Como llegaron a la montaña y selva algunos de los fundadores del EZLN

25.Nov.10    Zapatismo

Nota de Clajadep: Esta no es nota oficial del EZLN, sino interpretación de un periódico. Veamos:

Cumple el EZLN 27 años de su fundación en Chiapas
Isaín Mandujano

SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, Chis., 17 noviembre (apro).- Indígenas bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) recordaron este día el 27 aniversario de la fundación del grupo insurgente que se alzó en armas el 1 de enero de 1994.
De nueva cuenta, los indígenas rebeldes se encerraron en los cinco Caracoles e impidieron el acceso a activistas, curiosos y reporteros que pretendieron acceder para constatar algún festejo por el 27 aniversario de la fundación del grupo armado.
En Oventic, La Garrucha, Morelia, Roberto Barrios y La Realidad, los zapatistas fueron discretos y, al menos públicamente, poco trascendió sobre los festejos que llevaron a cabo para recordar aquel 17 de noviembre de 1983, cuando un grupo de rebeldes, acompañados de algunos indígenas, se internaron a la selva para fundar el germen del EZLN, las Fuerzas de Liberación Nacional (FLN).
Cargados con víveres y algunas armas, instalaron en la selva Lacandona el campamento La Garrapata, donde nació lo que pasada una década se conocería en todo el mundo como el EZLN.
Con el tiempo se sabría que aquel grupo, entre ellos Germán, Elisa, Rodolfo, Frank y Javier –estos dos últimos indígenas–, salió la noche del 15 de noviembre de 1983 de la cabecera municipal de Ocosingo en un camión de redilas y, luego de recorrer sigilosamente decenas de kilómetros por una terracería en malas condiciones, llegarían hasta una montaña ubicada en una de las cañadas de la selva, donde previamente habían realizado un trabajo de exploración de varios meses.
Hace varios años ya, uno de estos cinco fundadores contaría que esa noche pernoctaron a la orilla del río Jataté, cerca de La Sultana. Vestidos con uniformes de los que usan los trabajadores de Petróleos Mexicanos (Pemex), los cinco guerrilleros bajaron la carga que consistía en provisiones y algunas armas largas ocultas en costales.
Era ya el 16 de noviembre cuando el conductor del camión dio la vuelta y regresó a Ocosingo, y aquellos cinco rebeldes, en compañía de tres guías que hablaban la lengua chol y arreaban los caballos, emprendieron la marcha a pie por un camino de la cañada de San Quintín, en plena selva.
Luego desayunaron en un lugar cercano a La Sultana y prosiguieron la caminata. Después de recorrer muchos kilómetros, cruzaron el río Jataté hasta llegar a una montaña situada cerca de laguna Santa Elena.
El día 17, el grupo reemprendió el viaje selva adentro. A su paso por algunas comunidades los indígenas preguntaban acerca del motivo de su presencia y la respuesta era: trabajamos en Pemex y venimos a hacer exploraciones para ver si hay petróleo.
Todo el día caminaron hasta llegar a Guanal y luego se dirigieron a una región montañosa situada entre Plan de Guadalupe y El Calvario, pero a muchos kilómetros de la zona poblada.
Ahí, enlodados, ampollados y bajo la lluvia, alejados de la población para evitar ser descubiertos, instalaron el primer campamento que bautizaron como La Garrapata, porque campeaban esos bichos en el terreno.
Del grupo de fundadores, Fernando Yáñez, conocido como el comandante Germán, y Gloria Benavides Guevara, la comandante Elisa, permanecen fuera de la estructura militar del EZLN.
Ambos fueron detenidos en 1995, durante el sexenio del presidente Ernesto Zedillo, y posteriormente liberados.
Si bien el subcomandante Marcos asumió el mando del grupo insurgente, desde hace varios meses nadie lo ha visto en la selva Lacandona y tampoco ha emitido algún comunicado.
Los indígenas zapatistas libran ahora una guerra por los territorios con grupos de choque local, los que pretenden arrebatarles las tierras que ellos “recuperaron” tras el alzamiento armado y que antes estaban en manos de finqueros y ganaderos de la selva Lacandona.
De esta forma el EZLN cumplió 27 años de su fundación y, una vez más, el mutismo enmarcó la fecha.