Como el Forro de Porto Alegre destinado a acabar con la autonomía de las luchas antiglobalización para reconducir a los pueblos a la re-cohesión estatal postulada por el progresismo izquierdista pos-muro de Berlín que tuvo vida efímera y se vino abajo por su vocación burocrática, clientelar y extractivista, hoy día con el levantamiento de los pueblos de Ecuador, Chile y Bolivia que amenazan ir más allá poniendo en cuestión las instituciones estales y los partidos políticos para poner en primer lugar el protagonismo de los pueblos por encima de las añejas y ,moribundas contradicciones izquierda-derecha, ahora vuelven a la carga mediante el neo-progresismo de la alianza capitalista del anti-indígena López Obrador de México, el peronista de derecha Alberto Fernández de Argentina y demás próceres del capitalismo izquierdista del continente que en estos momentos levantan su “alternativa” en el Forro de Puebla, la nueva luz que alumbrará el camino del capital en medio de los pueblos insurrectos atrayendo rebeldes para ponerlos al servicio del extractivismo.