La revuelta popular en Yemen gana adeptos. Este lunes, líderes políticos, militares y tribales han mostrado su apoyo a los opositores al régimen de Alí Abdalá Saleh.
La plaza de la liberación de la capital, Saná, era testigo de la comunión entre manifestantes y soldados, mientras el número dos del Ejército presentaba su renuncia.
“En nombre de los militares anuncio nuestro apoyo pacífico y nuestra solidaridad con la revolución de los jóvenes. Respaldamos sus demandas. Seguiremos con nuestras obligaciones de mantener la seguridad y la estabilidad en la capital”, explicaba Alí Moshín Al Ahmar
El ministro de Defensa ha anunciado su lealtad al gobierno. La situación es tensa en Yemen, ya que si las fuerzas leales al presidente vuelven a atacar a la población, se podría repetir el baño de sangre del pasado viernes en el que murieron 52 personas.
Con sus promesas de no presentarse a la reelección y de una nueva Constitución, Alí Abdalá Saleh no ha conseguido frenar las protestas. Tras las múltiples dimisiones del lunes, el editor de un periódico yemení ha declarado que esperan la caída del régimen en un máximo de 24 horas.