Aumentan disturbios, líder británico promete actuar

11.Ago.11    Análisis y Noticias

Por Stefano Ambrogi y Angus MacSwan | Reuters – Hace 3 horas

LONDRES (Reuters) - El primer ministro británico, David Cameron, dijo el miércoles que lanzó un contraataque para restaurar el orden en las calles del país, pero los disturbios, saqueos e incendios por grupos de jóvenes se expandieron a otras ciudades.
Bandas de jóvenes chocaron con la policía en Manchester y Liverpool en el norte y en la región de Midlands.
Los jóvenes destrozaron escaparates, saquearon tiendas de televisores y ropa de marca e incendiaron edificios, mientras policías armados con escudos y bastones trataban de mantener el control.
Una mayor presencia policial trajo cierta calma a Londres, después de tres días de violencia que sacudieron a la nación y plantearon interrogantes acerca de las profundas desigualdades sociales y económicas.
Unos 16.000 policías patrullaron las calles de Londres en la noche del martes, pero con el cierre anticipado de tiendas, pubs y negocios, la ciudad sede de los próximos Juegos Olímpicos del 2012 parecía sitiada.
“Necesitábamos un contraataque y ya se puso en marcha un contraataque”, dijo Cameron luego de una reunión del COBRA, el comité de crisis gubernamental. “Cualquier recurso que necesite la policía, lo va a tener”, apuntó.
Esto incluye balas de goma y cañones de agua, indicó.
El primer ministro definió los disturbios, que estallaron el fin de semana en áreas pobres de Londres, como “delincuencia pura y dura”. Cameron no hizo referencia a las condiciones sociales y económicas que según los líderes comunitarios desencadenaron los problemas.
“Hay bolsones de nuestra sociedad que no están rotos, sino francamente enfermos”, dijo Cameron, que dijo que haría de la reparación de la “Gran Bretaña quebrada” una prioridad de su mandato.
Pero la extensión de los disturbios hacia otros centros urbanos demuestra que la crisis está lejos de su fin.
Manchester, Liverpool y Birmingham, la segunda ciudad del país, sufrieron los peores episodios de violencia.
Los disturbios estallaron el sábado en el norte de Londres en protesta por la muerte de un joven en un tiroteo con policías.
En Salford, cerca de Manchester, los alborotadores lanzaron ladrillos a la policía e incendiaron varios edificios. Un camarógrafo de la BBC fue atacado. Las imágenes de televisión mostraron coches y tiendas en llamas y grandes columnas de humo negro surgiendo de diferentes lugares.
“La policía del Gran Manchester afronta niveles extraordinarios de violencia de grupos de delincuentes que tienen la determinación de cometer desórdenes extendidos”, dijo el subcomisario Gary Shewan.
“Esta gente no protesta contra nada, no hay ninguna sensación de injusticia o ninguna chispa que haya desatado esto. Se trata, pura y simplemente, de actos de comportamiento delictivo que son los peores que he visto a esta escala”, agregó.
En el distrito de Toxteth, en Liverpool, los manifestantes atacaron dos coches de bomberos y el auto de un oficial de la brigada de bomberos, dijo la policía. Más temprano, alrededor de 200 jóvenes arrojaron misiles y saquearon tiendas.
La policía reportó 113 arrestos en Manchester y Salford y 50 en Liverpool.
En total fueron arrestadas 770 personas, incluyendo un niño de 11 años, y 167 personas ya afrontan cargos, principalmente por robos y ofensas al orden público.
VIGILANCIA
En Birmingham, la policía abrió una investigación después de que tres hombres musulmanes murieran arrollados por un coche en medio del caos.
Un amigo de los fallecidos dijo a la radio de la BBC que formaban parte de un grupo de ciudadanos asiáticos británicos que estaban protegiendo la zona de los saqueadores tras asistir a la oración del Ramadán en una mezquita.
Según reportes, dueños de comercios y residentes de algunos distritos de Londres y otras ciudades organizaron grupos de vigilancia para proteger su propiedad.
El Consejo Musulmán de Gran Bretaña condenó la violencia y llamó a su comunidad a permanecer en calma y apoyar a las autoridades. También los instó a colaborar en la limpieza de las calles.
Muchas pequeñas tiendas y comercios en Inglaterra son administrados por musulmanes provenientes del sur de Asia.
La violencia ha impactado a muchos británicos que vieron por televisión las imágenes de algunos manifestantes atacando a individuos y saqueando desde tiendas de familias hasta grandes comercios.
Pero también ha generado una corriente de introspección.
Dirigentes comunitarios dijeron que la violencia en la capital, la peor en décadas en esta ciudad multicultural de 7,8 millones de habitantes, tiene raíces en la creciente disparidad de riqueza y oportunidades. Muchos insisten, sin embargo, en que la única motivación de los saqueadores es la codicia.
“Estos jóvenes viven en el corazón de las ciudades británicas pero no se sienten parte de ellas. Las sucesivas generaciones de políticos y funcionarios públicos hicieron demasiado poco para integrarlos a la sociedad”, dijo el diario liberal Independent.
En cambio, el diario de derecha Daily Telegraph adoptó una postura más dura.
“Los matones deben aprender a respetar la ley por las malas. Estos disturbios han avergonzado a la nación y el Gobierno debe ser responsabilizado”, opinó.
La violencia supone un nuevo reto para el primer ministro, mientras la economía tiene problemas para crecer y el Gobierno recorta drásticamente el gasto público y sube los impuestos para reducir el elevado déficit presupuestario, una decisión que según muchos analistas agravó la situación de los jóvenes en los barrios más desfavorecidos.
John McDonnell, legislador del opositor Partido Laborista, escribió en el diario de izquierda The Guardian: “Estamos cosechando lo que se ha sembrado en las últimas tres décadas de generación de una sociedad grotescamente desigual con un espíritu de tomar todo lo que se pueda por cualquier medio”.
“Una sociedad de saqueadores creada con legisladores y sus expensas, banqueros y sus bonos, corporaciones evasoras de impuestos, periodistas que pinchan teléfonos, policías que aceptan sobornos, y ahora un grupo de chicos alienados están aprovechando su oportunidad”, agregó.
En sesiones de la corte en Londres, que transcurrieron durante toda la noche procesando a los sospechosos, personas de diversos orígenes étnicos, edades y situaciones laborales comparecieron ante los jueces.
Entre ellos se encontraba un maestro de primaria de 31 años de Stockwell, en el sur de Londres, que se declaró culpable de robo en Croydon, a varios kilómetros de su casa.
La revuelta también mostró al mundo una cara desagradable de Londres a menos de un año de la celebración de los Juegos Olímpicos 2012, una cita que las autoridades esperan que sirva como escaparate de la capital.
La visita del Comité Olímpico Internacional siguió adelante el martes según lo previsto y los organizadores de los Juegos dijeron que la violencia no afectará los preparativos.
(Reporte adicional de Tim Castle, Paul Hoskins, Adrian Croft, Avril Ormsby, Jon Hemming, Sonya Hepinstall, Jon Boyle y Peter Griffiths; Traducido por Teresa Larraz e Inmaculada Sanz en la Redacción de Madrid; Editado por Lucila Sigal y Juana Casas)