En las regiones templadas y tropicales en las que parece que los homínidos evolucionaron para transformarse en seres humanos, el principal alimento de la especie eran los vegetales. Entre un sesenta y cinco y un ochenta por ciento era recolectado; solo en el Ártico extremo la carne era el alimento básico. Para seguir vivos y gordos era recoger semillas, raíces, brotes, pequeñas plantas, hojas, frutos varios y cereales. Y ni siquiera teníamos que trabajar duro para todo aquello: mucho menos duro que los campesinos esclavizados en los campos de otros después de que la agricultura fuera inventada, mucho menos duro que los trabajadores asalariados desde que la civilización fuera inventada.