La Paz
Ayer lunes comenzaron las acciones del bloqueo convocado por la Csutcb en protesta por la “desatención” del Gobierno a las demandas campesinas. El anuncio de la medida de protesta provocó alza de precios en los mercados, disminuyó la cantidad de viajeros al interior y causó preocupación en el Gobierno porque la medida podría ahuyentar las inversiones extranjeras.
Quispe Huanca pidió al Poder Ejecutivo respuestas a la demanda de tractores, rechazo a la venta del gas, al Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y a las modalidades de saneamiento de tierras ejecutado por el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) y en demanda de distribución de tierras fiscales y atención a los convenios firmados en Pucarani y en la Isla del Sol.
El domingo se rompió el diálogo entre Gobierno y Quispe Huanca quien inmediatamente anunció el inicio de bloqueos desde las cero horas de ayer. Hubo dos bloqueos en Machakamarquita (Oruro) y en Pucarani (camino al lago Titicaca), aunque fueron desmontados de inmediato por el ejercito.
El ejecutivo de la Federación Sindical Única de Campesinos de La Paz, Rufo Calle, anunció que el bloqueo de vías se inició en la provincia Bautista Saavedra con el cierre de la ruta a Charazani.
Mas bloqueos en preparación
En La Paz las distintas federaciones provinciales están organizando la protesta. Ayer, las federaciones de las provincias Muñecas y Murillo estaban reunidos en la sede de la federación de La Paz, “conociendo los motivos de la protesta y preparando la medida”.
El ejecutivo de la Csutcb, Quispe Huanca, estaba reunido con ellos alentando la medida y rehusó hablar con los medios de comunicación.
El domingo también se reunieron en ese local los dirigentes de las federaciones de las provincias Ingavi y Loayza, también para enterarse y organizar las protestas, según Rufo Calle. La pronvicia Omasuyos, la más combativa y leal a Quispe Huanca, convocó a un ampliado para hoy en el cuartel de Kalachaca, en el ingreso a Achacachi. De acuerdo a la convocatoria, el ampliado organizará los comités de bloqueo y la comisión de autodefensa y logística.
Controlan las carreteras
Hasta la tarde de ayer las carreteras del altiplano paceño bajo fuerte control de las fuerzas policiales y militares que se trasladaron hasta el lugar para evitar el bloqueo de caminos instruido por la Csutcb, liderada por Felipe Quispe Huanca.
Más de 1.500 campesinos del Norte Integrado ayer en la madrugada se levantaron con la consigna de bloquear la entrada a Santa Rosa y cerrar las válvulas de gas y petróleo de Transredes. Ambos objetivos los consiguieron.
La carretera que une Santa Rosa con el interior del país está bloqueada desde las cuatro de la mañana de ayer. Los campesinos piden la licitación y el inicio en forma inmediata del asfaltado de la ruta Santa Rosa-San Ignacio; el ripiado a San Luis, y la protección de la reserva forestal municipal de la región, que es considerada como el “pulmón y la fábrica de lluvias para la provincia y el país.
Los productores salieron a la carretera armados con palos y machetes. Muchas madres cargaron, en un brazo, a sus hijos pequeños, y en el otro, un bolso con harapos y pedazos de pan para alimentar a sus luyos por si el bloqueo se alarga.
A las dos de la tarde, como vieron que ninguna autoridad llegó hasta el lugar, se dirigieron a una de las válvulas de Transredes que queda a un kilómetro de Santa Rosa. Rompieron el portón de ingreso y con sierras y martillos cortaron la cadena y las manivelas de seguridad de la válvula. Miguel Saucedo, presidente del Comité Cívico de Santa Rosa, dijo que tienen planificado incendiar la planta gasífera de Transredes si el gobierno no atiende sus pedidos hasta hoy.
Ángel Durán, ejecutivo del Movimiento Sin Tierra (MST), anunció que tienen prevista hoy una reunión nacional para evaluar el avance del convenio suscrito con el gobierno para el saneamiento y dotación de tierra a sus afiliados. “Hemos estado recorriendo varias provincias y distritos viendo el avance del acuerdo”, dijo.
Según Durán, el MST está analizando la convocatoria lanzada por Felipe Quispe porque, aparentemente, existe una pulseada política detrás de las medidas, que no les interesa apoyar.
“Nos preocupa la forma que se está manejando esta situación. Sabemos que hay otro secretario ejecutivo como Roman Loayza, entonces nosotros estamos convocando a la unidad del movimiento campesino”, manifestó Durán.
El dirigente indicó que su movimiento está pidiendo que no se mezclen las reivindicaciones sociales con intereses partidarios.
En tanto que Moisés Tórrez, dirigente del MST en Santa Cruz, informó que están pendientes del informe técnico jurídico del INRA regional sobre la situación de las tierra en San Cayetano para tomar una posición definitiva.
Aclaró que su movimiento no tiene ningún objetivo político, además de no pertenecer ni a la corriente del Mallku o del dirigente cocalero Evo Morales.
“Hasta mañana vamos a tener noticias y las vamos a dar a conocer”, señaló.
El grupo campesino contrario al Mallku, a la cabeza del diputado masista Román Loayza se concentraba en Cochabamba para definir sus propias medidas de presión.
“Estoy en Caracollo, no hay nada y lo que le hace falta al Mallku es un duchazo para darse cuenta que no tiene convocatoria”, manifestó el senador Bonifaz Bellido, del MAS.
Por su parte, el dirigente de los campesinos de Chuquisaca, Wilber Flores, dijo que ningún trabajador del agro de ese departamento saldría a las carreteras a cumplir la instrucción de bloqueo ordenada por Quispe. Lo acusó de haber “montado un juego político”.
Flores, que responde a la línea de Loayza, elegido en un reciente congreso como máximo ejecutivo nacional en Chuquisaca, garantizó a la población que “no habrá desabastecimiento porque las rutas se encuentran expeditas”.
“Nosotros no acataremos el bloqueo porque es una instrucción del Mallku; es una cuestión política”, dijo.
El líder de la Csutcb paralela, a la cabeza del dirigente aimara Loayza, llamó a las bases campesinas a no acatar el corte de rutas y aislar a Quispe en sus demandas.
Para el analista político, Alvaro García Linera, ese tipo de denuncias y las constantes divisiones internas en el movimiento indígena campesino se resumen en el interés electoral de los “mallkistas aimaras” versus los “masistas quechuas” por demostrar el poder de convocatoria frente a las elecciones municipales de 2004. “Ese control político sindical está dividiéndolos pensando en la proyección a 2004 y 2007”, opinó García Linera.
Mientras que para el politólogo Fernando Mayorga es prueba de la “partidización” que se está incrementando en el movimiento campesino.
Alvaro García Linera dice que el movimiento indígena campesino se caracteriza en sus 30 años de vida por un fraccionalismo recurrente. Desde los años 70 se ha visto esta situación con la creación de federaciones paralelas o el desconocimiento de sus cabezas.
Muchos de estos quiebres se deben a la intromisión directa de los partidos políticos que ven a los sindicatos como una forma de irradiación electoral en el área rural. Si esa intromisión continúa, la probabilidad de que los movimientos campesinos indígenas se lleguen a mimetizar en el sistema político que tanto criticaron es cada vez más grande.