La grandiosa movilización española de los indignados sólo movió algunas personas hacia los barrios, pero la dinámica fue entrampada por el Podemos -hoy Juntas Podemos- que llevó a la gente que protestaba a la re-cohesión estatal, lo que había hecho el Forro de Porto Alegre al aplastar la Acción Global de los Pueblos y que hace hoy el presidente progresista mexicano López Obrador aislando los autogobiernos comunitarios y varios otros que han convocado a las masas insurrectas a negociar y han terminado finalmente reeditando los estados autoritarios de derecha y de izquierda. Esperemos que los libaneses se liberen de los partidos políticos y puedan aprender como los kurdos a organizarse localmente para comenzar a limpiar por casa haciendo abstracción del aparato del estado, lo mismo se espera de los amazigh, el pueblo originario de todo el norte de África, bastante influyentes en el Hirak argelino.