Está bien, que duda cabe. Lo único es que hay que tener claro el notable avance en todas partes de las derechas y del protagonismo social, o sea, no es el progresismo lo que configura el otro lado de la medalla o la contradicción actual con el derechismo, el fascismo y el militarismo , sino los pueblos, que no tienen porque entrar en el binarismo maniqueista izquierda-derecha, sino deshacerse de los estados y de los partidos, pues lo que está en crisis son justamente los estados y las instituciones, quedando así Sanders en una mera tabla de salvación institucional.