Gran expectativa en ambos países, en los pueblos indígenas del continente y en los movimientos sociales en general, debido a las indecisiones en Perú y a las irradiaciones del estallido chileno, así como la modificación de los gobiernos de Argentina y México respecto de las dictaduras de izquierda, lo que junto al despliegue noticioso de la travesía zapatista, todo ello hace que siga creciendo el protagonismo social y la autoorganización de los abajo superando las limitaciones de las izquierdas que quieren concentrar la lucha social tras los partidos que disputan el poder del estado. Se espera que los movimientos indígenas siembren sus formas de vida comunitaria y autogestionaria en mayor medida en las periferias de las ciudades.