Recientemente ha sido publicado por Ediciones El Aleph e Insumisos Latinoamericanos el libro titulado “Comunidades emergentes. Resistencias y Vicisitudes”, que recoge algunas experiencias investigadas por académicos argentinos y mexicanos, coordinados por Robinson Salazar, director de la Red de Investigadores Latinoamericanos por la Democracia y la Paz, a la vez coordinador de la fecunda biblioteca virtual de insumisos.com
Los estudios sobre comunidades aún son insuficientes en nuestro continente, destacando más la investigación exploratoria y analítica desde paradigmas insuficientes que se orientan a intentar descubrir las maneras de integrarlas al estado, condición sine qua non que establecen las universidades y centros de estudios dirigidos por Clacso, que se ha transformado desde una red de investigación a una red de apoyo a la subordinación, por ejemplo con la actitud de su anterior secretario general Atilio Borón de utilizarse de la red para difundir de inmediato su respuesta a las reflexiones de John Hollowy en su notable libro “Cambiar el mundo sin tomar el poder”, o a las actitudes del actual secretario, el brasileño Emir Sader, cuyos artículos publicados en rebelion.org siempre atacan a las autonomías reivindicando el rol del “partido” para la conducción de las dinámicas sociales en dirección al sempiterno retorno al estado. Eso significa que entonces no pueden descubrirse dinámicas propias que propongan otras modalidades de organización y de vida, no, todas ellas deben ser, según la burocracia de Clacso e intelectuales orgánicos del poder, estudiadas para descubrir modos de integrarlas, de allí la necesidad del ataque furioso a aquellos analistas que rescatan el rol protagónico de los movimientos sociales y comunidades, no forzando la mirada en direcciones preestablecidas, sino observando la capacidad propia de producir y desarrollar caminos propios.
El mismo Alvaro García Linera, vicepresidente de Bolivia, fue integrado por el MAS de Evo Morales a una política de subsumisión comunitaria a la institucionalidad, a pesar de la férrea oposición de las organizaciones sociales como Conamaq, Fejuve El Alto, Cidob y muchas otras, que resisten desde la autonomía y el empoderamiento local a las presiones estatales por subordinarlas al modelo capitalista extractivista. Linera fue uno de los pocos a nivel mundial que consiguió compilar buena parte de los escritos de Marx, en libros y cartas, referidos a las comunidades, lo que transforma su obra en un referente altamente apreciable por aquellos que rescatan a Marx desde el antagonismo emancipatorio y no asentado en el estructuralismo de las tareas autoritarias de administración de un modo de transición socialista que no transita a ninguna parte, salvo al reforzamiento de la casta burocrática. La nomenklatura ha ocultado por razones obvias estos escritos de Marx, sin embargo hoy día están también en poder de la Universidad Libre y pueden ser solicitados gratuitamente a unlibre@gmail.com y el libro “Comunidades…” puede ser adquirido directamente a robinzon_salazar@elaleph.com
Ante la carencia de elaboración teórica sobre las comunidades y síntesis conceptuales al respecto, se cuentan con los dedos de la mano los investigadores que han recogido con respeto el decir y hacer comunitario, por lo que los editores del libro han solicitido a Jaime Yovanovic Prieto, el Profesor J, un artículo introductorio, que permita mirar la comunidad desde adentro y no desde el reduccionismo paradigmático interesado en llevarla a la subordinación estatal.
Vea aquí la introducción del libro: Sociedad Vs. comunidad: La teleología Vs. la raíz del cambio: http://clajadep.lahaine.org/articulo.php?p=10979&more=1&c=1