Por qué Estados Unidos revienta otras economías

12.Ago.11    Análisis y Noticias

El pago de la deuda norteamericana obliga a disminuir la circulación mercantil y apoyo crediticio hacia otros países, lo que empuja el alza del dólar y hace tambalear el resto de los mercados, lo que por su vez eleva el ingreso de los países mineros, por ejemplo, al tener en su país más dinero por los dólares que entran, generando fuertes desequilibrios en las economías de importación, que deben reunir más moneda nacional para pagar el actual valor de la moneda norteamericana, así, para adquirir una mercancía de mil dólares antes requerían menos moneda nacional y hoy requieren más. Ganan exportadores y pierden importadores, lo que debe balancear la macroeconomía de cada país con los consiguientes resultados políticos en unos y otros, ya que por ejemplo el precio de petróleo debe aumentar en cada país ya que por el mismo dinero se obtiene menos oro negro, en tanto los exportadores reciben los mismos dólares debiendo guardar una parte en las reservas internacionales y otra circula hacia el interior del país en cantidad mayor, lo que permite aumentar la caja, solo que sus adquisiciones resultan más desventajosas y parte importante de ese aumento de caja debe ir nuevamente al mercado globalizado, lo que antes era la base de cierto equilibrio donde la ganancia podía campar alegremente, sin embargo el capital financiero y la especulación en bolsa generan sus propios desequilibrios depredando regiones y luego abandonándolas, por lo que no es casual que Estados Unidos ponga un presidente negro para que encabece la retirada de tropas en Irak y Afganistán mientras revientan las empresas financieras, la extrema derecha aprueba leyes contra los trabajadores reduciendo edades de pensiones y beneficios sindicales y se produce la actual crisis de la deuda que entregaron como papa caliente en las manos del partido demócrata Obama a la cabeza para que se quemen y desgasten para luego, una vez pasado el chaparrón, volver los conservadores en gloria y majestad a enderezar los entuertos.

A pesar de las medidas de austeridad y de la fabulosa suma de millones de dólares entregadas a las empresas financieras para restaurar ciertas condiciones de continuidad, no se alcanzaron condiciones para pagar la fabulosa deuda y Obama debió recurrir a los conservadores del Congreso para aprobar su nuevo plan que reduce pagos, disminuye la circulación monetaria y elimina parte de la potencialidad crediticia, o sea, no hay más préstamos o deudas con quien lo solicite, como antes, tal como sucedió en La Polar, donde el endeudamiento de la población llegó a ser tan grande, que había más dinero en el papel para cobrar “algún día” que efectivo. Las deudas y pagos de deuda son sagrados, pues de no ser así estaría cayendo todo el sistema, por lo que la reducción del crédito debe dejar las manos libres a la circulación de moneda dura, pero como en este caso se ha reducido también la circulación del dólar, tenemos un efecto que no hace mucho daño en USA, que ya se venía preparando para ello, pero que repercute como bola de nieve en el capitalismo globalizado o más bien como el efecto mariposa, donde el animalito mueve las alas produciendo una leve brisa que al extenderse progresivamente llega al otro lado del planeta en la forma de huracán, o como el efecto dominó, donde una ficha derriba a la otra.

Podemos imaginar la sorpresa y rabia de los europeos, que han debido enfrentar en los últimos años la crisis de Finlandia, cuya población decidió en plebiscito no pagar finalmente la deuda, la de Portugal, Irlanda y ahora Grecia, países donde han debido desviarse millones de millones de euros, con una España donde la izquierda vasca ha dado un duro golpe a las instituciones, el Partido Socialista ha sido derrotado electoralmente por la extrema derecha y los indignados ocupan plazas del centro y periferias de ciudades, una Inglaterra donde crece el independentismo escocés, los sindicatos han salido a las calles para evitar el aumento de la edad para pensiones (casualmente la misma medida conservadora en USA) y la población de los barrios sale por decenas de miles a incendiar vehículos y almacenes demostrando la rabia acumulada. Intentando resolver todo eso los europeos reciben de su viejo aliado una puñalada por la espalda cuando menos se lo esperaban y cuando más daño les hace: la baja de circulación monetaria y la disminución abrupta del crédito, por lo que sus condiciones de obtener moneda dura para solventar todos los programas de salvación de economías nacionales dirigidas por el FMI, cuyo presidente fue casualmente envuelto en un escándalo con una camarera en Estados Unidos, y la disponibilidad concreta de moneda yanqui, ya que el euro no tiene la misma movilidad internacional y acceso que el dólar, hicieron caer absolutamente todas las bolsas mundiales y en especial las europeas. Eso quiere decir que las acciones de las empresas dejaron de ser cotizadas y la gente compra menos, ya que cuando lo hace es porque espera “invertir”, esto es, recibir ganancia por el capital puesto en dicha empresa, y cuando se debilita el mercado por la falta de circulante y al mismo tiempo baja el crédito, las empresas se resienten, disminuyen sus compras y se pierde la confianza de que harán ganancias en plazos relativamente cortos, por lo que el inversionista prefiere guardar el dinero para mejor ocasión o colocarlo en depósitos de bajo interés, que no dan mucho, pero ante la incertidumbre provocada por la jugada yanqui, peor es mejor que nada.

Qué esperan los yanquis con eso?
Fue acaso una medida solamente para equilibrar su deuda?

Es obvio que no ha sido sólo para nivelar su enorme endeudamiento destinando parte de los ahorros de la dismunción del circulante y del crédito hacia el pago, sino que ha sido una fórmula genial, lanzada a la arena inernacional, en el instante preciso para poner el pie encima de los europeos en los exactos momentos que abandonan las guerras en oriente, las que, dicho sea de paso, han sido en gran parte causantes del crecimiento inaudito de la deuda yanqui, que podía haberse extendido, pero ello habría significado entregar la bomba de tiempo en manos de quien gane el próximo período electoral, donde los conservadores esperan recuperar la Casa Blanca. También es sintomático que un tipo de medida como ésta que iba a causar estremecimientos en las bolsas mundiales, sea tomada en los peores momentos para la estabilidad europea, justo cuando acababan de destinar enormes sumas monetarias para evitar el desarrollo y expansión de las crisis de los países señalados, sumas algunas de las cuales ya han sido entregadas y otras deben ir cumpliendo plazos, por lo que los países rescatados tendrán que endurecer la administración de dichos fondos y los organismos financieron internacionales reducir el cumplimiento de lo prometido, lo que se llama simplemente de “contracción”. También es sospechoso que sea hecho en los precisos momentos de la insurrección árabe, por lo que es de esperar movimientos de piezas en el ajedrez geopolítico internacional en todas direcciones, pues los embajadores norteamericanos en todo el mundo deben haber sido advertidos y orientados respecto a medidas diversas a tomar. Sin temor a exagerar pensamos que no es posible descartar un zarpaso sorpresivo a procesos más independientes como Pakistán, Irán y aún Venezuela, tal vez aprovechando el estado de salud de Chávez y la incertidumbre que ello deja en el pueblo venezolano. Las comisiones del congreso norteamericano siempre estudian todas las variables intervinientes, sean determinantes o no.

Abrazos
Jaime Yovanovic Prieto (Profesor J)
profesor_j@yahoo.com