Talleres para el cambio.

04.May.11    Universidad Libre

Talleres para el cambio. Segunda parte.

Cuando enseñamos, no aprendemos. Por eso, para aprender no hay que enseñar. Eso de enseñar es más bien trasmitir, meter en la cabeza de otro algo que él tiene afuera y que no ha podido asimilar porque no ha triunfado en la carrera de empujones que son las escuelas, mercado de libros y estructura piramidal del saber, que tiene en la cima el reducido espacio elitista del saber-poder y abajo la multitud de “ignorantes”.

Un sector de la izquierda vive para encumbrarse en esos espacios de poder y de saber-poder. Ellos saben que teniendo radios, periódicos, escuelas barriales, preuniversitarios, profesores, maestros, guías para la acción, gurús, profetas, pitonisos, enciplopedias, luz, editoriales, universidades, cuadros formados en pos graduación, etc. podrán encumbrarse también y disputar el poder-sobre dentro de los recovecos sistémicos.

Esos individuos, que poco contribuyen para el cambio por el hecho de vivir obsesionados detrás de los cargos autoritarios, no aceptan la cultura popular, sólo toman algo de ella para invitarnos a un show donde van a hacer cantar a sus militantes canciones llenas de contenido proselitista de ellos con algún instrumento “popular” o alguna melodía o ritmo acogido por la gente.

Vea usted por ejemplo, como cada partido fue haciendo sus grupos musicales en los sesenta y setenta, el PC con el Quilapayún, el Inti Illimani, el MAPU con Tiempo Nuevo en Valparaiso, el MIR posteriormente al golpe con el Xaraxú, antes del Pato Mans retirarse de allí para aceptar la invitación de sus raíces estalinistas para volver al redil. Y etcétera.

Luego, en plena dictadura, el Illapu rompe los esquemas tradicionales y combina diferentes ritmos para asomarse en distintos lugares entusiasmando a la juventud combativa y auxiliando a recuperar la confianza mientras los demás lloraban lamentos de lo que sucedió, de lo que podría haber sido, de lo que talvez si hubiésemos tomado al cangrejo por el otro lado y así.

Hoy día para qué decir, los grupos de ritmos antiguos son sacados del museo de vez en cuando para decorar la torta mientras el plato fuerte es la cumbia de Juana Fé, Chico Trujillo, etc. Sin embargo cuando invitan al Illapu, ellos rompen con todo, pues activan las fibras de aquella lucha sin cuartel directo al hueso desde las catacumbas contra la dictadura, fibra insatisfecha porque vendieron la lucha antidictatorial los burócratas más que porque nos tumbaron el gobierno “socialista”.

Cuál es la diferencia del Illapu con el resto? Y qué monos pintan en este tema de los talleres?

Ellos se caracterizaron por una vinculación muy profunda con la cultura popular, lo que nadie había hecho después de la muerte de Violeta Parra, la pionera de la investigación de la historia, ritmos e instrumentos mapuche, ya que hicieron un muy buen trabajo de recorrido, investigación y experimentación con los ritmos e instrumentos andinos y del norte chileno. Fueron capaces de comprender que en la dictadura no valía el panfleto emanado de la ideología, sino el lenguaje de la población, lo que Víctor Jara había comprendido y le llevó a presentar en sus canciones a personajes anónimos como el niño Luchín, Amanda, Manuel o la señora Juanita, así el negro José o el Vuelvo del exiliado, fueron tal vez algunas de las expresiones musicales más representativas de los momentos que se vivían, sólo emulados por Los Prisioneros con sus industrias y por miles de muchachos y muchachas que hacían de la guitarra y otros instrumentos una manera de criticar y de comunicarse con vecinos, familiares y amigos. Es posible que La Bicicleta haya sido el instrumento comunicacional más rico al respecto.

El Illapu, Los Prisioneros, esos muchachos y muchachas de barrio con guitarra, La Bicicleta y otras manifestaciones, constituyeron un plexo o territorio social que junto a las colonias urbanas y a los que levantaban barricadas y cortaban la electricidad con cadenas, siendo en realidad todos los mismos que hablaban diferentes lenguajes según los momentos, proponía algo diferente desde abajo, una nueva propuesta de sociedad, un tejido desde los corazones y cotidianeidades, la calle y el barrio, las familias y los amigos, espacios que fueron abandonados para irse todos a sus casas a esperar los momentos electorales mientras los electos hacían sambacanuta vestidos con el disfraz de la “democracia”. Los destacamentos armados quedaron fragmentados en mil pedazos y todavía hacen malabares para reconstruir capacidades, mientras los burócratas se instalaron como señores en el parlamento y municipalidades sobre la sangre de los caidos y la esperanza de esos luchadores de la cotidianeidad.

De ahí que entre las estructuras sistémicas, culturales y educativas donde pululan derechistas, centristas e izquierdistas o la cotidianeidad barrial productora de su propia cultura, hemos preferido apartarnos radicalmente de los espacios y formas de reproducción cultural y formación de saber de las escuelas, industria musical, shows callejeros, marchas por el centro de las ciudades, para ir al campo, a la comuna de Tiltil a aprender del proceso de autoorganización en comunidades de esa extrema marginalidad a que la sociedad ha ido empujando a aquellos que ya no tienen como vincularse al trabajo por la precariedad estructural que éste ha adquirido y precisamente por ellos son los que pueden elaborar y presentar nuevas propuestas desde abajo y desde el margen para el cambio.

Ahí, junto a los talleres ecológicos de la ULibre, vamos a aprender practicando fundamentos de varias disciplinas en los siguientes talleres:

Antipedagogía. http://www.clajadep.lahaine.org/articulo.php?p=10591&more=1&c=1

Nuevas Metodologías de Investigación Social. http://www.clajadep.lahaine.org/articulo.php?p=10593&more=1&c=1

Género y biopolítica. http://www.clajadep.lahaine.org/articulo.php?p=10592&more=1&c=1

Salud comunitaria http://www.clajadep.lahaine.org/articulo.php?p=10594&more=1&c=1

Actualidad de las reflexiones de Marx sobre las comunidades http://www.clajadep.lahaine.org/articulo.php?p=10590&more=1&c=1

Sin embargo para aquellos que no puedan asistir al campo, seguiremos en sesiones teóricas en sala, con dos excepciones: Salud comunitaria es de dos sesiones conceptuales y las demás deben ser de práctica en el terreno, al igual que antipedagogía.

Atte.

Jaime Yovanovic
Coordinador ULibre
unlibre@gmail.com