Hacer ejercicio es necesario y una bicicleta sin uso no puede dejarse en el rincón, sino que con ella puede hacerse un generador de electricidad transformando la energía mecánica del pedaleo por energía eléctrica. Vea usted: una hora de pedaleo permite alimentar una ampolleta de 40 wats por cuatro horas. Cuatro personas en casa ya tienen para alumbrar la planta baja. No necesita estar los 60 minutos de corrido alumbrando, sino que puede hacerlo en partes, ya que tiene un acumulador, que guarda la electricidad producida.
Tal vez lo más importante no sea el ahorro económico, que lo hay, pues debe armar el aparato con piezas diversas o descubrir donde adquirir uno a bajo costo, pues, si lo encuentra en el mercado, le saldrá 20 veces su costo. En todo caso una producción artesanal puede llegar a dos o 10 biciléctricas diarias, quizás funcionando sobre la base que el usuario trae la bicicleta vieja o amigos que instalan un ciclotaller y van guardando las partes para la biciléctrica. Posiblemente lo más indicado sea que la arme usted mismo y enseñe a otros a hacerlo también.
Puede ser que ahí esté la clave, la difusión, uso y costumbre, la instalación de un modo cultural de combinar el ejercicio sano con el desprendimiento en parte de los lazos materiales e ideológicos del mercado. Sin ninguna duda, la ampliación del uso de la biciléctrica significa un duro golpe a las empresas que explotan la energía eléctrica.
Esas empresas son justamente las que en estos últimos años a nivel planetario han estado construyendo represas, desviando ríos, secando tierras, desplazando comunidades, destruyendo la naturaleza y erigiendo mega proyectos que los gobiernos aplauden porque de ahí viene un poderoso lobby y un jugoso estipendio que ayuda a engordar los bolsillos. Pocos se preguntan hacia donde va esa gigantesca electricidad, pues si la población crece en un tanto por ciento, la iluminación de las calles un porciento menor y la construcción de nuevas casas de habitación con sus respectivas redes lo hace a un ritmo aún más reducido, no es el aumento de la venta de microondas, refrigeradores, TVs, jugueras, computadores, aspiradoras, cargadores de celulares y demás artefactos que por favor utilicen más y más para engrosar la riqueza acumulada por esos propietarios y empresarios que se ríen de nuestra “aceptación” de la modernidad civilizatoria que no toma en cuenta que estamos aniquilando la naturaleza y dentro de poco eso será irreversible, a menos, claro, que tomemos medidas de hecho, decimos que no es ese aumento del consumismo energético el que tienen en consideración los empresarios, sino la extraordinaria necesidad eléctrica de los gigantescos proyectos de explotación minera y petrolera.
Por ejemplo el cobre, que el gobierno recoge un tanto por ciento y las fuerzas armadas se han asegurado una buena tajada. Dicen que es el sueldo de Chile, pero no se ve por ninguna parte. Aniquilamos la naturaleza para generar electricidad a estos depredadores que por su vez destruyen por otro lado atacando por dos flancos a la madre tierra. Así los políticos y los militares reciben mucho dinero de los mafiosos de la electricidad para que les dejen destrozar montañas, ríos, tierras y comunidades, con lo que permitirán que los otros mafiosos, los de la minería, petroleras y demás, puedan entrarle el doble y el triple a la pacha mama desangrándola para exportar a precio de chuchería y traer grandes sumas que irán también a manos de los políticos y militares. Los de arriba se aseguran por todas partes que les lluevan las monedas y los de abajo como obedientes ovejas del rebaño no alcanzamos a percibir la maniobra de reducir las tarifas eléctricas que está haciendo el gobierno, bajarlas un poco para que no se vaya a transformar en movilizaciones, protestas y violencia callejera como en Bolivia, donde el gobierno ha duplicado el valor de la gasolina obligando a la población a salir por millares a las calles.
Como estamos en la época del sálvese quien pueda y rásquese con sus propias uñas, del egoísmo desenfrenado, el consumismo exagerado y la competencia destructiva de los unos contra los otros, son pocos los que asumen la gravedad de esta situación que comentamos. Hay que mirarlo de frente y moverse por todas partes para salirle al paso a esta avalancha destructiva que viene del la actual fase del desarrollo del capital. No basta sumar fuerzas para un partido o un proyecto, pues cuando alcancemos pasos concretos y pequeñas victorias, ya estará la hecatombe y de nada nos servirá empoderarnos de ruinas y tierras arrasadas. El problema es ahora, de subsistencia vital, y se nos presentan dos medidas muy concretas, la primera es movilizarse en apoyo a las comunidades que sufren y sufrirán directamente en sus cuerpos la acción de la depredación, que si no se organizan para empoderarse de sus espacios territoriales impidiendo de hecho que sigan avanzando las maquinarias y no sólo hacerle el juego a los “opositores” y a las ONGs para que hagan bellos discursos en el parlamento o ante la prensa, van a ser arrollados. La segunda es la multiplicación de las formas de energía alternativa en todas partes y el desprendimiento de los lazos materiales e ideológicos del estado y del mercado mediante paneles solares, biogás, aprovechamiento del viento y de la corriente de agua, reciclaje de las aguas usadas, ollas brujas, bolas de lavar ropa, producción de alimentos en huertas familiares y barriales, ferias del trueque y tantas iniciativas dispersas que pueden articularse para desarrollar un fuerte movimiento contestatario e insumiso. Pero para eso tenemos que salir del círculo vicioso de que la energía alternativa es cara, un lujo y sólo al alcance de ciertas capas adquisitivas de pequeña burguesía “ecologista” y progre. Tenemos que descubrir como construir y fabricar esos artefactos a bajo costo, con materiales simples, cosa que pueda estar al alcance de cualquiera.
De allí que este verano vamos a realizar un taller de confección de la biciléctrica junto a taller de olla bruja, economía alternativa, comprando juntos, se hará una feria del trueque y varias otras reflexiones, aprendizajes y puesta en practica en la Minga de Trabajo Voluntario en el poblado de Polpaiko, comuna de Tiltil, a 40 minutos al norte de la ciudad de Santiago, frontera con la potencialidad agraria de la V Región.
Por ejemplo viene como visitante desde Estados Unidos el joven ingeniero alternativo Scott Pinkelmann, quien explicará el diseño para confeccionar la biciléctrica, sus componentes, costos, metodología y mostrará con sus piezas como debe hacerse para que quede armado y funcione.
Todos los talleres, diseños y prácticas, así como intercambios de experiencias y construcción de iniciativas junto a la población que permitirán la continuidad del trabajo conjunto, son gratuitos, sólo se pedirá una colaboración de 10 mil pesos a los participantes voluntarios de fuera de la comuna de Tiltil que se queden un tiempo medio o largo y de 5 mil pesos a los que estarán un tiempo corto. Las actividades comienzan el domingo 9 de enero a las 19:00h con una asamblea de voluntarios y vecinos para precisar detalles de las actividades, finalizando el 15 de febrero para dar paso de inmediato al Foro Mundial del Saber Aplicado, donde nuestro invitado, el ingeniero Pinkelmann, profesionales, profesores, activistas y otras personas de diferentes países conversarán junto a voluntarios y vecinos sobre el conocimiento producido en el barrio y la localidad, las disciplinas universitarias del saber-poder y el uso de todo ello para potenciar la vida comunitaria y la autonomía de las formas de actividades cotidianas del conjunto de los vecinos.
Para mandarle de inmediato las informaciones y detalles al respecto, es sólo enviar un mail a unlibre@gmail.com solicitando los materiales y la programación para verificar cuáles días son más convenientes para su participación.
Atte.
Jaime Yovanovic
ULibre
http://www.ulibre.org
http://clajadep.lahaine.org
http://travol-polpaiko-2011.blogspot.com