Entre el 1 y 2 de diciembre, en Kazan, los movilizados simplemente salieron de la unidad militar y se fueron a casa. En principio, esta es la mejor protesta para quienes fueron obligados a movilizarse. No hay necesidad de exigir «mejores condiciones» o «mejores armas». No es necesario llamar a la organización de “grupos de voluntarios”. Fueron llamados a participar en una injusta guerra imperialista de conquista. Simplemente es mejor negarse a luchar o morir por la psicosis de Putin.