Según Silvia Federici, o mejor, desprendiéndose de su estudio en “Calibán y la bruja”, la Edad Media no fue sólo el territorio histórico-social de la pugna burguesía-oligarquía feudal, sino también de la alianza entre ambas expresiones del patriarcado para imponer sobre el campesinado el fin de las formas comunitarias de vida sometiendo a las mujeres tildadas de brujas y disgregando las comunidades para instalar sobre individualidades separadas y aisladas la ideología “humanista” y competitiva que les haría vender -obligada o “voluntariamente”- la mercancía fuerza de trabajo a los señores capitalistas -burguesía capitalista, de villas o ciudades portuarias- u oligarquías (carrera frenética de barones, duques, condes, marqueses, reyes, etc que transformaban a sus ex-siervos en proletarios) que se repartían los cargos del instrumento que permitiría, estimularía y vigilaría las nuevas relaciones mercantiles de producción -el estado- mediante sus constituciones asentada en el poder compartido de la teoría del Barón de Montesquieu -la teoría de los tres poderes: este para mí, este otro para ti, etc- que llevaron a las colonias para enquistar esos aparatos en nuestros territorios en que hasta nuestros días los partidos políticos nos llenan de derechos constitucionales y se reparten entre ellos lo que no van a compartir jamás: el poder del estado. La chusma no tiene voz, sólo voto, mientras ellos allá arriba manejan nuestras vidas y nosotros acá abajo poco a poco nos sacamos la tela de araña que nos envuelve y podemos ver a los pueblos originarios y rescatar las viejas formas de vida compartida para unirnos con ellos y quitarnos esos estados de encima.
La revolución comunera de Castilla se insurge en medio de estos procesos que constituyen nuestras raíces que han venido a nuestro continente a entrelazarse con nuestras raíces principales clavadas desde milenios en esta tierra, por eso nos interesa profundizar en este tema de la historia de ese pueblo nación castellano sometido al estado que ha tomado el nombre de España para “incluir” a las demás naciones ocupadas y sometidas por el poder instalado en Castilla.
Invitamos a historiadores e interesados a enviarnos notas, datos y artículos sobre la revolución comunera y otras dinámicas similares en la península Ibérica y otros lugares, en especial las agrupaciones de los llamados bandoleros o bandidos de los bosques, montañas y mares que expresaban la rebeldía y autoorganización de los que recuperaban las formas comunitarias de vivir y resistían a su modo a esa alianza del capital entre burguesía y oligarquía. Agradecemos toda contribución de antemano y estamos seguros que muchos también lo harán