Precariedad laboral, estancamiento salarial, pensiones insuficientes, endeudamiento, despidos, baja del circulante, etc todo ello en pandemia y cuarentena agravado por las readecuaciones del mercado, los estados y la tecnología generan un cuadro que agravará las desigualdades, las injusticias y las protestas que tendrá que llevar a la población a abandonar las reglas del juego, a pesar y teniendo en cuenta los altos niveles de represión a que hemos llegado, para replegarse a sus espacios de vida -nichos ecológicos- como barrios y comunidades para construir con sus propias manos la respuesta a las necesidades vitales que por ahora están amarradas al mercado y al estado.