Chile: Plebiscito, reformismo institucional y reformismo revolucionario


Están en boga el plebiscito y la constituyente, temas poco conocidos por los chilenos, acostumbrados al legalismo, burocracia, autoritarismo y partidocracia que caracterizan el modelo político nacional, un híbrido entre la democracia artificial de Estados Unidos y el cesarismo romano. Lo importante es que ha servido hasta ahora para acumular ganancias en manos de una reducida capa de población, o mejor entre 7 a 10 familias poderosas y los miles de funcionarios graduados en la Pontificia Universidad Católica o alguna otra de renombre que trabajan para ellos u otras empresas nacionales o extranjeras, comerciantes usureros y ladrones de cuello y corbata que viven en los barrios altos de Santiago, en los alrededores del pueblito llamado Las Condes, donde te saldrán al encuentro viajero, pero no “campesinos y gente del pueblo”, sino los que toman mate en plata sobre un mantelito blanco de una no tan humilde mesa. Luego hacia el poniente y el centro viven las llamadas capas medias, que ya han comenzado a tocar cacerolas, que menos mal que no se escuchan donde vive la gente bien, de otro modo no serían postones los que dispararan.

Estas capas medias y partidos, junto a algunas ONGs que profitan del dinero de las empresas internacionales son la principal base de sustentación de los llamados a plebiscito y constituyente, ya que con ello sólo deben darse la molestia de salir un día a “opinar” Si o No, marcando una rayita con lápiz en una hoja debidamente impresa por el estado para introducir algunos cambios cosméticos que no afecten o que sólo mejoren en poca cosa su condición de vida. El populacho no está ni ahí con reformas plebiscitarias o constituyentes, ya que su realidad es el narcotráfico, el desempleo y la búsqueda constante del rebusque evadiendo al chorro las fuerzas de la ley, temas que no aparecen mucho en el debate “cívico”.

El plebiscito y la constituyente no van a tocar el hecho de que los barrios periféricos de las ciudades han sido convertidos en verdaderas prisiones militarizadas en allanamientos, controles, redadas, detenciones y asesinatos. Tampoco va a tocar el envenenamiento de las aguas, depredación de los bosques, extractivismo destructivo, construcción de super mega hidroeléctricas que se requieren para alimentar el extractivismo, trabajo, salario, salud, territorialidad mapuche, en fin, nada importante, salvo quizá el pasaje gratuito para los estudiantes y mejoramientos en la educación oficial, que sería algo bueno, pero que estaría pavimentando el camino interminable de las reformas que avanzan a paso de tortuga y son golpeadas a sangre y fuego cuando amenazan la estabilidad y continuidad de la ganancia, que es lo que realmente mantiene la mala situación generalizada de la mayoría de la población. Mucho se ha hablado de los beneficios del modelo y aún hay gente que se lo cree, en especial aquellos que han comprado la ilusión de algún día mejorar, que es la pomada que todo lo cura y que paraliza las voluntades como cristianos esperando el cielo sin importar que pierdan todo en la vida, como Job. Las ilusiones se venden fácil y nunca llegan. Quieren que todos seamos así, sacrificados y además disciplinados.

Para hacer un plebiscito se requiere de una reforma constitucional, que se presenta, discute y aprueba en el parlamento, es decir, en el cuartel general de la partidocracia, donde se arreglan los bigotes con negociaciones que te doy y me das, donde los intereses que priman son de los partidos y no de la población, donde cada partido va a ver cuanto provecho va a sacar en votos e imagen pública para que la gente compre el boleto de lotería de su nombre y marca. Así los de discurso progresista no están por el progreso, como le llaman, sino por los votos progresistas, pero sin ponerle mucho picante, pues de otro modo la DC no recibe plata de Alemania y todos los izquierdistas van a estar con la DC, ya que asegura votos municipales mediante el pacto de omisión. Bueno, eso ya es sabido, pero causa un leve asombro ver tanto izquierdista preconizando el plebiscito y la constituyente, a sabiendas de que no dará en nada más allá de la voluntad de los acuerdos partidarios por arriba, por lo que hay que deducir que es esa su intención: mantener las decisiones en la burocracia, reproducir el modelo con cara alegre y que la violación se haga con preservativo y vaselina para que duela menos. Además las preguntas van a ser capciosas, enredadas, manipuladas y elaboradas de tal forma que se presentarán prácticamente como un ultimatum de la partidocracia a la ciudadanía: elegir de uno a diez, cuando las necesidades son miles.

En Honduras el sector mayoritario de la resistencia, formado por algunos sindicatos, el movimiento indígena, garífunas, campesinos y sectores juveniles, comenzaron a discutir y elaborar su Constitución desde abajo, antes que el gobierno decidiera hacer regresar a Zelaya para contener el avance popular y reducirlo al mero electoralismo. Eso no fue suficientenmente difundido a nivel internacional por razones obvias, pues si el debate constitucional se instala en las bases, poco pueden hacer los partidos negociando por arriba.

En Colombia se instaló el Congreso Popular, donde representantes indígenas, campesinos, afrodescendientes, sindicatos, barrios y los más variados sectores sociales se encuentran en la actualidad elaborando su propuesta de Constitución desde abajo y que va a determinar reglas del juego que los movimientos y comunidades utilizarán para la realización de sus intereses con sus propias manos, sin esperar a que sea aprobado por el parlamento.

En México se habían firmado los acuerdos de San Andrés entre los zapatistas y representantes del gobierno, que reconocían la autonomía y el autogobierno en los territorios indígenas, pero no fue ratificado por el parlamento. Sin embargo muchas comunidades indígenas y campesinas de ese país se basan en aquellos acuerdos firmados inicialmente para desplegar su autonomía, municipios autónomos y formas comunitarias del Buen Vivir.

En Perú se realizó hace poco un encuentro de comunidades amazónicas que decidió que las empresas extractivistas no podían entrar en sus territorios, lo mismo que ha sucedido en Sarayacu, en Ecuador.

Así puede verse que son muchas las experiencias que han decidido tomar el toro por las astas y nada costaría que en Chile las asambleas y cabildos en los barrios y localidades junto a algunos sindicatos o confederaciones y el movimiento indígena, estudiantil y otros, puedan elaborar sus propias formas de entender la institucionalidad a partir de sus experiencias y reflexiones, necesidades y demandas, no para pedir que apruebe el parlamento, sino para ejecutar en los territorios. Algunos dirán que aún es muy incipiente el desarrollo de la autonomía y autoorganización barrial, sin embargo un debate como éste puede activar la participación y estimular el desarrollo de iniciativas transformadoras en las localidades, de otro modo estaríamos cayendo en el reformismo revolucionario, de acumular fuerzas de manera lineal sin aprovechar las circunstancias para dar saltos cualitativos, como ahora, que la están dando en bandeja, la gente se aleja de los partidos y hay una creciente indignación generalizada que se extiende por todos lados y hay que acrecentarla en los barrios convocando asambleas y cabildos, evitando la manipulación que deriva de convocatorias de especies de asambleas de asambleas, es decir una especie de soviet supremo camuflado.

Tal vez sea la hora de formar una especie de movimiento constituyente desde abajo, conformado por asambleas o cabildos barriales o locales intercambiando ideas y experiencia de forma horizontal, donde los vecinos puedan pronunciarse en una escuela democratica abierta expresando la soberanía popular en la forma de propuestas a implementar de inmediato sobre nueva economía, fuentes productivas locales autosustentables, comités de salud, escuelas autónomas, energía alternativa, huertas comunitarias, ollas comunes y comedores populares y demás que consideren de necesidad, evitando inicialmente tocar los temas macro políticos como el estado o el parlamento y temas macro económicos como la renacionalización del cobre, que puede estar en el debate, pero no puede ser el eje, ya que primero hay que resolver localmente como hacer nuevas metodologías y tecnologías de tratamiento del cobre para evitar los tóxicos y envenenamiento del ambiente, pues sin ello sólo estaríamos estimulando la continuidad del capitalismo extractivista depredador.

Posteriormente, por ejemplo dentro de varios meses, podría convocarse a elección de delegados en esos barrios para una reunión preparatoria nacional y plurinacional de una nueva Constitución elaborada desde abajo. De ese modo no sería sólo una propuesta, sino una puesta en práctica que se va verificando, evaluando y mejorando en el terreno. En esa reunión de delegados ya podrían tocarse temas de mayor envergadura traídos desde las bases, como por ejemplo el carácter del estado plurinacional que articule horizontalmente la autonomía y autogobierno de las naciones e identidades existentes en el territorio, el pluralismo jurídico de respeto de la legalidad y el derecho de cada comunidad con sus propias autoridades judiciarias, un nuevo sistema de salud que combine la medicina alópata con la tradicional, un nuevo sistema educativo que contemple actividades pedagógicas ligadas a la producción local, etc.

Tal vez estamos en la presencia de posibilidades concretas de superar el reformismo institucional y el reformismo revolucionario, pasando a la realización de transformaciones locales que permitan perfilar una nueva Constitución desde abajo que establezca el marco de desarrollo e intercambio horizontal y equitativo de las autonomías locales. Si esas propuestas y prácticas concretas pueden conquistar algunos espacios como candidaturas vecinales independientes, democráticas y comunitarias en las elecciones municipales, el terreno estaría abonado para mostrar la voluntad democrática explícita de la ciudadania. Independientemente de la cantidad de votos obtenidos, ya habrá una base de sustentación y de legitimidad democrática para continuar expandiendo las nuevas formas de entender la política sin partidos y la economía sin mercado.

No olvidemos que el mercado es el cuello de botella y sistema de compuertas controladas por el poder y el dinero entre la producción y el consumo, así como el partido es el cuello de botella y sistema de compuertas controladas por el poder y el dinero entre la población y la administración de los asuntos de todos.

Le invitamos a que nos solicite el archivo con fuentes directas de cada una de las experiencias constituyentes que se han ido desarrollando desde abajo en otros países. Se sorprenderá. Escriba a municipiosindependientes@yahoo.cl

¿Dice qué podría hacer usted?

Converse con dos vecinos o familiares. Ya es un grupo.
Solicite materiales sobre autonomía, nueva economía, salud comunitaria, emprendimientos productivos, Comprando Juntos, nueva escuela, elecciones municipales, candidaturas independientes.
Estudien, soliciten más datos.
Analicen las necesidades del barrio o comuna.
Inviten a una reunión con carteles y/o casa a casa, por ejemplo: “Reunión: ¿Es posible hoy día una candidatura independiente de vecinos a las municipales?” o también: “Reunión: ¿Es posible discutir en el barrio sobre plebiscito y constituyente?”.
Verá que llegan algunos. No importa que sean cuatro. Ya amplió el grupo inicial. Si hay un total de siete, diga que con seis ya era suficiente.
Sea vivo, invite primero a sus conocidos o afines. Converse previamente.
Lleve propuestas de actividades. Solicite lista de ejemplos.
Hagan actividades, inviten más gente. Divulguen.
Luego convoquen a un cabildo vecinal.
Preparar pauta y propuesta de intercambio sobre problemáticas locales. No sea ambicioso, deje las grandes discusiones para después, de otro modo se le va a reventar el grupo.
Asegúrese de identificar a militantes de partidos, que van a ir para sacar ganancia de pescadores. No se preocupe de los sapos, deje que lleven información a sus superiores. Sea un ciudadano democrático y pacífico.
Que el cabildo apruebe nuevas actividades de invitación y participación de otros vecinos, niños y jóvenes, o sea, que se trate de un órgano de agrupamiento y de realizaciones conjuntas. No puede ser un órgano de “debate”. Así se va a morir. Con quienes hablan mucho o quieren lucirse, converse posteriormente en una buena, que deje chance a los demás.

Si desea orientación para candidaturas independientes, solicite material informativo. Si no hay otro, vaya usted de candidato, sea un organizador haciendo una campaña de actividades vecinales. Solicite ejemplos de actividades de campaña. No necesita dinero, eso es falso, se puede hacer con pura garra y algo de lengua, pero más que nada promoviendo y participando en las actividades con los vecinos. No haga promesas, sólo recoja lista de necesidades y exigencias, pero enseñe que las soluciones no vendrán del municipio, sino que deberá ser un elemento auxiliar a la organización e iniciativas de vecinos.

Si lo desea, puede participar en nuestra escuela gratuita de candidaturas independientes y de cabildos locales constituyentes.

Reciba un saludo fraternal y combativo.

Jaime Yovanovic Prieto (Profesor J)
municipiosindependientes@yahoo.cl