En menos de una década, sin estar preparada para ello, a Colombia le llegó una oleada de inmigrantes que supera la población de capitales como Bucaramanga o Ibagué. Solo por puntos fronterizos legales, se calcula que son cerca de 600.000 venezolanos que han cruzado a nuestro país huyendo de su patria por cuenta de la megacrisis social, económica y política desatada por el régimen de Nicolás Maduro.
Nosotros decimos que ni derecha ni izquierda arreglan el cacho, sino que deben irse los partidos y dejar el paso libre al protagonismo social autónomo de las comunas, que deben descubrir en cada localidad las formas propias de autosostenimiento y no pasar viviendo detrás de cual producto van a exportar. Corten los lazos con el capital, distribuyan las armas al pueblo, armen el confederalismo democrático o red de municipios autónomos y convoquen a movilización general partiendo de los destacamentos de protección popular de la autodefensa de las comunas.