El futuro jefe de la oficina presidencial, Alfonso Romo, el converso ex comparsa del capo de la “mafia del poder” (Carlos Salinas de Gortari), quien a finales del siglo XX integraba la lista de megamillonarios de la revista Forbes; cercano al Opus Dei y los Legionarios de Cristo, y casado con Maca Garza Lagüera, nieta de Eugenio Garza Sada, fundador del poderoso Grupo Monterrey, una de las principales fracciones del gran capital; ex socio de Carlos Slim y de Pedro Aspe Armella, con quien fundó el Grupo Financiero Vector, de su propiedad, y también cabeza del Grupo Plenus (biotecnología y servicios financieros), reforzó la idea sobre una “luna de miel” entre López Obrador y los amos de México.
Que sigan aplaudiendo los apologistas del fracasado izquierdismo progresista del continente y apoyadores de la dictadura de Ortega …