Chile: La hora de los independientes


La hora de los independientes

Muchos se llaman a si mismos de independientes o autónomos y se organizan y actúan igual que los partidos. A esta altura ya es jocoso ver varios partidos que llevan por apellido “independiente” o “autónomo”. La mayoría de ellos de derecha, sin embargo los hay también de izquierda.

Ser independiente es justamente no tener partido ni organización a quienes dar cuenta de sus actos ni de quienes recibir órdenes. Los empresarios y politiqueros de siempre pueden levantar candidatos independientes y financian sus campañas, con lo que queda claro que de independientes no tienen nada.

El independiente o autónomo no reponde al dinero, al poder, al status, al jefe, al estado, al mercado, o agrupaciones ideológicas, sino solamente a sus vecinos y electores, quienes le dicen cuando y como hay que votar, con quien hay que reunirse y con quien no, con quien hacer un acuerdo o una alianza, cuando y para que.

Si es un parlamentario no puede votar en la cámara ningún asunto que no pase primeramente por el conocimiento, debate y definición de sus electores en asambleas vecinales convocadas abiertamente para el efecto. Si es urgente se llama por celular o vía internet al barrio o localidad, con quienes se mantiene una fuida comunicación, y se convoca con megáfonos móviles a una asamblea de urgencia a los vecinos. No importa que en ocasiones lleguen 7, 200 o mil. Lo que interesa es acostumbrar y construir entre todos el respeto de la representación.

El parlamentario independiente, o concejal, alcalde, en fin, quienquiera que sea y donde sea que esté delegado por la comunidad, está prohibido de colocar sus ideas propias y menos las de un colectivo ideológico en una votación o actividad institucional, pues ahí mismo estaría dando forma y reproduciendo la burocracia y la partidocracia, que son deformaciones de la democracia a la que nos han acostumbrado justamente aquellos que están arriba o que disputan espacios de poder.

En la democracia manda el pueblo, pero tal como se ha hecho hasta ahora el pueblo no puede mandar, sino que los electos asumen el poder entre ellos mediante esos vicios de la burocracia y la partidocracia, sean del color que sean.

Los partidos pelean en los parlamentos y consejos municipales, hacen leyes según los intereses de los llamados “lobbis”, que son personas, grupos e interesados que les financian las campañas y recorren los pasillos influyendo en los representantes para votar a su favor, aún el partido comunista y demás partidos de izquierda, ya que en el caso chileno se han aliado al bloque neoliberal de la Concertación, con quienes ahora preparan un nuevo pacto de “omisión” para enfrentar las elecciones municipales, o sea, no llevan candidatos a alcalde en varias municipalidades para que sean electos los de la Concertación, a “cambio” de que los neoliberales voten por el candidato a alcalde del PC en unos 8 municipios de todo el país. Claro que para negociar van a “pedir” unos 20 municipios, así conseguirán de 8 a 10 para ellos. Los candidatos a concejales de esos partidos se encargarán de agitar “la causa” entre los electores para tapar la enorme rueda de carreta que harán tragar a la gente.

Así los votos del PC ayudan a colocar alcaldes neoliberales en todo el país, ayudados por los grupos de izquierda que se les suman inocentemente con el pretexto de “apoyar” al concejal de izquierda, aunque algunos más “concientes” no le darán el voto al alcalde concertacionista. El cambio se hace para recoger algunas miserables migajas de la tora, es decir unos dos o tres alcaldes más, mientras la gente se irrita por la fsalta de consecuencia y nadie entiende el por que la población ya no vota izquierda, pues están cansados de tanto contubernio por arriba. Los parlamentarios que hoy día tiene el PC han sido electos mediante este sistema con votos de la democracia cristiana, partido culpable del golpe militar.

En muchas comunas equivocadamente grupos de ex militantes de diferentes partidos, ante la ausencia de una alternativa popular independiente, se pliegan por inercia a las iniciativas del aparato del PC. Eso hay que revertirlo, hay que separarse de los burócratas y pensar por si mismos, aunque en esta elección municipal de 2012 se avance poco, al menos hay que comenzar a diseñar una alternativa independiente en cada lugar.

La Concertación no tiene arreglo. Las medidas desesperadas de Tohá y Lagos Weber del PPD por armar un bloque con el PS chocan de frente con la necesidad del PS de continuar compartiendo el lecho matrimonial con la DC.

El gobierno no tiene arreglo. A los conflictos internos del bloque aliancista hay que sumar el fin de las expectativas de mucha gente que votó Piñera por sacarse a los concertacionistas garrapatas de encima, que estaban cansados de la partidocracia y han descubierto que este gobierno es inútil para los intereses sociales y populares. No hay uno mejor que el otro, Alianza y Concertación son lo mismo, por eso eso el PC ha cavado su propia tumba aliándose a la Concerta.

Es la hora de los independientes

Abrazos
Jaime Yovanovic Prieto
Profesor J
profesor_j@yahoo.com