En la invasión europea a nuestro continente Abya Yala, los invasores desconocieron, invisibilizaron, omitieron, negaron y comenzaron una sistemática destrucción de la particular, propia y extraordinaria cultura integral, que nuestros ancestros abya yalenses originarios habían desarrollado durante sus 30 milenios de existencia como habitantes exclusivos de estos ricos y últimos territorios, a los cuales había llegado la especie humana como el destino final de su milenario peregrinaje poblacional alrededor del planeta; por no poseer ni practicar la misma cultura de la variedad humana europea que ellos trajeron, los recién llegados calificaron como “SALVAJES” a los nativos integrantes de la variedad humana abya yalense que aquí habitaba, y desconocieron por completo los grandes avances y desarrollos superiores, que las naturalistas y humanistas culturas indígenas originarias habían logrado, entre otros, podemos mencionar sus grandes avances en los campos del naturalismo, del humanismo, de la astronomía, la arquitectura, el urbanismo, la agricultura, la hidráulica, la ecología, la medicina y las terapias naturales, y las matemáticas.