a esos próceres bolivarianos socialistas del S.XXI al sillón presidencial y una vez allí simplemente estos “representantes del pueblo y de los indígenas” se viraron e instalaron un estado centralizado donde lo plurinacional y el Buen Vivir quedaron apenas en el papel. Eso se llama izquierda engatusando y pasando huevo de pato, con lo que pierden la condición de izquierdistas y adoptan las clásicas posiciones de reproducir el capitalismo ganando el aplauso de los partidos que vieron desmoronarse sus ilusiones junto con el muro de Berlín. Pero ya estamos avisados y todos ellos han sido evidenciados y sus nuevos discursos no servirán para hacer caer nuevamente a los pueblos en la misma trampa. Está bien dos o tres veces, pero de tanto ir el cántaro al río al final se rompe y la gota colma el vaso. Muchos rebeldes que se formaron en la época de Allende y aprendieron que una cosa es el gobierno y la burocracia y otra cosas muy distinta es la autoorganización territorial como los cordones industriales, los campamentos de pobladores sin casa, los consejos comunales campesinos y los GPM, luego del golpe se acercaron a los gobiernos estalinistas a buscar financiamiento y terminaron muchos quebrando las orgánicas populares y pasándose en masa a los partidos del bloque neoliberal. De eso sirvió su “rebeldía” y su afán de controlar el estado para centralizar la reproducción capitalista. Nunca visualizaron más allá, hacia la sociedad sin clases, por eso no entienden que en las comunidades está aquella meta por la que lucharon, que la sociedad sin clases está aquí y ahora, que la Otra Economía es posible hoy día. Algunos esperan a que se desarrolle el campo alternativo y construya capacidad para gobernar, con lo que caen en lo mismo, como el perro que da vueltas mordiéndose la cola.

Las nuevas constituciones progresistas en el continente no han servido de nada, ya que los bolivarianos se han encargado de ponerlas en el baño para otros usos. Los mismos que criticaron a Allende y contribuyeron a formar los gérmenes de poder popular, hoy día se aferran a Chávez sin ver que en las bases venezolanas, entre los de abajo, crece fuertemente la tendencia autónoma popular muy similar a la que se dio en Chile y que allí deberíamos concentrar esfuerzos de análisis, cooperación y apoyo mutuo, pero el apetito de poder puede mucho más que la realidad. Se cierran los ojos ante el avance incontenible de la autoorganización por abajo y algunos de forma oportunista se dicen autónomos o rebeldes y que están por los de abajo, pero ya se sabe que van detrás del aparato del estado y a esos habrá que aislarlos, elevar la discusión y profundizar el análisis para neutralizar el afán continuista de sus jefes, a los que habrá que denunciarlos en todas partes y cerrarles el paso, ya que si no quieren participar en el desarrollo de la autonomía comunitaria y las formas prácticas del Buen Vivir, al menos que se retiren y no estorben. Ellos necesitan una masa domesticada para que les sigan el amén cuando dirijan el poder, asunto que tampoco nos servirá, pues sin la determinación y autodeterminación de las comunidades, sólo les quedará el aparato partidario, la burocracia, las instituciones y la masa idiotizada que sale a la fuerza a ”demostrar” su amor a la causa.

Invitamos a los militantes y activistas a profundizar el estudio y el debate sobre estos asuntos, ya que de seguir así, sólo estaremos alimentando a la izquierda institucional aliada al neoliberalismo concertacionista. Es necesario discutir más sobre lo que se espera o vendrá después del socialismo, tema que los jefes evaden y se niegan a analizar, porque no hay antecedentes que les respalden, pues los estados socialistas se han caído o han virado al capitalismo casi puro. Así, en vez de avanzar a la sociedad sin clases se han condenado a si mismos a mantener a sus poblaciones a medias tintas sobreviviendo en un modelo mixto de capitalismo-socialismo que sólo se sostiene sobre la base de discursos. Hay que entrar más en lo que debe venir después de ese socialismo prometido, pero los jefes no quieren hacerlo, pues no están interesados en la sociedad sin clases, se han acostumbrado a la simple lucha por el poder y a ver a los administradores socialistas disfrutando la vida de la burocracia mientras la población vive al tres y al cuatro. Tampoco quieren discutir sobre como va a ser ese modelo post socialista, ya que de hacerlo va a quedar claro que se trata de las comunidades y entonces el socialismo cotidiano del Che quedará claro para todos: la única forma de avanzar a la sociedad sin clases es a través del despliegue del Buen Vivir y las formas de vida comunitaria, sin necesidad de centralizar el capitalismo, sino haciendo otra economía desde ahora que lo vaya sustituyendo.

Las formas más socialistas y democráticas de la vida no podrán nunca ser establecidas por un estado, sino por los propios vecinos, que hacen su aprendizaje participando en la democracia directa y las redes de la Otra Economía, no esperando que les lleven a casa el periódico con las verdades y allí descubrir la papa para “sumarse”. En la medida de la expansión a través de diversas comunas y de la profundización en cada una de ellas de las formas asamblearias de deliberación, de las modalidades de la Otra Economía y de los modos cotidianos del Buen Vivir, estará cambiando el mundo y será posible dirigir desde abajo a todas las instituciones. La “destrucción” del estado es una mentira de carta mayor, ya que esperan colocar otro que también dirija desde arriba, de modo que es más sano prepararnos desde abajo para dirigir todo lo que se nos ponga por delante, empezando por nuestras propias vidas, barrios, alimentos, salud, educación y demás necesidades para vivir.

Abrazos

Jaime Yovanovic Prieto (Profesor J)
Municipios Independientes
munindep@yahoo.cl