China cierra 14 fábricas de baterías de plomo en Shanghai por contaminar
La medida se toma después de pruebas en 1.100 niños, a los que se ha detectado niveles elevados de plomo en sangre
Internacional | 23/09/2011 - 16:21h
ISIDRE AMBRÓS | PEKÍN
Corresponsal
Las autoridades chinas han iniciado una ofensiva anticontaminación en la zona industrial de Shanghai. La Oficina Municipal de Protección Medioambiental de la capital económica de China ha anunciado el cierre temporal de catorce de las diecisiete fábricas de baterías de plomo y ácido para automóviles existentes en la zona tras conocerse los resultados de los análisis realizados a un grupo de niños residentes cerca de una de estas plantas.
Los responsables municipales de Shanghai han adoptado esta decisión tras analizar las pruebas médicas llevadas a cabo a más de 1.100 niños de la zona, que han revelado la existencia de un número creciente de casos con niveles de plomo alarmantemente altos en la sangre. Las señales de alarma se han encendido al observar que el número de criaturas afectadas ha pasado de 25 a 32 en una semana, según revela el Shanghai Daily, que cita fuentes oficiales.
Las intoxicaciones por dosis excesivas de plomo en los menores de edad pueden provocar retrasos en el crecimiento y alteraciones neurológicas. Una situación bastante frecuente en China, debido a la existencia de factorías que en muchos casos incumplen las normas de seguridad medioambiental.
Las autoridades de Shanghai han decidido poner en marcha esta ofensiva tras confirmar que algunas empresas estaban descargando emisiones de plomo superiores a los límites definidos por la legislación medioambiental local.
Con esta medida los dirigentes de la capital económica del gigante asiático pretenden evitar además que se repitan los disturbios sociales que han tenido lugar hace algunos días en la vecina provincia de Zhejiang, a unos 200 kilómetros al sur de Shanghai.
En aquella región, los habitantes de la localidad de Haining protagonizaron unas violentas protestas a lo largo de tres días contra una planta de paneles solares, a la que acusaban de contaminar un río y provocar varios casos de cáncer entre la población. Los disturbios, con coches volcados, oficinas de la empresa saqueadas y enfrentamientos con la policía, se saldaron con decenas de detenidos y la orden de paralización de la producción por parte de las autoridades.