La división ha afectado a la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) y a su brazo político, el movimiento Pachakutik, algunos de cuyos dirigentes se han enzarzado en la defensa de uno u otro finalista presidencial.
Iza, que preside el Movimiento Indígena y Campesino de la provincia de Cotopaxi, y que es una de los nuevos líderes de la Conaie, sostuvo que la división en el movimiento muestra que el proceso electoral les ha golpeado.El proceso electoral, en lugar de ser “un instrumento para la unidad”, ha supuesto un mecanismo “para dividir a las organizaciones sociales”.