Hay que aprender de la experiencia chilena donde la izquierda se rindió tras el golpe y gobernó el neoliberalismo más avanzado del planeta.
La alternativa en Chile la presentó el MIR defendiendo el gobierno Allende y concentrando esfuerzos en la autoorganización de los cordones industriales, las redes de campamentos de pobladores sin casa, los almacenes populares y los consejos comunales campesinos. Hoy día el MIR sólo vive de la lucha por la toma del poder y está dividido en múltiples orgánicas. La lección que queda para la historia es la autoorganización y el protagonismo autónomo de los de abajo, cuestión que puede ser analizada y organizada para el despliegue desde abajo de la potencia social presente en el campo y los barrios peruanos, pues la izquierda sólo podrá gobernar aplicando el extractivismo capitalista, o sea separándose más y más de las dinámicas y necesidades populares.