Análisis de la opinión del MIR sobre la situación chilena II

31.Ago.11    Análisis y Noticias

Los conflictos sociales y políticos seguirán estallando, hace unos meses fue el gas de
Magallanes, luego los estudiantes, la huelga de hambre de los presos políticos
mapuches yla Ley Antiterrorista aún vigente, después la paralización de los
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trabajadores del cobre, la huelga de los subcontratistas, el alzamiento popular en
Dichato, etc., y bajo la perspectiva de creciente ingobernabilidad, acompañado de un
también creciente rechazo a la gestión de gobierno, la figura del presidente y los
partidos políticos, y ante la imposibilidad de que las concesiones cedidas por el
gobierno satisfagan de forma profunda las necesidades del movimiento de masas,
Piñera no tiene más opciones que apelar a la criminalización de los movimientos
sociales y las protestas, y a la represión contra los manifestantes, tal como fue la
marcha del jueves y el martes pasado, a la vez que buscara acuerdos políticos con la
Concertación y partidos como el PC, el PRO y el MAS, intentando institucionalizar el
conflicto social, y ofreciendo salidas políticas a largo plazo combinadas con medidas de
mayor democratización del sistema político y la ampliación de la participación de los
actores políticos que hoy se encuentran fuera del sistema de forma total o parcial.
El gobierno seguirá intentando impulsar la agenda privatizadora, que comenzó con las
ventas de las sanitarias, las tentativas de privatizar parte de Codelco, la concesión de
colegios y hospitales destruidos por el terremoto y otras medidas más, a la vez que
intentara mantener el nivel de crecimiento económico, que durante los últimos meses
se ha mantenido sobre el 6%, principalmente empujado por la reactivación económica
producida por la reconstrucción pos-terremoto, y que por consiguiente, se agotará
pronto, también el gobierno intentara cumplir la meta de 500 mil empleos, de los
cuales se dice que ya se ha cumplido más del 60%, lo cual no deja de ser “curioso”,
porque a la par que “crece el empleo”, las tasas de desempleo se mantienen
totalmente estables, pero todo esto, con un movimiento social activo y combativo, y
sin un agente político hegemónico que logre convencer al pueblo que el modelo
económico funciona y es legítimo, la movilización social y la crisis de representatividad
se seguirá agudizando igual.

Comentamos:
Estamos de acuerdo con esta parte del análisis, salvo quizá en el tema represión, que sería el harakiri para la gobernanza y sería un estopín para el recrudecimiento de la agitación social, lo que en absoluto es de interés del empresariado, hoy día más interesado en la estabilización y mantención del satus quo, que en medidas que podrían agudizar las contradicciones, por lo que es muy posible que en el documento empresarial que viene aparezcan propuestas “conciliadoras”, más que la solicitud de la mano dura. El empresariado no está dispuesto a regresar al estado de la manu militari, que sería poco acogido por la población y le traería nefastas consecuencias en el plano internacional, del cual dependen. Es bastante posible que el empresariado haga un giro y un guiño al movimiento social ayudando a reforzar el gobierno aceptando la propuesta de Longueira de acrecentar los impuestos a la capa más rica de la población. En eso es bastante acertado el análisis que se hace en esta Sipona del rol de este siniestro personaje. Sin duda los empresarios estarán por una especie de compás de espera que permita a las elecciones municipales rearmar el cuadro y asegurar una más tranquila transición hacia las próximas presidenciales con un PC integrado aún más, por lo que tampoco estarán por las candidaturas independientes a las elecciones municipales, pregonando más bien el fortalecimiento del rol de los partidos como agentes de la gobernanza y cohesión estatal piramidal.

Sigue:
En definitiva el gobierno intentará contener la movilización por medio de la represión
selectiva, la criminalización de la protesta y los montajes sistemáticos contra
manifestantes detenidos aleatoriamente, a la vez que ampliará la participación dentro
del régimen democrático, el gobierno, también, pondrá apuro a la reforma de
inscripción automática y voto voluntario, impulsará reformas constitucionales sobre el
tema de la educación, también se comprometerá en acabar (en el mediano plazo) con
el sistema binominal y llevará adelante la reforma tributaria que ampliará las arcas
fiscales, redistribuyendo dineros entre los más pobres. Lo que el gobierno no hará
serán: plebiscitos vinculantes ni reformas constitucionales que involucren una
participación política de sectores que estén fuera de las cámaras del congreso y que
puedan cuestionar, en algún grado, el régimen político de dominación o el modelo
económico. Aunque sería un muy efectivo instrumento desmovilizador, la derecha no
propiciara esa posibilidad debido al riesgo inminente que implica.

Comentamos:
También estamos de acuerdo con esta apreciación, aunque no es fácil para el gobierno acrecentar la represión selectiva, pues están concientes de que no atrajo resultados positivos para la Concertación, en especial contra los mapuche y los estudiantes, además saben que con ello van a empujar más sectores a unirse a las formas activas de la resistencia. Aún están por verse las consecuencias de la muerte del joven en Macul, pero ya el gobierno ha sido claro en que no le conviene ninguna muerte, lo que estropearía aún más su imagen decaída. Los montajes han sido casi muy evidentes, por lo que de seguro están evaluando sus implicancias. Uno de los resultados probables puede ser el aumento del control “delincuencial” en los barrios, pues hay insistencia gubernamental de mezclar la imagen del combatiente con la del delincuente haciendo un solo paquete con el narcotráfico y la resistencia, además del temor razonable de que parte del movimiento se expanda hacia las localidades, lo que sería un golpe de gracia contra la gobernabilidad y más aún si ello refuerza las iniciativas conducentes a levantar las candidaturas independientes municipales salidas de entre los vecinos y vecinas.

Sigue:
Por su parte la Concertación seguirá buscando capitalizar el descontento social en las
próximas elecciones, pero sin duda los años de vaciamiento político, de pérdidas de
cuadros político dirigentes en sectores de trabajadores y sectores populares y una
brújula política que parece apuntar a todos lados menos al norte, le impedirán salir del
rechazo generalizado que hoy siente el pueblo hacia el conglomerado, pero de todas
formas, debido a la situación de crisis de la derecha, la Concertación lograra ganarles
en las próximas municipales ya que el pueblo votara por el “mal menor”, a su vez el PC
superará los dos dígitos y le serán cedido mayor cantidad de cupos para alcaldías.

Comentamos:
Está equivocada la apreciación del “mal menor”, ya que hoy día la crítica generalizada se dirige hacia ambos conglomerados, gobierno y oposición, por lo que si se analiza de esa manera, habría un empate técnico, sin embargo hoy día ya no se puede evaluar de manera matemática, sino inmersos en medio de un proceso creciente de incorformismo generalizado, en el que las candidaturas independientes cumplirán tambien un papel, lo que aparece absolutamente ausente de esta Sipona. Pareciera haber un cierto conformismo aquí respecto de la permanencia de los mismos bloques y partidos en las municipales, con lo que hay un abandono que sólo favorece involuntariamente a la partidocracia y a la dominación. O tal vez un nomeimportismo, lo que sería más grave aún, pues pareciera que las estrategias sólo se consideran para el plano under levantando el rechazo total a estar presentes en el debate abierto que se dará desesperadamente en las municipales y conseguirá atraer parte importante de la población ante la ausencia de alternativas abiertas. No podemos presentar a la opinión pública y al pueblo en general solamente alternativas que se ven como altamente sacrificadas y complejas, lo que ante el individualismo, consumismo, temor y encierro en las casas promovido por el sistema, no permitirá romper el cerco institucional del actual proceso para poder emerger de las catacumbas. Habrá que seguir postergando la salida de la invisibilidad y la presencia de alternativas abiertas para las calendas griegas. La presencia de candidaturas independientes en municipios, ojala muchos, servirá de catalizador para sectores importantes de población que verán allí no sólo otro actor en disputa del micro-poder municipal, sino, lo que es más importante, una dinámica del hacer y construir juntos en torno a la campaña, que no se basará en “promesas” como los otros, sino en prácticas concretas de transformaciones cotidianas, asambleas vecinales deliberativas que confeccionen los programas municipales y estén concientes que su representante no va a votar ni decidir nada sin antes consultar a los vecinos. Será un duro golpe a la partidocracia en el poder y una enorme contribución al proceso de acumulación de capacidades locales de empoderamiento y democratización de la vida cotidiana, una transformación radical de las formas de encarar las dinámicas institucionales sin subordinarse a ellas sino que sometiéndolas al mandar obedeciendo y una manera de salir de las casas no sólo a votar, sino a encontrarse cara a cara entre vecinos y compartir la reflexión en búsqueda de soluciones inmediatas a los problemas y necesidades comunes. Un municipio de los vecinos puede dirigir parte de sus finanzas a la constitución de emprendimientos productivos autosustentables, a desarrollar formas de energía alternativa y reformular las metodologías de atención de salud, a constituir comités de Comprando Juntos e incentivar ferias del trueque, así como mjuchas otras medidas de autoorganización para el desarrollo de formas de vida comunitaria.

No compartimos la apreciación que se hace del PC, que va a pasar los dos dígitos, lo que no deja de ser sólo una posibilidad debido al apoyo de la Concertación a sus candidatos a alcaldes, que efectivamente serán más, sin embargo, el “mal menor” de los sectores que no vamos a atraer a las candidaturas independientes va a votar concejales del PC, el “menos malo” según esta forma de categorización, pero tan malo como los demás en la medida que se ha unificado el bloque neoliberal de la Concertación, concepto que esta Sipona no utiliza, lo que poco contribuye a la caracterizan real de ese conglomerado. Mientras vamos organizando por abajo estamos permitiendo que se cristalice la costra institucional que va a mantener el sistema de dominación, como que para nosotros diese lo mismo que se solidifique. Mucha población hoy día ya no se deja llevar por los cantos de sirena y si confiamos que vengan a nuestras filas, estaremos esperando sentados, en cambio si salimos a la palestra electoral local, podremos auxiliar sus procesos organizativos. No interesa en este caso la “pureza” ideológica de estar contra las instituciones, sino más bien nuestra capacidad de contribuir a que las capacidades populares puedan expresarse también poniendo bajo control y dirección social a los municipios, cosa que antes poniámos como bandera respecto de las fábricas y no hay ningún motivo válido para no podre rhacerlo hoy día con los municipios. Tal vez algunos estén reticentes por las dificultades de “ganar”, pero ese no es el problema, sino posicionarnos en estas elecciones con actividades diversas que convoquen a la población local a cambiar el entorno y las relaciones humanas con las propoias manos y el propio cuerpo.

Sigue
En el mediano plazo no se ve posible un re-armamiento de un nuevo conglomerado más
amplio hacia la izquierda, pero si una mayor complicidad con los actores más
marginales del sistema de partidos; PC, MAS y PRO. Lo cual, en perspectiva, puede
convertirse en un frente amplio de oposición, que lleve una candidatura única a las
presidenciales, pero al menos por ahora y especialmente por la lejanía que mantiene
MEO de la Concertación, se ve muy poco probable de concretar, aunque los últimos
días ha habido importantes acercamiento en materia de candidaturas y alianzas para
enfrentar las elecciones municipales.
Para el pueblo las posibilidades de avanzar en la ampliación de luchas reivindicativas
cada vez más profundas y amplias, están ahí a la orden del día. No obstante, la
penetración profunda del PC en organizaciones de trabajadores, de estudiantes y
gremios claves, hacen muy poco probable pensar salidas rupturistas a estas luchas,
que pudiesen traducirse en reformas estructurales importantes para la clase obrera y
los pobres del campo y la ciudad, y que pudiesen también, representar una ganancia
considerable en el fortalecimiento de la organización política de nuestra clase y el
crecimiento y desarrollo de su conciencia. El PC funciona como catalizador de las
luchas sociales, pero sus intereses y compromisos con la Concertación y la
institucionalidad imperante, dinamitan cualquier posibilidad de reconstrucción real del
movimiento obrero y popular, al igual que el desarrollo de formas más avanzadas de
lucha.

Comentamos:
Otra vez la sobravaloración respecto del PC, como que la “dirección” de organizaciones fuese la importante. Recuerdo las automotrices de Arica durante el gobierno Allende, donde los sindicatos eran dirigidos por el PC, pero el trabajo de base alternativo era muy fuerte y cuando fueron tomadas en el paro patronal y devueltas por orden del gobierno y los partidos, esas directivas fueron sacadas en asambleas y se eligieron nuevos dirigentes que representaban las dinámicas de construcción de poder popular. Asi de taxativo, textual, hay una profusión de documentos de la época que lo demuestran y lo mismo sucedió en otras partes. No podemos encandilarnos por la “dirección” de organizaciones, y menos hoy día, en que Gajardo ha sido pifiado y el PC ha sido desbancado en la Confech, quedando sólo el uso mediático de algunos lideres que están poniendo en vitrina y vendiendo como artículos callejeros a precio regalado. Es un error pensar que para la reconstrucción del movimiento obrero y popular necesitamos desbancar al PC y ocupar nosotros los cargos dirigentes, eso se va a ir dando en la medida que vamos creciendo desde abajo en todos los terrenos. En tanto nos ocupamos de reunir “dirigentes”, por muy buenos y representativos que ellos sean, el PC utiliza sus recursos mediáticos y apoyo de los neoliberales para ganarnos el quien vive en los barrios, que son los territorios donde debemos crecer organizando y no generando conciencia de que esperen a que podamos dirigir los grandes gremios. Y lo peor es que si no los dirigimos, procuramos “alianzas” con sus actuales dirigentes. Está claro que la CUT se montó encima del movimiento estudiantil adelantando el paro, consiguiendo así por pura astucia, por pura “movida”, mostrar una imagen que no representa su realidad. Hay cierto derrotismo en esa apreciación del PC y su “capacidad” para instalar o cooptar dirigentes, que es lo mismo que hicieron con el actual presidente de Ranquil, que era autónomo, pero la fragilidad de propuestas alternativas le hizo aceptar la “invitación” y “ofertas” del PC, que ahora lo tiene en sus filas. La lucha por los puestos dirigentes de las pirámides verticales y autoritarias del sindicalismo es un terreno del reformismo, no nuestro. Algunos miristas han llegado al extremo de subordinarse al Frente para mantener cierta presencia sindical, en tanto otros se han aliado con diferentes formaciones, como el PS en el campo de la salud. ¿Así vamos escalando en la “conducción” del movimiento? Y más encima algunos aún insisten en aislarse frente a esta coyuntura electoral municipal? Un compa me dijo que aún no había la fuerza para entrar en los municipios y controlarlos desde abajo, a lo que respondí que no íbamos a ganar, sino a acrecentar la organización local en la campaña y se quedó pensando. Eso es lo que hay que hacer, pensarlo un poco más y salir a organizar, tomando distancia real del PC y los demás partidos, levantando las candidaturas vecinales que convoquen a los vecinos. No debe haber duda de que se acercarán bastantes personas a escuchar y envolverse en las actividades que ahí mismo se definan entre los participantes. No es posible difundir el derrotismo frente a la “capacidad” del PC.

Sigue:
6 -. EL CONTEXTO DE LA CRISIS Y LA SALIDA POLÍTICA QUE SE VIENE
Este año se ha caracterizado por una crisis de legitimidad mundial del modelo político
de dominación y del modelo económico de explotación, a lo largo y ancho del mundo
se viven alzamiento populares que amenazan la gobernabilidad imperante de
regímenes autoritarios pro-occidentales que no han podido dar, en décadas de
hegemonía, una respuesta real a las necesidad básicas de los pueblos del mundo, por
otro lado, los países capitalistas del primer mundo aún no son capaces de superar la
crisis económica desatada por la explosión de la burbuja económica de los subprime, la
cual tiene a millones de europeos y norteamericanos bajo cifras descomunales de
cesantía y empobrecimiento, trasformando la crisis económica en una crisis social, y la
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crisis social, en crisis política. La crisis económica mundial aún no da muestras de
agotamiento. Ante la imposibilidad de EEUU de sortear la crisis económica y una
Alemania que ya no puede seguir manteniendo económicamente a los países más
atrasados económicamente de la Unión Europea, como Grecia, España y Portugal. En
el horizonte político solo perfila un mantenimiento de la situación de crisis económica,
social y política, en el mediano y largo plazo.
En ese contexto, América Latina también ha sufrido embates, menores en
comparación con lo vivido en otras latitudes, pero con la misma raíz; la crisis del
modelo económico. Los gobiernos progresistas y democrático populares de Nuestra
América, dan signos de agotamiento en este sentido, ya que en la práctica estos
gobiernos, han generado una mayor redistribución económica, acompañado de
estatizaciones o compra de acciones en sectores estratégicos, además de una mayor
ampliación del sistema democrático de participación, pero no han impulsado
trasformaciones estructurales del modelo económico y del régimen político. Los
gobiernos progresistas de nuestro continente, se debaten hoy día entre reforma o
revolución.

Comentamos:
Es cierto que hay agotamiento de los gobiernos progresistas, pero no por falta de modificaciones estructurales del modelo económico y del régimen político, cosa que ningún gobierno va a hacer, por más que sectores rebeldes empujen desde abajo y critiquen a los gobernantes, ya que esos gobiernos se han envuelto en el capitalismo de estado, la gran tragedia del socialismo. Ya ha pasado la época en que los gobiernos hacen los cambios o que sólo se pueden hacer desde el poder central. Por ejemplo esos cambios se hicieron en Cuba, pero sólo a condición de implementar el modelo soviético que hoy día los tiene empantanados y que llevó al Che a irse a otro lado. Los únicos cambios posibles son hechos desde abajo, cambiando la cotidianeidad, empoderándose y levantando una nueva economía en los territorios. Ya es hora que superemos la vieja forma burocrática y autoritaria de entender el estado socialista, pues ya ha pasado la época del capitalismo que extrae la ganancia del la mano de obra, pasando ahora a extraerla de la naturaleza, por lo tanto toda la población y no sólo el reducido proletariado, tiene la necesidad de administrar los asuntos de todos desde sus propios cuerpos asumiendo el autogobierno de las localidades. No queda claro que debamos reducirnos a los limites del estado, que saltamos sólo hacia afuera hablando de la lucha continental y del internacionalismo, pues entonces cuál es el límite, lo que nos lleva a ver desde donde comenzamos y ahí surge la duda de si el comienzo es el estado o la localidad. Oh! la vieja pugna entre la autonomía de los soviets y el soviet supremo, el instrumento que aniquiló a la revolución rusa, volvemos a leer el capítulo 3 de “La guerra civil en Francia” para empezar otra vez con nuevos bríos rescatando al Marx que nos comenta que la comuna cumple las funciones del estado. Vamos construyendo capacidades autónomas comunales y luego veremos si los burócratas van a conseguir mantener gobiernos que se quedan pegados en el capitalismo de estado sin avanzar hacia la red horizontal de comunidades libres, que Marx llamó comunismo, otros Utopía y otros de anarquía. El nombre es lo de menos, lo importante es el hecho.

Sigue:
En ese contexto, Chile se convierte en el último bastión solido del imperialismo yanqui
en América Latina. Hace semanas, en Perú, el imperialismo sufrió una nueva derrota
geopolítica y geoestratégica. Con el triunfo de Humala, solo quedó Chile con un
sistema político sólido y un patrón de acumulación estable, ya que los otros dos
referentes regionales de los yanquis (México y Colombia) en nuestro continente,
sufren situaciones de inestabilidad social y política, de extrema gravedad. Es por ello
que la movilización social en Chile ha sido vista con tan buenos ojos por el resto del
continente y dentro de nuestras propias fronteras, esa efervescencia política, pocas
veces vista antes en el pueblo y las organizaciones políticas revolucionarias después
del fin de la dictadura, atraviesan nuestros corazones y en muchos casos también
nublan nuestra razón, y es por ello que debemos decir (sin un afán pesimista) que
dentro de este proceso de ascenso del movimiento de masas y radicalización de las
demandas sociales, nosotros, los revolucionarios, tenemos poco o nada que ver, en el
sentido de que no somos nosotros quienes lideramos esas movilizaciones, ni quienes
las desatamos y por consiguiente tampoco quienes les daremos una salida rupturista y
favorable a los intereses del pueblo y a las problemáticas hoy presentes, ha sido el
reformismo pequeño-burgués quien, principalmente, lidera las movilizaciones sociales
(FECH, PUC, CUT, ANEF, Colegio de Profesores, ONG’s ambientalistas, etc.) y serán ellos
quienes darán una salida a las problemáticas sociales dentro de los marcos de la
institucionalidad política y el modelo económico hoy día vigentes, transformando la
fuerza social que ahora están canalizando, en una masa de maniobra y un colchón
electoral para las próximas elecciones y no en fuerza social revolucionaria.

Comentamos:
He aquí el derrotismo y el pesimismo explícito. No son los miristas ni ninguna organización la que está llevando el pandero, ni el PC ni el sistema, es la población que se levanta y no debemos sufrir porque no “estamos a la cabeza”, o que “son otros”, sino más bien aprender de los hechos y volcarse todos, militantes o no, a acrecentar los procesos organizativos barriales llenos de optimismo. esta apreciación de la Sipona no denota una derrota, sino la necesidad de cambiar de rumbo. La fuerza social revolucionaria debe cambiarse por la organización comunitaria autónoma en los barrios, abandonando los afanes “dirigistas” que vienen de los tiempos de Matusalem. Ya está bueno de luchar para establecer nuevos gobiernos autoritarios y habría que tomar decisiones, personales, colectivas, de grupos, partidos, etc, de pasar a una fase de invertir esfuerzos en construcciones concretas de comunidad y empoderamiento local en muchas partes. Verán como mucha gente se envuelve en las actividades, sin ambargo no es posible hacerlo con el viejo criterio del reclutamiento glorioso como antes. Algo no anda bien en las reflexiones y decisiones. Hay que mirar más lejos y ver como desde abajo en diferentes países viene avanzando el protagonismo social y no está muy lejos el inicio de un nuevo ciclo social de empoderamientos mayores. El cambio no va a venir del estado socialista, que se empantana en la burocracia, sino de la multiplicación de las formas de vida comunitaria autónoma, para lo cual poco nos sirve la vieja escuela socialista implantada por la Nomeklatura.
Las elecciones municipales van a ser un colchón electoral sólo si nosotros lo permitimos y si no sabemos aprovechar la coyuntura para apoyar candidaturas independientes en todas partes que convoquen a la organización y acción transformadora de las formas de vida y el entorno inmediato.

Sigue:
7-. LAS TAREAS BAJO LA ACTUAL CRISIS DE REPRESENTATIVIDAD Y LEGITIMIDAD
7.1-. Comprendiendo que el desarrollo orgánico de nuestra organización y de toda la
izquierda revolucionaria es aún embrionario, es importante entender a cabalidad que
el desarrollo de la acumulación estratégica es lo central en el periodo que vivimos; en
lo ideológico, en lo social, en lo político y en lo militar, a la vez que fortalecemos y
multiplicamos las organizaciones naturales del pueblo, ya que sin esas líneas de
acumulación en permanente desarrollo, no será posible la construcción de la fuerza
social revolucionaria necesaria para cambiar la correlación de fuerzas aún existente y
para el desarrollo pleno de una estrategia político-militar a largo plazo. En este
sentido, debemos señalar también, que estas formas de acumulación y desarrollo no
se hacen en “frío”, sino que en “caliente”, lo cual quiere decir que la acumulación debe
hacerse bajo un permanente enfrentamiento ideológico, social, político y militar
contra nuestros enemigos de clase, centrando principalmente nuestra política en
desvelar el carácter explotador del modelo económico y el carácter excluyente del
régimen político, polarizando aún más las contradicciones de clases y evidenciando el
carácter de clase del Estado y el gobierno. A la vez debemos enfrentar con cada vez
más fuerza, acompañado de un proceso de acumulación real, al reformismo pequeños
burgués y la socialdemocracia de izquierda, que hoy día se vuelca hacia el pueblo en
un proceso de acumulación y reconstrucción de las bases sociales de apoyo perdidas
los últimos 20’s años de traiciones y mentiras. El objetivo político de estos sectores, es
posicionarse y reposicionarse, al interior de la legalidad y la institucionalidad,
fortaleciendo el modelo de dominación que ya ha entrado en una crisis terminal, por
último, la tarea trasversal en este marco de movilización social, es agudizar aún más la
crisis de representatividad y legitimidad del régimen político, construyendo alianzas
con todos los sectores populares anticapitalistas, empujando al pueblo a mayores
niveles de enfrentamiento contra el sistema y reconstruyendo la fuerza popular
mientras desatamos una crisis irreversible para los ricos y poderosos.

Comentamos:
Parece un tanto delicado “empujar” al pueblo a un mayor enfrentamiento con el sistema y un algo largoplacista trabajar solamente para acumular fuerzas de vanguardia, por lo que resulta prudente insistir que es muy difícil para la población asunmir el tema de las armas sin haber pasado por la experiencia del autogobierno, por lo que es más saludable invertir esfuerzos hoy día en la organización de localidades.

Sigue:
7.2-. LA IMPOSTERGABLE TAREA DE LA UNIDAD
El MIR nace hace 46 años con tres objetivos centrales; a) construir la unidad de la clase
obrera y el pueblo (los pobres del campo y la ciudad) para la conquista del socialismo;
b) bajo el desarrollo de una estrategia político-militar para llevar adelante dicha tarea
(Estrategia de Guerra Popular Revolucionaria); y c) la unidad de los revolucionarios
para construir la vanguardia de la clase, que lleve adelante el proceso de emancipación
de la clase obrera y los pobres del campo y la ciudad. Estos tres objetivos, hoy en día,
siguen estando totalmente vigentes, pero por sobre todo el último. Sin la unidad de los
revolucionarios, que nos conduzca al desarrollo de una organización político-militar y
que se perfile como la direccionalidad revolucionaria única del pueblo, no será posible
nunca pasar del descontento y la movilización social, a una ofensiva popular que siente
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las bases para el derrocamiento del orden ideológico, social, económico y político que
imponen los dueños del poder y la riqueza, sobre nuestro pueblo.
Por tanto, la unidad entre los revolucionarios, y en especial los revolucionarios que
compartimos una misma matriz teórica, no es solo una necesidad táctica, sino que por
sobre todo, un imperativo estratégico de este periodo. Fuimos derrotado política y
militarmente en la segunda mitad de los 80’s, pero de la derrota podríamos a haber
salido luchando, sin embargo, sobre la derrota estratégica, hubo también una derrota
orgánica e ideológica, desatada y precipitada por nosotros mismos que hoy debemos
asumir y superar.
Pero los tiempos cambian, y el pasado va quedando definitivamente atrás. El último
par de años y los últimos meses, hemos sido testigos como nuevas y viejas
organizaciones han iniciado procesos serios de reconstrucción política y orgánica,
también muchos compañeros han comprendido la necesidad de la unidad política y
han desechado a los viejos caudillos y organizaciones, caracterizadas por el liderazgo
egocéntrico, arrogante y unipersonal que tan mal nos ha hecho las últimas dos
décadas. Muchos compañeros también se han dado cuenta de la necesidad de retomar
el proyecto histórico de luchar por la revolución y el socialismo, y que para llevar
adelante esta magna tarea, es necesario hacerlos bajos los preceptos de la unidad
política-orgánica y de la lucha político-militar, a esos compañeros, compañeras y
organizaciones políticas de buena voluntad, les saludamos fraternalmente, y
reiteramos tal y como lo hicimos hace ya 46 años atrás, que solo la unidad del pueblo y
de los revolucionarios, nos llevara al triunfo final.
¡! CONSTRUYENDO LA FUERZA DEL PUEBLO, A DESATAR LA CRISIS DE LOS
PODEROSOS ¡!
MOVIMIENTO DE IZQUIERDA REVOLUCIONARIA
MIR De Chile
46 años de lucha revolucionaria junto al pueblo
http://www.chile-mir.org/
Secretariado Nacional
Agosto del 2011
chilemir@gmail.com

Comentario final:
No es innecesario decir que se trata de la vieja estrategia que ya ha demostrado en muchas partes sus inadecuaciones y que resulta más pertinente invertir esfuerzos en la construcción del protagonismo popular que vaya decidiendo los pasos a seguir. Mientras esa estrategia se va desarrollando, por nuestra parte estaremos junto a las organizaciones autónomas e independientes participando en la construcción de nuevas relaciones sociales, económicas, humanas y comunitarias, que indudablemente no van a aceptar ninguna “conducción” ni reformista ni revolucionaria.
Queda demostrado que hay tipos y tipos de miristas, lo importante es precisar que no hay buenos y malos, mejores o peores, simplemente hay varios tipos de miristas.

Jaime Yovanovic Prieto (Profesor J)
Ex miembro suplente del Comité Central del MIR
profesor_j@yahoo.com