Chile: De la dictadura militar a la dictadura de partidos


Crítica a los partidos y formas de acción independiente desde abajo.
Por una ética en la política de respeto a las personas y a la naturaleza.
Escuela para candidatos independientes a los municipios

Por el Profesor J

El golpe militar de Pinochet en Chile vino a terminar con los años de experiencia republicana donde la gente votaba por ideología y por propuestas de sociedad, donde un partido proponía una determinada forma económica y el otro partido proponía una diferente.

Los militares instalaron la administración estricta de la cosa pública controlando el aparato administrativo estatal desde otro aparato, el aparato de las fuerzas armadas, entregándolo luego a los aparatos partidarios con los cuales se negoció la transición de la dictadura militar a la dictadura civil de los partidos, lo que por su vez se habían modernizado al estilo norteamericano, estudiado por Max Weber, para manejar y llevar a los electores simplemente a subordinarse a lo que fueran decidiendo las máquinas partidarias: una democracia no definida, bastante formal y legalista, una economía al servicio de los apetitos empresariales del capitalismo extractivista y una verticalidad extraordinaria donde todas las decisiones son tomadas primeramente por las jefaturas de los partidos, luego por el acuerdo entre ellos y con los lobbies interesados en que la legislación y administración respondan a las necesidades de la elite.

Por eso el fin de la dictadura militar debió hacerse sin democracia, sino asentada en la partidocracia, donde todos debían dar certificado de buena conducta sometiéndose a la ley de partidos que dice como deben organizarse de modo centralizado, vertical y autoritario.

Los partidos y alianzas de partidos se van extendiendo como cáncer por dentro de los laberintos de los servicios públicos, especialmente en los lugares donde se ejerce el poder más centralizado y por donde circula dinero, en los lugares donde puedan vincularse con la población, conceder algún beneficio y así dejar caer posteriormente encima de ellos a los activistas de su organización y reclutar personas “claves” para seguir utilizando sus servicios en las siguientes elecciones. Las licitaciones de ChileCompra, es decir de las diferentes reparticiones públicas, se orientan avisando previamente al jefe del grupo de partido del funcionario a cargo, quien comunicará los detalles oportunamente a una de las fundaciones o empresas ligadas a su corriente o aparato dentro de ese partido, al mismo tiempo que informa al funcionario el nombre de la empresa que “debe ganar” la licitación.

De esa manera los partidos realizan funciones empresariales y de gerencia que no les son adjudicadas por ley y son a todas luces ilegales, nada de éticas y antidemocráticas, pero no es posible evitarlo, pues los partidos colocan gente de su militancia en esos y otros puestos claves, gente que obviamente calla la boca y recibe un estipendio adicional. Las corrientes internas de los partidos tienen sus caciques, como el que no consiguió subordinar al alcalde de la Florida del Partido Socialista, el diputado de apellido Montes, que no pudo dirigir desde arriba al alcalde para que respondiese a los requerimientos de su máquina propia, es decir, favorecimientos y demases, ya que la primera autoridad edilicia, el actor de los Venegas, era un hombre honesto. Quien sabe los juegos de presiones que se hicieron encima del concejal socialista que votó por la derecha para el nuevo alcalde y fue expulsado del partido vía procedimiento sumario. Misterios de la ley del silencio.

Los caciques partidarios se aseguran el voto interno de sus militantes otorgando prebendas como la de adjudicar licitaciones públicas, para lo cual cada uno cuenta con varias fundaciones y empresas que pasan desapercibidas en el incontable números de inscritos en ChileCompra. En esas empresas se contrata y ofrece puestos a los que se van destacando como fieles paniaguados del cacique.

En la juntas de vecinos sucede la misma cosa, pues el concejal del partido del dirigente mueve los hilos en el municipio para favorecer a esa organización y así aumenta el caudal de electores, apareciendo como el salvador en los siguientes comicios, y si reune varias juntas de vecinos y otras organizaciones sociales, podrá ser candidato a alcalde, siempre y cuando esté atado a un cacique y este cacique tenga “fuerza” interna para disputar espacios contra los otros caciques, así van llegando al terreno de los diputados y luego a los senadores, donde cada uno teje su red personal de arriba-abajo como el Padrino de la Mafia, inundada de prebendas, dádivas, confabulaciones, cohechos, robos, presiones, negociados, desvíos de dinero y así por delante.

En el Consejo Municipal los concejales de los distintos partidos saben todos que hay una ley del silencio para sacar provecho compartido de la leche del estado y de la población, de modo que tratan de ser educados y si ven que uno se está llevando la vaca entera, tocan los pitos y por debajo informan al acusado de que debe haber para todos o destapan la olla. Los chantajes y presiones educadas, dichas en buen tono, están a la orden del día.

En el Parlamento sucede igual, los acuerdos se van haciendo muchas veces entre caballeros y todos utilizan la organización y presión social para negociar con los otros. En una comuna del sur una dirigente social planteó a sus relaciones la posibilidad de ir como candidata independiente a la concejalía municipal y, debido a su prestigio, casi de inmediato un diputado le ofreció “todo el apoyo” para que se haga efectivo, lo que dejó a la colega pensando y tuvo la osadía de venir a Santiago a conversar conmigo al respecto, que le dije que la decisión era de ella, pero que no tendría independencia y que de hecho tendría que hacer de base de sustentación a la siguiente elección del diputado de marras. Todavía no tengo noticias de lo que hará.

En las elecciones municipales, los partidos llevan candidatos independientes engañándolos y seduciéndolos, sin explicarles que por cifra repartidora esos votos darán una suma tal que podrá acceder uno o dos de los candidatos a la concejalía en dependencia del porcentaje general de votos emitidos, por ejemplo en la comuna de Tiltil, el Partido Comunista obtuvo un concejal con sólo 497 votos, siendo que la cifra repartidora no bajaba de mil. ¿Cómo pudo ser eso? Muy simple, el PC fue en la lista del Juntos Podemos acompañado de la IC, que no llevó candidato, del Partido Humanista, cuyo candidato aportó unos famélicos 29 votos, dos más del PC que incorporaron 190 y 50 votos respectivamente y, finalmente, la jugada maestra, la incorporación de un independiente al que apoyaron 392 electores. Eso dio un total de 1.166 votos, lo que daba derecho a un concejal, el más votado.

En esa misma comuna el PRSD obtuvo 734 votos, el PS 609, el PPD 513 y la DC 501, pero como fueron en listas separadas llamadas de subpacto dentro del bloque denominado pacto de la Concertación, el PR con el PPD colocaron al PR, en tanto el PS con la DC pusieron al PS, sumando 1.247 los primeros y 1.110 los segundos. A nivel nacional el PPD aspira a ir como subpacto solamente con independientes en caso de no resultar el subpacto con el PS, que no va a poder ser porque el PS se ha pegado como lapa a la DC. Así va el intrincado camino victorioso de los partidos que aspiran al reparto del botín.

Es la partidocracia en acción. ¿Y el ciudadano? Ah, bien gracias. Que cumpla con su deber cívico de elegir al “más mejor”o al “mal menor”.

Para sacarse a estos tipos de encima y mejorar las instituciones no hay nada mejor que construir otras instituciones de democracia directa de la población y con ellas apoderarse de los municipios donde sea posible. Algunos colectivos y experiencias han presentado frente a ello las siguientes soluciones:

a, Formar un partido ahora y competir en la próximas elecciones atrayendo el voto de la población hacia ese referente. Tiene el inconveniente de que cae dentro del rechazo generalizado a los partidos y con ello está reconociendo la partidocracia, aunque porten otros sistemas de valores.

b, Constituir primero la capacidad de empoderamiento local y luego ver si entran y como a las municipales. La más difundida de las soluciones en este sector es también la de construir partido o “instrumento político del pueblo”. Presenta el inconveniente de no tocar un tema y momento crucial para la crítica práctica a las instituciones, elecciones y la partidocracia para la mitad de la población con derecho a voto, como son las elecciones municipales, que tocan muchos problemas relacionados con el día a día de la población, así como no ofrece nada más que “lucha y organización” para el que se abstiene, vota nulo o blanco, sin dar direccionalidad propositiva y organizativa a su opción frente a las elecciones municipales.

c, Entender y practicar como proceso la construcción de capacidades de empoderamiento local y si vienen las elecciones, sin importar el nivel alcanzado por dicho proceso, levantar desde la comunidad los candidatos independientes a los diferentes cargos municipales, realizando campaña mediante la elaboración de programas con vecinos y llevándolos a la práctica desde ya, o sea, no una campaña de promesas contra promesas, sino una campaña de realizaciones en el campo de la autoorganización, empoderamiento y autonomía. Que las rebeldías y propuestas alternativas salgan del colectivo de afinidad, de la casa okupa, del centro cultural, de las colonias urbanas, de los medios de comunicación, de las escuelas barriales y del underground, para hacerse carne en la población. Y si no se ganan los cargos, armar un tejido horizontal articulando esos esfuerzos realizados y los niveles alcanzados en la forma de un municipio alternativo.

Las condiciones están en bandeja: los bloques partidarios han decaido enormemente, las encuestas demuestran un fuerte rechazo de la población hacia los partidos de gobierno y de la oposición, hay una fuerte tendencia a la movilización social independiente, las crisis de la CUT y la Confech denotan una debilidad creciente de las corrientes de izquierda burocrática y se abren vías por todos lados para la expresión de la gente y sus organizaciones sociales, la variedad de temas como ambiente, educación y libertad sexual que han sacado cientos de miles de personas a las calles denotan un mayor protagonismo democrático de la gente, que los grupos organizados intentan capitalizar para sus colectividades, lo que no es lo más fructífero dado el rechazo generalizado a la partidocracia, aunque le digan que “nosotros no somos de ésos”, por lo que se hace necesario desarrollar iniciativas que permitan desplegar esa disposición en asuntos más inmediatos como el consumo, el barrio, la salud y el municipio, para que las personas pasen de la fase de la crítica, la manifestacióin y la protesta, a una fase constructiva donde puedan descubrir y desarrollar su potencia y creatividad resolviendo asuntos cotidianos junto a otros vecinos de la localidad.

Por eso, levantar desde hoy en diferentes lugares candidaturas independientes a los municipios, tanto para alcaldes como para concejales, será visto con buenos ojos por muchas personas que podrán acercarse a asumir tareas diversas.

Los partidos, concientes de esta nueva tendencia, están trabajando para atraer independientes y sumarlos a sus bloques para subsumirlos, es decir, para diluirlos en apoyo a sus candidatos partidarios. Pruebas de eso aparecen por todos lados, como los ejemplos ya vistos y otros más. Ellos mismos están reconociendo y legitimando la acción independiente, por lo que antes que sumarse a ellos es positivo que algunas personas se reunan por comuna y elaboren un plan para levantar candidaturas desde abajo sin aliarse ni participar en bloques o pactos ni permitir “apoyo” ninguno proveniente de partidos, empresas, autoridades, diputados, senadores, instituciones, ya que la población verá que ahí hay gato encerrado y una especie de voluntad de “ganar” a toda costa, lo que no es el objetivo.

Para estimular esos esfuerzos es que estamos organizando una escuela de preparación para candidatos independientes, con la información sobre los detalles legales, formas de organización y propaganda, conceptos como democracia comunitaria, ética en la política y otros, tareas de autoorganización y resolución de problemas y situaciones locales, etc. Queremos demostrar que es posible levantar una campaña de organización comunitaria sin fondos y así disputar el terreno a la partidocracia.

Solicite información al mail municipiosindependientes@yahoo.cl

Los participantes activos de esa escuela trabajarán:
Cartilla legal, requisitos y trámites para inscribir candidatos independientes, así como métodos simples para reunir las exigencias requeridas por la legalidad.
Cartilla de municipio. Qué es, como se organiza, funciones, etc.
Cartilla de métodos de organización. Formación de equipos de trabajo y distribución de tareas, trabajo persona a persona y voto a voto.
Cartilla de metodologías de propaganda, divulgación y agitación.
Cartilla democrática. Crítica a la partidocracia, conceptos como soberanía popular, democracia barrial directa, comunidad, ciudadanía, administración pública.
Cartilla de oratoria.
Cartilla de planificación de asambleas vecinales.
Cartilla de formas de organización inmediata para atención de problemas y situaciones que requiere resolver la población.
Bibliografía mediante enlaces a la web de experiencias de municipios autónomos, alternativos, participativos y democráticos de diferentes países.
Sistema de consulta y acompañamiento permanente para orientación y solución de inconvenientes, trámites, problemas, obstáculos, etc.
Estudio de posibilidades de abrir en conjunto una página web, facebook, twitter y lista de discusión.

Entre en contacto, aprendamos de la nueva coyuntura.

Reciba un saludo fraternal.

Jaime Yovanovic Prieto (Profesor J)
municipiosindependientes@yahoo.cl

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o
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