Vea el reporte ciudad por ciudad y región por reginón, mientras el gobierno se atrinchera detrás de las leyes, sus jueces y las fuerzas armadas. Cualquier parecido con Venezuela no es casual, pero las diferencias son enormes, pues el movimiento social venezolano ha sido amarrado del cuello por la burocracia izquierdistas, en tanto el movimiento social boliviano asoma de un lugar a otro y luego más allá, mientras las izquierdas no burocráticas se pelean entre ellas y con la derecha para ver quien se pone a la cabeza del descontento, lo que favorece a la burocracia, de modo que la esperanza está en el despliegue autónomo de la potencia social. Hace rato que el conflicto boliviano no es la pugna izquierda-derecha, sino el pueblo contra sus gobiernos y corrientes, por más que Evo Morales se suba al escenario a cantar la canción trillada de que Cia mueve los hilos, cuando todos podemos ver que la insatisfacción y el cansancio vienen de abajo. De la dictadura del proletariado como concepto, Lenin y sus seguidores pasaron a la dictadura a secas. Que se vayan todos. Ya veremos lo que hacemos entre nosotros.