Los gobiernos de México siempre han utilizado el narcotráfico para sus intereses de cohesión estatal y control de población, lo que es un papel fundamental de todos los estados, especialmente hoy que este gobierno izquierdista está tendiendo un cerco estratégico militar a las comunidades, pueblos, ejidos y regiones que defienden sus territorios de la terrible ofensiva extractivista del capitalismo, ofensiva en que colaboran ostensiblemente las milicias y tropas y paramilitares del narco que trabajan coordinadamente con las altas esferas militares encargadas de seguir la estrategia del gobierno progresista contra el enemigo interno en una acabada estrategia contrainsurgente. Y ese enemigo interno son los municipios autónomos zapatistas y los autogobiernos indígenas y campesinos que se extienden por todo el país defendiendo la tierra y la vida