Río Frío (Sarapiquí). Un muerto, tres heridos y 10 detenidos fue el resultado ayer de un enfrentamiento entre miembros de la Fuerza Pública y unos 80 precaristas.
El hecho más grave ocurrió a las 9:30 a. m. en el sector de El Tucán, en la finca Bambuzal de Río Frío, Sarapiquí, Heredia, cuando una patrulla policial compuesta por 15 efectivos intentó detener a un grupo de ocupantes ilegales de la propiedad.
En el incidente murió el precarista Gerardo Moya Solís, de 46 años, quien recibió dos balazos en el tórax. También fue herido de bala en la pierna derecha Tiburcio Filimón Sequeira López.
En tanto, los efectivos de la Fuerza Pública Hámilton Molina López, de 23 años, y Daniel Rodríguez Obando, de 29 años, sufrieron heridas en el rostro y la espalda al ser atacados con cuchillos y palos con clavos.
Los tres afectados fueron trasladados al hospital de Guápiles, en Pococí, Limón, donde permanecían anoche fuera de peligro.
Este incidente ocurrió luego que el jueves de la semana anterior las autoridades desalojaron a 166 familias que ocupaban la finca Bambuzal desde hace poco más de dos años. El terreno es propiedad de la Standard Fruit Company.
Desde aquel momento los campesinos se mantuvieron fuera de la finca porque esperan el resultado de varias acciones legales en procura de la revocatoria de la orden de desalojo.
Algunos de ellos se instalaron cerca de un negocio llamado El Tucán. Ayer a las 8 a. m. dos personeros del Comité de la Cañería de la urbanización Huetares, que suministra agua tanto a El Tucán como a algunas parcelas, llegaron y cortaron el agua al negocio.
Ese incidente alteró los ánimos de las familias, lo que motivó el envío al lugar de unos 15 efectivos de la Fuerza Pública.
Ante la presencia policial los precaristas corrieron hacia la finca Bambuzal, por lo que varios policías intentaron seguirlos para arrestarlos.
Presurosos, los campesinos bordearon una quebrada cubierta de plantas de bambú.
El teniente Max Collado, quien iba al mando de la patrulla, dijo a sus superiores que fueron emboscados y atacados con cuchillos y palos con clavos.
En su informe verbal argumentó que a los oficiales no les quedó otra alternativa que disparar con las armas de reglamento, para “salvar sus vidas”.
En cambio, uno de los precaristas, Eduardo Martínez, rechazó tal versión y aseguró que los policías lanzaron bombas de gas lacrimógeno y luego dispararon con armas de fuego.
En el lugar resultaron heridos de bala los campesinos Moya y Sequeira, y los policías Molina y Rodríguez. Todos fueron llevados a la clínica de Río Frío, donde falleció Moya.
Debido a que los precaristas continuaban en la finca, a la 1:55 p. m. unos 100 oficiales de la Fuerza Pública procedieron a dispersarlos con el lanzamiento de gases. En esa acción se detuvo a 10 personas, incluidas tres mujeres.
El ministro de Seguridad Pública, Rogelio Ramos, dijo que la Policía continuará con el operativo para devolver la tierra a los legítimos dueños, como lo ordenó el juez penal de Sarapiquí, Carlos Valerio Chaves.