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El Perezoso y la Hoguera


Pablo Solón :: 27.08.19

De todas las muertes la más dolorosa es morir quemado. Sentir que la piel se achicharra, que el fuego te invade hasta los tuétanos, gritar hasta que tu voz se derrite, implorar por un paro cardiaco. Los perezosos son los animales mamíferos más lentos del planeta. Su vida relajada les ha permitido sobrevivir 64 millones de años.
En Bolivia el chaqueo es de todos los años, pero esta vez se ha multiplicado descontroladamente por el llamado del gobierno a ampliar la frontera agrícola. El etanol y el biodiesel requieren cientos de miles de hectáreas para la caña de azúcar y la soya. A eso se suma la exportación de carne a la China que necesita millones de hectáreas de pastos para el ganado.
El perezoso llega a la punta del árbol más alto. Es un mapajo imponente de 70 metros de altura. El horizonte está en llamas. Dicen que el perezoso vive despacio para no morir de prisa. Ahora todo depende de la fortaleza de aquel árbol que tiene más de 300 años. Ojala el viento ayude. La lluvia ni por si acaso. A la distancia el helicóptero presidencial sobrevuela el infierno mientras habla de evacuar a las personas sin decir ni una sola palabra sobre el perezoso y los otros seres de la Madre Tierra.


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