Manuel Cabieses, director de Punto Final reconoce en este artículo que no hay vanguardia en Chile, que considera necesaria para dirigir el aparato de estado como en Venezuela, lo que significa que pone en alerta a buena parte de la población chilena para que se exilien del país. A falta de pan buenas son las tortas, de modo que el autor si no hay vanguardia nos invita a creer y confiar en los convencionales que pueden hacer un Chile justo y demás fantasías de quienes sólo viven para la lucha por el poder estatal y viendo como entre los convencionales se van descubriendo partidos camuflados, candidatos a algún cargo, mentirosos contumaces, en fin una bolsa de gatos. Este artículo de Cabieses es una odiosa discriminación al protagonismo social que se teje desde abajo en todas las regiones del país para que abandonemos todo lo nuestro y sigamos a los profetas salvadores de la patria arrojando nuestras redes de pescadores sobre la población para llevarla detrás del faro luminoso que alumbra el única camino.