Como todo gobierno progresista capitalista, El Salvador tiene ahora este presidente de derecha que no tuvo dificultades de competir y ganar el gobierno contra el capitalismo que llevaba adelante el FMLN, lo mismo ha pasado con Bolsonaro que heredó la crisis brasileña del PT, o en Uruguay o en Bolivia. Los gobiernos progresistas que aún continúan como Nicaragua y Venezuela, hoy días tienen de gobierno una dictadura. Ya los pueblos están comprendiendo que aún los partidos más combativos y radicales al tomar el poder son atrapados por el capital, pues saben que para distribuir caramelos estatales deben aliarse con las empresas extractivista y hacer de cada gobierno una asquerosa capa de uorócratas. No es por casualidad que paso a paso crecen las autonomías comunitarias y los autogobiernos en todas partes … aún en plena pandemia.