Este señor, Evo Morales Ayma, ha renunciado públicamente, se ha exilado y es refugiado político en México, con qué cara y bajo qué respaldo dice que le dejen concluir su mandato. Es demasiado descaro y estar definitivamente perdido en un laberinto inentendible. Se ha acostumbrado, durante 14 años, a usurpar al pueblo la victoria contra el neoliberalismo, a desmantelar sistemáticamente la Constitución, a restaurar el viejo Estado-nación colonial, a obstaculizar la construcción del Estado Plurinacional Comunitario y Autonómico, establecido por la Constitución, desnacionalizar los hidrocarburos con los Contratos de Operaciones, volver a entregar los recursos a las trasnacionales extractivistas, entregar el litio por casi un siglo a una transnacional, que dejaba migajas por su explotación, sin contar con la tecnología ni la experticia en el tema, a atacar a las naciones y pueblos indígenas, ocupar sus territorios y entregárselos a las transnacionales, a incinerar y arrasar con millones de hectáreas en la Amazonia y el Chaco, para entregarlos a la burguesía agroindustrial, destinando la tierra arrasada a la producción del biocombustible, a desconocer la democracia participativa, directa, comunitaria y representativa, la voluntad popular expresada en el referéndum y robarle al pueblo su voto con un escandaloso fraude grotesco. Ahora quiere desconocer la victoria del pueblo movilizado que lo hizo renunciar, lo derrocó no solo por el fraude, no solo por la demolición de la democracia, sino por haber expoliado el país durante sus gestiones de gobierno mafiosas.
- Raúl Prada Alcoreza -