El fracaso del neoliberalismo y la falta de oportunidades que trasciendan los beneficios de las elites llevó a las capas medias profesionales en Chile a formar su referente “izquierdista” del Frente Amplio y ahora otros grupos más rebeldes para disputar espacios en la conducción del estado capitalista modificando algunos parámetros pero sin tocar las grandes empresas que destruyen la madre tierra, arrinconan a las comunidades y barrios periféricos de las ciudades y mantienen las fuerzas represivas que se encargan de someter a la mayoría de la población empobrecida, aunque están con sus banderas en los funerales de los asesinados por el sistema. Ellos quieren imitar la centralidad y el autoritarismo de las dictaduras de izquierda tipo Venezuela y Nicaragua, en tanto los jóvenes chinos están queriendo involucionar. Mientras el pueblo sigue resistiendo y construyendo los primeros pasos del cambio civilizatorio desde abajo.