Kogan usa como campaña electoral tres mitos: Que todavía existe el viejo pascuero, que no hay clase media, y el cuco que viene como viene el lobo. Además utiliza el fantasma de que ganando Kast acabará con la “nueva” constitución y vendrá el baño de sangre en Chile, como que los estados hoy día no estuvieran preparando nuevos modos de control y despojo. Hay que reconocer que el autor es hábil pues ha “descubierto” que para ganar el trono la pequeña burguesía ilustrada tendrá que recoger el jabón en el baño donde se está aseando la militancia que gobernó con la Concertación, por lo que la candidatura Boric termina cerrando el círculo y volviendo a lo que cuestionó el estallido social.