Las tareas del movimiento social en Chile, Bolivia, Ecuador, Colombia, Nicaragua, Haití, Argelia, Irak, Líbano y otros, radican básicamente en el protagonismo y la autoorganización local por abajo con autonomía del estado y de los partidos políticos -sus agentes-, que es lo mismo que planeaban en el plano obrero los consejistas alemanes desde Rosa Luxemburgo, el autonomismo de Cornelius Castoriadis en Grecia, el poder obrero o autonomía obrera de Toni Negri, en parte el situacionismo y otros, que históricamente tomaron distancia de los bolcheviques de Lenin, de los troskistas, estalinistas y maoístas, corrientes que centraron sus esfuerzos en el partido de cuadros disciplinados y en el estado como instrumento del cambio, lo que ha llevado a los marxistas libertarios a encontrarse con las corrientes del anarquismo y las derivadas de la plataforma de Makno.
Creemos que no es prodente encasillarse en una ideología, pero las enunciadas no estatistas nos sirven para conocer las experiencias y ampliar nuestras reflexiones.